Uno de los multimillonarios menos conocidos de España cede la presidencia de su imperio a su hijo de 26 años
Relevo en el imperio de Ricardo Portabella Peralta, una de las mayores fortunas españolas y también uno de los multimillonarios menos conocidos del país, que abandonó hace ya más de tres décadas.
Portabella ha dejado la presidencia del holding luxemburgués que aglutina sus negocios, Anpora SA, en manos de su hijo de 26 años, Ricardo Portabella Jarosilova. Según documentación oficial, el relevo se ha producido hace unas semanas.
Portabella Peralta, barcelonés de 63 años, es un personaje alérgico a los focos, habitual a su pesar de los rankings de españoles más ricos. La última edición del que elabora El Mundo le atribuye un patrimonio neto de 925 millones de euros y le coloca en el puesto 61 de personas más adineradas de España, por delante de otros tan conocidos como Isak Andic (dueño de Mango) o Helena Revoredo (Prosegur).
La última lista Forbes, que le atribuye una “pequeña” participación en Danone Francia, le sitúa en el puesto 63, aunque rebaja su fortuna a 450 millones, empatado con el fundador de Jazztel, Leopoldo Fernández Pujals, o el hotelero Simón Pedro Barceló.
El multimillonario, que heredó una fortuna cuyo origen se remonta a esa multinacional de la alimentación, lleva muchos años fuera de España, que no obstante es el país que más aporta a la facturación de su holding. Según la documentación oficial en Luxemburgo, actualmente tiene su residencia en Singapur, tras haber pasado por Estados Unidos, el Gran Ducado, Bélgica o Suiza.
Su hijo, también radicado en esa isla-Estado del sureste asiático, nació en Luxemburgo en 1997, aunque según la documentación disponible en diversos registros públicos tiene nacionalidad española y de Singapur. En junio, unos días después de cumplir 26 años, Ricardo Portabella Jarosilova fue nombrado nuevo presidente del consejo de administración de Anpora. Su padre se mantiene como consejero del holding luxemburgués.
elDiario.es contactó con Anpora en España a través de un correo electrónico para conocer los motivos del relevo, sin obtener respuesta.
Ricardo Portabella Peralta debe el origen de su inmensa fortuna al gigante alimentario Danone, de cuya filial española fue accionista junto a otros socios históricos hasta 2015. El fundador de la multinacional francesa, el judío sefardí Daniel Carasso, confió a su abuelo, Luis Portabella i Comte-Lacoste, el destino de sus negocios en España tras la Guerra Civil. Carasso huyó del país en 1940, después de la llegada al poder del dictador Francisco Franco y ante el auge del nazismo en Alemania.
Más de dos décadas después, en 1963, el padre de Portabella, Ricardo Portabella Ràfols, fallecía en un accidente con 35 años. El hoy multimillonario tenía entonces solo 3 años. Fue criado por su madre, Consuelo Peralta, y sus tres tíos, Antonio, Pere y Luis. En 2011, su tío Antonio falleció a los 81 años sin descendencia y legó a Ricardo Portabella toda su fortuna, incluyendo un paquete de acciones en Danone, una importante cartera de inmuebles y otros activos como la emblemática Anxoves de L´Escala, fabricante de anchoas en aceite y salazón en esa localidad de la Costa Brava, de cuyo capital salió en 2020.
1.136 millones
Para aglutinar los bienes heredados de su tío, Ricardo Portabella creó en Luxemburgo Taïko, rebautizado en 2021 como Anpora. Este holding, que el año pasado absorbió una filial con inmuebles en Reino Unido, acaba de presentar sus cuentas consolidadas de 2022, que cerró con activos de 1.136 millones. Entre ellos, más de 800 millones en inversiones inmobiliarias y el 18% del banco español de inversión Alantra, que actualmente tiene un valor de mercado de unos 69 millones.
El propio Portabella fue durante unos meses consejero de esta empresa cotizada en España. Dimitió en 2018 por motivos “profesionales y personales”, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), para dejar su puesto al exministro Josep Piqué, recientemente fallecido.
Además de ese paquete en Alantra, Anpora atesora propiedades inmobiliarias en Luxemburgo, Francia, Suiza, España, Singapur, Reino Unido y Estados Unidos. Dueña de ocho inmuebles en el centro de Londres y de varios edificios de apartamentos y parkings en Nueva York, es propietaria de hoteles y resorts de golf en Denia (Alicante), Islantilla (Huelva) Menorca o Sotogrande (Cádiz). Está entre los fondos e inversores que aprovecharon la pandemia para apostar por activos hoteleros, como el hotel Alexandra de Barcelona, que compró a finales de 2021 por 32,5 millones.
