Nueve de cada diez niños gitanos vive bajo el umbral de la pobreza en España

Prácticamente todos. Nueve de cada diez niños gitanos en España viven en riesgo de pobreza, casi el triple que la media del conjunto de menores. El 89% y el 31,3%, respectivamente. Son algunos de los datos de un estudio dirigido por la catedrática de Economía Sara de la Rica para la Fundación Secretariado Gitano, en el que se analiza por primera vez con tanto detalle la desigualdad que afronta este colectivo. En el total de la población gitana los datos no son mucho mejores: un 85,9% se encuentra en riesgo de pobreza, casi el cuádruple que la población general (22,9%).

“Casi toda la población gitana está es riesgo de pobreza en España”, alerta De la Rica, que ha elaborado el estudio junto a los investigadores Lucía Gorjón, Luis Miller y Paloma Úbeda de la Fundación Iseak. La catedrática recuerda que el riesgo de pobreza se mide de manera relativa respecto a los ingresos que percibe el conjunto de la población.

Así, el umbral de la pobreza general se fija en percibir menos del 60% de la renta mediana, la pobreza severa afecta a quienes tienen una renta menor al 40% de la mediana y, por último, aquellos que viven con ingresos inferiores al 30% de la mediana están en riesgo de pobreza extrema.

En euros por una unidad de consumo, “la línea de extrema pobreza se sitúa en 310,20 euros” al mes, la de pobreza severa “en 413,60 euros” y la de riesgo de pobreza general en “620,40 euros”. Los ingresos medianos ascienden a 1.034 euros mensuales, según los datos “infraestimados” de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, es decir, “sin corregir por los datos de Hacienda”, explica el estudio.

La investigación se ha basado en una encuesta de 1.492 cuestionarios, con información sobre un total de 6.015 personas, las entrevistadas directamente y los cohabitantes de sus hogares. Todas ellas viven en barrios con una alta concentración de personas gitanas, algo que los investigadores intuyen que probablemente eleve algo la incidencia de la pobreza en el colectivo, ya que deja al margen a la población gitana que está dispersa y que es posible que tenga una mejor situación económica.

La mitad de los gitanos, en riesgo de pobreza extrema

El estudio aporta diferentes datos sobre cómo afecta la desigualdad de ingresos a este colectivo. Más allá del dato general de que el 85,9% de los gitanos está en riesgo de pobreza, cuando se indaga sobre cómo de aguda es esa pobreza que enfrentan, se comprueba que gran parte de ellos viven en una situación extremadamente precaria. Casi la mitad, el 46,4%, está bajo el umbral de la pobreza extrema, con ingresos inferiores a los 310 euros al mes.

Apuntando solo a los menores de edad, los datos siempre son peores: más de la mitad, el 51,8%, vive en hogares con ingresos por debajo del umbral de la pobreza extrema. “La pobreza infantil es absolutamente escandalosa”, destaca Sara de la Rica, que considera “central combatirla” desde las instituciones y políticas públicas con “medidas específicas”.

El estudio analiza las características de los hogares en riesgo de pobreza –tamaño, miembros, edad, origen de los ingresos que reciben– y concluye que “el empleo, el número de ocupados en un hogar y los ingresos por salario” son los mayores

determinantes para reducir la pobreza.

Sobre el empleo, el segundo pilar de la investigación, pesa todavía una gran desigualdad de los gitanos respecto al conjunto de la población en España en relación al acceso a un puesto de trabajo y la incidencia del paro. “Tan solo el 26% de las personas gitanas percibe rentas del trabajo, con un salario medio de 754 euros, frente al casi 60% de la población general con un salario medio de 1.250 euros”, subraya el informe.

38 millones para erradicar la pobreza extrema

Los investigadores se han propuesto también calcular “¿cuánto costaría en euros erradicar la pobreza de la población gitana?”, explica la catedrática. En un ejercicio de aproximación según los niveles de pobreza analizados, se estima la cantidad de dinero que tendría que percibir este colectivo –ya sea a través de salarios por un trabajo, ayudas sociales, prestaciones, etc.– para superar el umbral de la pobreza.

El coste de que esa mitad (46,4%) de la población gitana salga de la pobreza extrema es de “37,5 millones de euros anuales”. “¿No es mucho verdad?”, reflexiona De la Rica. Si el objetivo es más ambicioso y se propone acabar con la pobreza severa que afecta al 66% de la población gitana, el coste se eleva hasta los 81,2 millones de euros anuales. Por último, la meta de acabar por completo con el riesgo de pobreza de los gitanos en España requeriría “201,8 millones de euros” anuales.

Arrojar luz sobre estas cifras de pobreza tan detalladas por primera vez, ha destacado Isidro Rodríguez, director general de la Fundación Secretariado Gitano, “permite tener información para diseñar políticas públicas y orientar las estrategias de las organizaciones sociales”. Saber sobre qué colectivos centrar los esfuerzos y quiénes están en situación de mayor vulnerabilidad. El reto es importante, ha subrayado Rodríguez, ya que “la fuerte desigualdad afecta a la gran mayoría de la población gitana”.