El Observatorio Empresarial contra la Pobreza apunta que las empresas no generan oportunidades para los colectivos vulnerables
Las elevadas cifras que hay detrás de los sectores vulnerables de la sociedad han llevado a un grupo de investigadores del Observatorio Empresarial contra la Pobreza a analizar cómo las empresas pueden promover una economía “más humana”, creando así el estudio: “Negocios Inclusivos y Empresas Españolas. El momento de no dejar a nadie atrás” . El informe concluye que el impacto social que generan las empresas que incluyen a los colectivos vulnerables en sus cadenas de valor se traduce en rentabilidad y constata que la mayoría de compañías no generan oportunidades hacia colectivos vulnerables ni son conscientes de las oportunidades de este modelo.
El número de desempleados en España según los últimos datos del INE asciende a 3.796.100 personas y la tasa de paro se sitúa en un 16,74%. Además, las personas en riesgo de pobreza o exclusión social, las víctimas de violencia de género, las personas con discapacidad o los trabajadores en situación de precariedad laboral, también forman parte de los colectivos vulnerables que no tienen acceso a servicios básicos de derechos y oportunidades por la situación social o económica que sufren.
Ante las elevadas cifras que hay detrás de los colectivos vulnerables, el Observatorio revela un nuevo concepto de responsabilidad social corporativa: los negocios inclusivos como “herramienta en la lucha contra la pobreza”, indica Manuel Herrando, presidente de la Fundación CODESPA y añade que “la sociedad exige promover una economía abierta a todos donde los beneficios lleguen a todas las personas”. El embajador en Misión Especial para la Agenda 2030 también ha participado en la jornada de presentación y ha subrayado que “el Gobierno va a estar a la altura en relación a la responsabilidad empresarial internacional” y que los negocios inclusivos serán “clave para la agenda 2030”.
El informe explica que la mayoría de la población demanda empresas “más responsables y conscientes del impacto que tiene su actividad” sobre la sociedad. Por tanto, a través de modelos de negocios inclusivos “que integren en la cadena de valor de las empresas a comunidades de bajos ingresos, se estaría aportando valor social positivo”.
A pesar de que este nuevo modelo de RSC constituye una oportunidad doble para las empresas españolas –aumento de responsabilidad social y una mayor rentabilidad como consecuencia del valor que se genera de lo anterior– los investigadores constatan que “aunque algunas empresas están incorporando esta visión, se ha comprobado que la mayoría no desarrolla estas prácticas ni son conscientes de las oportunidades existentes al respecto”. También añaden que falta concienciación e involucración por parte de los directivos.
En este contexto, las empresas que ya llevan a cabo estos modelos de inclusión, piden más medidas fiscales para su desarrollo, y priorizar así las inversiones que destinan para este fin. “Los Gobiernos deben ser proactivos y crear cambios legislativos que promuevan y amparen los negocios inclusivos”, señala el Obervatorio. Además, resalta el papel de concienciación que deben asumir los movimientos sociales para fomentar la creación de estos marcos regulatorios.