El año pasado, la holding luxemburguesa de los Portabella, con 544 empleados, registró un beneficio de 28,5 millones y facturó cerca de 55 millones. El 43% procedió de España. El relevo en la presidencia ha llegado después de que el pasado 17 de marzo el hijo del multimillonario barcelonés se quedara como presidente y único representante de la saga en el consejo de la principal filial de Anpora en Reino Unido, tras la dimisión de su padre.
Ricardo Portabella Jarosilova ya ocupaba varios cargos en el entramado de empresas que la familia tiene en Luxemburgo, a diferencia de su hermana Petra. Esta última se graduó en 2022 en Matemáticas en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA).
A Ricardo Portabella no le gusta que la prensa hable de él. Apenas circulan un par de fotografías del inversor, que no se prodiga en los medios. En 2015, sus últimas declaraciones publicadas, lamentó en ABC el “ensañamiento” de los medios con sus actividades económicas, que aseguró “no le interesan a nadie”. Semanas antes, ese periódico se hizo eco de una operación inmobiliaria suya en Singapur: la compra de dos pisos de lujo por 18 millones. “Detesto la palabra riqueza. En su lugar prefiero la de prosperidad”, dijo.
Su nombre había pasado prácticamente desapercibido hasta 2011, cuando, tras heredar los bienes de su tío, el semanario suizo Bilan le situó entre las primeras 300 fortunas del país. Fue el primer español en aparecer en ese listado.
En 2014, esa publicación le atribuía un patrimonio de unos 1.000 millones, cifra que él aseguró no era correcta, y publicó su nombre junto a los de otros millonarios afincados en el país helvético como el fundador de Ikea, Ingvar Kamprad, la familia Hoffmann Oeri, de la farmacéutica Roche, el arquitecto Norman Foster, el empresario de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone o la recientemente fallecida Tina Turner.
“Dejadme tranquilo”
“Dejadme tranquilo”, pidió meses después Portabella en esas declaraciones a ABC desde Ginebra, donde dijo que estaba recluido desde hacía poco más de un año por motivos de salud.
El multimillonario estudió en la Universidad Central de Barcelona y cursó un máster en gestión de empresas en la escuela de negocios Esade. Inició su carrera en la extinta Arthur Andersen (actual Deloitte) y luego en Font Vella, de Danone. Pero no tardó en salir de España. Con menos de 30 años y tras divorciarse de su primera esposa, se trasladó a Estados Unidos en 1989. Allí montó junto a su hermano un negocio alimentario que no fraguó, pero aprendió “enormemente” de ese fracaso.
En 1992 se mudó a Luxemburgo, donde tres años más tarde se asoció junto al banco belga Degroof para montar una gestora de inversiones. En 1996 creó allí una fundación, actualmente denominada Luis y Antonio Portabella, que preside y que concede becas a estudiantes de la Universidad de Luxemburgo.
La web de la entidad deja patente la admiración de Ricardo Portabella por el nobel Albert Camus, al criticar que “vivimos en un egocéntrico sistema socio económico que es todo menos generoso, con un creciente descontento por las instituciones que gestionan las relaciones entre nosotros” y fomenta el individualismo.
“Estoy convencido de que la mejor y más eficiente forma de nutrir a las personas para que hagan realidad la idea de una sociedad más justa y universal es un sistema universitario estructurado y fortalecido”, se lee en ese fragmento del discurso de Portabella, significativo en alguien que huye de la exposición pública.
El multimillonario tiene conexión directa con una importante figura de la cultura popular española del último siglo. Su tío es el nonagenario cineasta catalán Pere Portabella (Figueres, 1927), productor de obras maestras como ‘Los golfos’ y 'El cochecito' (ambas de 1960) o 'Viridiana' (1961), militante antifranquista y artífice del regreso a España de Luis Buñuel y Josep Tarradellas.
Pere Portabella fue también senador y asesor en la elaboración de la Constitución de 1978 y diputado en el parlamento catalán. Conocido desde hace décadas por sus ‘suquets’, las cenas en torno a ese plato de pescado con el que cada año ha reunido a parte de la élite cultural, económica y política catalana para despedir el verano, Pere Portabella preside la Fundación Alternativas, de orientación progresista.
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