Hasta siete millones de españoles, el 17% de los hogares, tienen dificultades para pagar las facturas energéticas al tener que destinar más del 10% de sus ingresos para cubrir estos pagos, y cuatro millones, hasta un 9% de las familias, son incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada en los meses de frío, según el segundo informe 'Pobreza energética en España. Análisis de tendencias' de la Asociación de Ciencias Ambientales (CAC).
El estudio, que arroja una fotografía de la pobreza energética en 2012, considera que esta situación se produce cuando un hogar es incapaz de hacer frente a los servicios de energía necesarios para satisfacer sus necesidades básicas y/o cuando está destinando para ello un alto porcentaje de sus ingresos.
La CAC apunta que la crisis y el desempleo, que ronda el 26% y que, según la mayoría de las previsiones, se mantendrá cerca del 25% al menos hasta 2015, han agravado esta situación en los últimos años. En paralelo, recalca que entre 2008 y 2012 han aumentado los costes de la energía un 30%.
Así, señala que las familias que destinan más del 10% de sus ingresos al pago de los recibos energéticos han aumentado un 34% en los dos últimos años por el efecto de la crisis y el desempleo, mientras que el número de personas que aseguran que no pueden mantener su vivienda a una temperatura adecuada ha aumentado un 50% entre 2008 y 2012, y un 19% sólo en los dos últimos años.
Estos datos sitúan a España como el cuarto país de la UE con más personas en situación de pobreza energética, de entre un total de 54 millones de afectados en los países de la unión.
El paro apaga las luces de los hogares
El informe se refiere de forma expresa a los efectos del paro en términos de pobreza energética y concreta que uno de cada tres hogares (34%) que la padece, alrededor de 1,2 millones personas, frente al 14% registrado en 2007. Ello supone un incremento del 142% en cinco años de crisis.
Asimismo, los jubilados que también se encuentran con dificultades para pagar el recibo de la luz y que no pueden calentar sus hogares ha pasado del 13% al 21% en este mismo periodo.
Como consecuencia de la pobreza energética, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que se producen cada año el 30% de las muertes adicionales en invierno, por agravamiento de enfermedades previas, por ejemplo. Tomando esta tendencia, si en 2012 se produjeron 24.000 muertes adicionales en invierno, más de 7.000 de estos fallecimientos se habría producido por esta razón.
La opción de la rehabilitación energética
Para combatir el aumento de la pobreza energética la CAC propone, entre otras cuestiones, la redefinición del actual bono social como medida “paliativa”, la involucración de todos los actores implicados en su solución con un horizonte en el medio y largo plazo y la apuesta en marcha de un plan de rehabilitación energética que contemple la pobreza energética en su diseño.
En este punto, el director académico del estudio, Sergio Tirado, ha señalado que “la rehabilitación de viviendas ataca la raíz del problema”, que es la escasa eficiencia energética de los hogares, como demuestra el hecho de que los hogares más vulnerables a la pobreza energética habitan en viviendas provistas de envolventes térmicas o de sistemas de calefacción de baja eficiencia energética.