- Eduardo Madina, Pedro Sánchez, José Antonio Pérez Tapias y Alberto Sotillos responden a un cuestionario de Economistas Frente a la Crisis sobre el contrato único, la banca o la distribución de la riqueza
Economistas Frente a la Crisis ha querido conocer cuál es la opinión de los cuatro políticos que han intentado conseguir los avales necesarios en la carrera por la Secretaría General del PSOE sobre los problemas económicos que atraviesa España. El colectivo de economistas explica en su web que el proceso en el que está inmerso el PSOE no solo compete al propio partido y consideran de “máximo” interés conocer las posiciones de los candidatos a la máxima responsabilidad del PSOE. De esta forma, han colgado en su blog las respuestas de cada uno de los candidatos con el objetivo de “profundizar en el debate, contribuir al conocimiento y a la transparencia”.
Aquí está un resumen muy breve de las opiniones de los candidatos a cuatro de las cuestiones económicas planteadas más candentes. Las entrevistas se hicieron antes de que finalizara el periodo de entrega de avales, que ha dejado fuera a Alberto Sotillos.
¿Está de acuerdo en la implantación del denominado “Contrato Único”?
Eduardo Madina: “El PSOE ya se ha planteado este debate y no hemos considerado que el contrato único sea una solución adecuada. Además de los problemas jurídicos e incluso constitucionales que plantea, no creo que el problema de la dualidad del mercado laboral en España se deba a la existencia de uno o más contratos”. Aunque se muestra contrario al contrato único asegura que hay que “construir una tipología de contratos sencilla, pero que responda a las necesidades de las empresas, y sobre todo con las garantían adecuadas”.
Pedro Sánchez: “No, no estoy de acuerdo con la implantación del contrato único. Sinceramente no creo que haya fórmulas mágicas, por atractivas que parezcan, que remedien por sí solas el dramático problema del desempleo que sufre nuestro país y la fuerte segmentación o dualidad de nuestro mercado de trabajo”.
José Antonio Pérez Tapias: “No se puede estar de acuerdo con la universalización de la precariedad laboral y el no vuelvas mañana”.
Alberto Sotillos: “Pues teniendo en cuenta que ni los propios académicos se ponen de acuerdo en relación al impacto que causaría el contrato único, permítanme que me muestre escéptico ante este formato de contrato laboral”.
¿Qué opinión le merece la reforma que se realizó del artículo 135 de la Constitución Española?
Madina: “Como principio, creo que, en el medio plazo, el gasto público de un país debe estar respaldado por capacidad de hacerle frente por la vía de los ingresos. Y creo en la estabilidad presupuestaria a lo largo del ciclo”. Respecto a la rapidez de su tramitación asegura que le consta que esta velocidad no fue entendida por un importante sector de la población. “Sin embargo, no creo en absoluto que sea un obstáculo insalvable para una política económica alternativa, añade.
Sánchez: “Una reforma precipitada tomada en un contexto de debilidad de nuestra economía y gran presión exterior y que no consiguió el objetivo de calmar a los mercados. Creo que es necesario abordar una reforma en profundidad de nuestra Constitución que garantice antes que ningún otro derechos fundamentales de nuestros ciudadanos y no el pago de la deuda que no debería ofrecer dudas en un país serio como el nuestro”.
Pérez Tapias: “Inmenso error. Yo no la voté; me pareció la aceptación de condiciones impuestas desde instituciones europeas desde las que se ha favorecido el cambio en el modelo social europeo, con la excusa de la crisis. Creo que esa reforma debería derogarse, sin renunciar a la conveniente prudencia en la gestión de los recursos públicos”.
Sotillos: “Un absoluto disparate por parte del Gobierno del PSOE que todavía está pagando en forma de credibilidad política”, apunta. “El PSOE debe llevar lo antes posible a las Cortes una Reforma Constitucional para dar marcha atrás en este artículo”, añade.
¿Dejaría alguno de los bancos ahora controlados por el Gobierno dentro del sector público?
Madina: “Más allá de las consideraciones sobre las bondades de la banca pública, la realidad es que el proceso de toma de control por parte del FROB de aquellas cajas que tuvieron que ser recapitalizadas con cargo a fondos públicos no tenía como objetivo político la consolidación de la banca pública”.
Sánchez: “La experiencia nos demuestra que el mercado no siempre facilita el crédito necesario, incluso cuando la demanda es solvente. Por esa razón contemplaría la posibilidad de conservar alguna de las entidades financieras controladas por el gobierno para atender dicha demanda”.
Pérez Tapias: “Sí. Es evidente que con el dinero de la UE - que el Gobierno debe devolver- se ha rescatado a las elites dirigentes de los bancos, y que los bancos están pagando a sus acreedores (básicamente bancos alemanes...); esto es profundamente injusto para familias y empresas que se sobreendeudaron y asumieron riesgos excesivos, impulsados por las propias entidades de crédito. Sería conveniente aprovechar la actual participación pública en el capital de bancos y cajas rescatados, para garantizar suficiente oferta de crédito en condiciones asequibles a personas en riesgo de perder su vivienda y a pymes capaces de crear empleo”.
Sotillos: “Sí, e impondría condiciones para que vuelva a dar crédito a las empresas y a las familias. El principal sentido del sector financiero en una economía es la de dar crédito a los sectores productivos y de consumo, si no es así, ¿para qué quiere una sociedad los bancos?”.
¿Qué medidas tomaría usted para aumentar los ingresos y favorecer la distribución de la riqueza?
Madina: “Las propuestas del PSOE plasmadas en la Conferencia Política van en la línea adecuada, en particular la creación de un impuesto único que grave la renta y la riqueza de todos los individuos, así como la eliminación definitiva de buena parte de las deducciones y bonificaciones del impuesto de sociedades que benefician sobre todo a las grandes empresas, y el establecimiento de un tipo mínimo para el impuesto de sociedades”.
Sánchez: “Equiparar progresivamente la tributación de las rentas del capital con las rentas del trabajo, que ahora soportan tipos marginales muy superiores. Eliminar o limitar considerablemente deducciones y bonificaciones fiscales regresivas, como las reducciones por aportaciones a planes privados de pensiones o por determinados rendimientos del capital inmobiliario. Establecer un mínimo nacional en el impuesto de Sucesiones y Donaciones e integrar la tributación de la riqueza en el impuesto sobre la renta. Establecer medidas que impidan la elusión de impuestos de las empresas multinacionales”.
Pérez Tapias: “Ampliar las bases imponibles y orientar la reforma fiscal en la línea apuntada más arriba (en una pregunta anterior asegura que es ”prioritario es garantizar la suficiencia de ingresos públicos desde la máxima equidad, y favoreciendo el cambio de modelo productivo“); y, por supuesto, otorgar la máxima prioridad a la lucha contra el fraude y los paraísos fiscales”.
Alberto Sotillos: “A parte de eliminar deducciones y desgravaciones que no tienen ningún sentido, habría que hacer una reforma fiscal donde los grandes patrimonios, independientemente de la fórmula jurídica en la cual se encuentren, puedan ser objeto de imposición tributaria. Y sobre todo, luchar contra el fraude fiscal que está concentrado en las grandes corporaciones y que supone una cuarta parte de nuestra renta bruta como país”.