Últimos esfuerzos en la mesa de negociación para prorrogar los ERTE. La mesa de diálogo social se vuelve a reunir este jueves, tras la jornada de ayer que se alargó hasta las diez de la noche. La responsable de Trabajo, Yolanda Díaz, ha insistido esta mañana en que su Ministerio “no se va a levantar” de la silla hasta lograr un acuerdo con los sindicatos y la patronal, que considera que está “cerca”. Aún existen discrepancias, sobre todo en las ayudas diferenciadas a las empresas en las cotizaciones a la Seguridad Social. Esta discusión la encabeza el ministro José Luis Escrivá, que advierte a los agentes sociales de las “restricciones presupuestarias” obligan a “focalizar” y “diferenciar” las ayudas públicas. “Queremos evitar que haya un café para todos”, ha insistido el ministro, “porque no todo el mundo necesita el mismo nivel de protección y apoyo”.
Los dos ministros han dado entrevistas en televisión este jueves por la mañana, en las que han mandado un mensaje de tranquilidad a trabajadores y empresas sobre la extensión de los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) más allá del 30 de septiembre. El mecanismo no se va a “dejar caer”, la prórroga está garantizada, pero la incertidumbre reside aún en el cómo, en qué condiciones se extenderá el mecanismo en esta ocasión, la tercera, en la que parece que se impone la intención del Gobierno de diferenciar las ayudas para que lleguen más recursos a las actividades más afectadas.
El ministro José Luis Escrivá ha alegado que las ayudas diferenciadas son necesarias por las limitaciones presupuestarias. “Los agentes sociales tienen que entender que hay una restricción presupuestaria. Estamos haciendo un esfuerzo enorme. Hemos hecho ya un esfuerzo considerable, nos hemos gastado ya desde que empezó toda la financiación europea para este programa del SURE 23.000 millones de euros. Tendemos que tener presente que esto puede durar aún algunos trimestres, tenemos que tener recursos suficientes”, ha defendido en una entrevista en Espejo Público. Los empresarios exigen por su parte las cifras claras a la Seguridad Social sobre el coste de los ERTE, ya que aseguran tener “serias dudas” de que el Ejecutivo está siendo sincero con los números.
“Estamos siendo muy generosos, pero tenemos que ser conscientes de esa restricción presupuestaria, por lo que tenemos que ser a partir de ahora lo más eficaces posible en proteger a aquellas actividades económicas y sectores más afectados por la pandemia”, ha añadido. Escrivá ha afirmado que entiende los “intereses legítimos” de los sindicatos y la patronal, que representan a diferentes sectores, pero ha insistido que “el Gobierno defiende simplemente el interés general” y considera que es necesario “focalizar” a partir de octubre las ayudas.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha hablado por su parte en El Programa de Ana Rosa, donde ha insistido en su confianza en un nuevo acuerdo con los agentes sociales. Díaz ha reconocido también que las principales diferencias se centran en las ayudas diferenciadas a las empresas y ha apuntando que la mesa de negociación está también analizando cómo revisar el mecanismo de ERTE por rebrote, para que pueda adaptarse a la actual situación de incremento de casos.
Para tranquilizar a los trabajadores afectados por expedientes, Yolanda Díaz ha explicado que los agentes sociales y el Gobierno ya han alcanzado un acuerdo sobre la protección por desempleo de los empleados en ERTE. Se mantendrá el “70%” de la cuantía de prestación por desempleo, ha asegurado, de manera que se evitará el recorte al 50% de la prestación a partir del sexto mes en esta situación, que aprobó el Gobierno de Rajoy. La ministra ha apuntado que el llamado 'contador a cero' por el que los afectados por ERTE no consumen su derecho a la prestación de paro en un futuro “se ampliará a los 196 días” y tendrá efectos “durante todo 2021”.
Conflicto en el apoyo diferenciado
¿En qué se traduce la focalización o diferenciación en las ayudas que defiende el ministro Escrivá? El Gobierno plantea mayores exoneraciones en las cuotas que pagan las empresas a la Seguridad Social para las actividades “más afectadas” por la pandemia, superiores incluso al 80% en el mejor de los casos. Esto supone que algunas compañías pasarían a recibir más apoyo que el que tienen en la actualidad, ya que las exenciones en el mes de septiembre para empresas en ERTE por fuerza mayor estaban situadas en el mejor de los casos en el 80% (en caso de nuevos ERTE de rebrote) o en el 35% de la cuota para los expedientes que vinieran de meses atrás.
Como contrapartida, otras compañías verán decaer o disminuir sus ayudas a la cotización en los ERTE, que hay que recordar que es un mecanismo que se puede seguir aplicando si existen las causas para ello según la legislación ordinaria, aunque sin el apoyo de dinero público que se está destinando a la pandemia.
“El diseño que estamos haciendo contempla todas las situaciones, queremos evitar que haya un café para todos. Lo que hay que hacer es diferenciar, porque no todo el mundo necesita el mismo nivel de protección y apoyo. Esa es la esencia de la discrepancia. Estamos dispuestos a apoyar a todos aquellos actividades o empresas que por una vía u otra se vean afectadas, pero el nivel de apoyo no puede ser el mismo, porque el nivel de impacto es distinto”, ha argumentado el ministro.
Los sindicatos y las patronales centran sus temores y su oposición a la línea del Gobierno en que esta diferenciación deje fuera a empresas que estén afectadas por la pandemia de manera menos evidente o visible. Tanto José Luis Escrivá como Yolanda Díaz se han abierto este jueves a hacer la herramienta de prórroga “muy flexible”, para evitar esta situación. La flexibilidad en los ERTE es compleja y plantea un reto muy importante para la tramitación de los expedientes por el SEPE, que ya tiene una enorme cantidad de trabajo y se desbordó en los momentos más duros de la pandemia ante el aluvión de peticiones de ERTE.
Las tres partes de la mesa de diálogo social se reúnen este jueves de nuevo desde las 11 de la mañana con la intención de alcanzar un punto en común con las reivindicaciones de todos. Tienen ya pocos días para alcanzar un acuerdo y evitar que el Ejecutivo apruebe una prórroga en solitario: el actual sistema de ERTE está en vigor hasta el próximo miércoles, 30 de septiembre.