Alcaliber, la empresa del grupo Torreal (del multimillonario Juan Abelló Gallo) que tiene el monopolio del cultivo y explotación del opio legal en España, se apuntó el año pasado el mejor ejercicio de su historia por ventas y beneficios.
La compañía registró en el ejercicio 2015 (cerrado el 31 de diciembre) un beneficio neto de 9.291.803 euros, un 26,9% más. Sus ventas crecieron un 11,6%, hasta 60.485.589 euros, según sus cuentas anuales, recientemente depositadas en el Registro Mercantil.
Torreal controla el 60% de Alcaliber y el 40% restante es de la multinacional Sanofi. La empresa tiene por política no hablar con periodistas: se remite al gabinete de prensa de la Agencia Española del Medicamento, que, como es natural, no comenta sus resultados. Se dedica a “la producción de materias primas estupefacientes, mediante el cultivo en España de la adormidera” y su posterior transformación en concentrado de paja de adormidera (CPA), así como a la extracción de sus alcaloides (morfina, codeínas).
Los ejercicios 2015 y 2014 arrojan cifras récord para la empresa, que en diez años ha aumentado exponencialmente su facturación y sus beneficios. Desde 2005, sus ventas se han triplicado y sus ganancias se han multiplicado por treinta. No obstante, conviene analizar con cierta prudencia los datos declarados en sus cuentas: en 2012, El Confidencial publicó que la Agencia Tributaria había sancionado a Alcaliber y otras dos empresas de Abelló con 2 millones de euros por una trama de facturas falsas para defraudar a Hacienda).
La compañía, que ha destinado a dividendos para sus accionistas un 42% de sus ganancias en 2015, 3.974.681 euros, atribuye en sus cuentas el incremento de su cifra de negocio el año pasado al “buen desarrollo de la actividad” y a la entrada en funcionamiento de una nueva línea de extracción a finales de 2014. El 93% de sus ventas corresponden a exportaciones realizadas a 78 clientes repartidos en 33 países. La empresa destaca que “es un referente en la Industria Mundial de Estupefacientes siendo en el ejercicio 2015 el mayor productor mundial de Morfina, con el 27% de la producción global, y el 18% de Tebaína”.
Históricos del opio
La familia Abelló está históricamente ligada al negocio del opio. La primera autorización para la fabricación de alcaloides derivados del opio en España se otorgó en 1934 a Fábrica de Productos Químicos y Farmacéuticos Abelló, fundada en 1925 por Juan Abelló Pascual, padre del multimillonario, que en diciembre cumplirá 75 años. La firma de inversiones de Juan Abelló Gallo, Torreal, es uno de los patronos de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). El representante es Cristian Abelló, primogénito del magnate.
Fundada en 1973, Alcaliber fue la única filial de Antibióticos SA que Abelló y su entonces socio, el exbanquero y presunto blanqueador Mario Conde, conservaron en la operación de venta de esa empresa a la italiana Montedison en 1987. El de Antibióticos fue el primero de una serie de pelotazos cuyo mayor exponente fue la venta, en 2000, de la participación de Abelló en Airtel a Vodafone. El pasado martes, la agencia Bloomberg avanzaba que Torreal ha puesto en venta otra de sus inversiones, su 23% del grupo audiovisual Imagina, que estaría valorado en unos 460 millones.
Los resultados de 2015 pulverizan el récord de beneficios que Alcaliber ya logró en 2014, en un contexto de crecimiento del consumo mundial de opioides (medicamentos que alivian el dolor y se derivan del opio), que se ha triplicado en 20 años. La superficie plantada ha crecido un 62,5% en un año en España, que tras Australia es el segundo productor mundial de adormidera, con 13.000 hectáreas sembradas esta campaña.
Presidida por el propio Juan Abelló, Alcaliber tiene 129 empleados y domicilio en la planta 13 de una de las Torres de Colón de Madrid. Controla, con autorización del Gobierno, toda la cadena de valor del opio, desde la siembra hasta la cosecha y la exportación del producto. La empresa contrata la producción de la amapola a agricultores de las diferentes comunidades autónomas bajo el control del Ministerio de Sanidad.
El cultivo de adormidera en España está regulado a nivel nacional por una ley de 1967. Depende del área de Estupefacientes y Psicótropos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEPMS) del ministerio, que autoriza anualmente las hectáreas de cultivo de cada campaña, “atendiendo a las recomendaciones de Naciones Unidas en base a la oferta y la demanda de opiáceos”, y los permisos para cada parcela.
En los archivos de la AEMPS “sólo existen dos solicitudes de autorización presentadas por otras entidades” diferentes a Alcaliber para la fabricación de derivados del opio o de la paja de adormidera, según fuentes de Sanidad. Ambas fueron denegadas.
Todo apunta a que el ejercicio 2016 será todavía mejor para Alcaliber. En esta campaña, según informó El País en agosto, han sido 536 los agricultores autorizados a cultivar esta planta (frente a los 313 de la anterior) en explotaciones en Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja y País Vasco.
Esa es toda la información que el diario obtuvo tras cursar una solicitud a través del Portal de Transparencia. La localización exacta de las plantaciones es secreta y está sometida a la vigilancia de los cuerpos policiales, principalmente la Guardia Civil, que también controla “asentamientos de riesgo (colectivos marginales de consumidores)” y escolta y protege los transportes de la cosecha y de la materia prima ya transformada. Incluso se vigilan unos misteriosos “depósitos acorazados oficiales” sobre los que el Gobierno no da más explicaciones.