El ministro de Economía alemán tumba la propuesta de los 'coronabonos': “Era un debate fantasma”

Alemania ha vuelto a dar la espalda al resto de países europeos. El ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, ha rechazado la idea de los coronabonos en la eurozona como vía para recaudar dinero para ayudar a combatir las consecuencias económicas de la pandemia, según publica el diario económico Handelsblatt.

Alemania no solo sigue siendo escéptica con cualquier medida que se asemeje a un riesgo compartido. Altmaier también rechaza la propuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de un nuevo Plan Marshall para Europa: “la solidaridad europea es importante pero la innovación es más importante que las subvenciones”.

Altmaier no ha tenido dudas en catalogar la posibilidad de mutualizar deuda entre os países europeos como un “debate fantasma”. “Insto a la prudencia cuando se presenten conceptos supuestamente nuevos e ingeniosos, que a menudo no son más que ideas largamente descartadas que han vuelto de entre los muertos”, ha explicado el ministro.

En la última cumbre de líderes de la UE, el pasado 17 de marzo, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, puso el asunto de los 'coronabonos' encima de la mesa. Los eurobonos vinculados a la urgencia del coronavirus, para los que el MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilización) podría poner en circulación los 410.000 millones de que dispone para prestar son las dos grandes reivindicaciones de quienes quieren un enfoque ambicioso, como Italia –el país con más víctimas del mundo– o Francia.

Las expectativas se hicieron más reales cuando en la cumbre del 17 de noviembre, la cánciller alemana Angela Merkel no apoyó la propuesta de Conte de poner en marcha los coronabonos, pero tampoco la rechazó. Las dudas de Merkel poco tenían que ver con su postura en la anterior crisis cuando llegó a decir “antes muerta”, cuando se le sugería poner en marcha eurobonos para salir de la debacle financiera. Pero, entonces, los países que peor estaban eran Grecia, España y Portugal. La grave situación de la economía europea y las diferencias con la crisis financiera de 2008 abrieron la posibilidad para que Alemania cediera en su habitual ortodoxia económica y fuera más solidaria. Todo ha sido un sueño primaveral que Altmaier ha terminado tirando por tierra.

El ministro de Economía alemán se escuda en el reciente paquete de estímulo de 750.000 millones que aprobó el BCE y en las diversas medidas de emergencia adoptadas por los gobiernos europeos que ya habían enviado “una fuerte señal para la estabilidad del euro”.