Los grandes operadores de telefonía en España han clamado contra el exceso de regulación en el sector durante años. Al final han logrado que el regulador tradicional, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, desaparezca y sea sustituido por un árbitro generalista la CNMC, que cede buena parte de sus competencias al Ministerio de Industria. La nueva ley de Telecomunicaciones aprobada por el Consejo de Ministros el último viernes así lo consagra.
Una vez logrado el objetivo común de tener las manos libres en el mercado español frente a los operares más pequeños, Telefónica, Vodafone, Orange y Ono, amenazan ahora con llevar al arbitraje de la Unión Europea las continuas broncas y diferencias que se producen entre ellas.
La primera tentativa de acudir a Bruselas para denunciar el acuerdo de Telefónica y Yoigo de operación conjunta en telefonía móvil y fija, lo ha formulado este lunes el responsable de regulación de Orange. Julio Gómez ha detallado la batería de denuncias, escritos y reclamaciones que su compañía ha presentado ante todas las instancias españolas competentes en la materia, la CMT, la CNC y el Ministerio de Industria, para reclamar la inmediata suspensión cautelar del acuerdo de sus dos competidoras.
Las demandas, sin embargo no ha tenido ningún éxito y desde la semana pasada Telefónica vende los productos de Yoigo en servicios de la telefonía móvil más avanzada, mientras que Yoigo hará lo propio a partir de octubre con los servicios de telefonía fija y la red de fibra de MoviStar, utilizando además la marca ‘Fusión’ que ha popularizado su ahora aliado.
Confianza en la CMT
Gómez ha asegurado que “todavía tienen confianza” en que una CMT a la que le quedan tres semanas de vida antes de ser sustituida por el nuevo árbitro generalista, la CNMC, dictamine la suspensión cautelar de la aplicación del pacto Telefónica-Yoigo. El directivo de Orange mostró sus dudas sobre los resultados de las reclamaciones que ha presentado ante la CNC y el Ministerio de Industria, y teme que si el conflicto llega a manos del CNMC (que inaugura sus funciones el 7 de octubre) cualquier posible decisión “llegará cuando ya sea muy tarde”.
En este contexto, Julio Gómez, advirtió que si no se atienden a sus reclamaciones en un plazo que no quiso precisar, denunciará a la situación ante las instancias competentes de la Unión Europea que, a diferencia de lo que ocurre ahora en España, tienen potestad para intervenir en la regulación previa de los negocios de telecomunicaciones y también ante una posible infracción de las reglas. El directivo señaló que “lo que no viene bien a nadie es que no hay una regulación que sea igual para todos”.
Orange afirma en sus denuncias al pacto que “va a provocar una coordinación de precios” o al menos “una capacidad restringida por parte de Yoigo para poner los precios”. Yoigo se dedicará a “vender productos de Telefónica”, al tiempo que amplía hasta seis años y en contra del espíritu de la norma sus acuerdos de itinerancia nacional con el operador hegemónico, señala Orange. Telefónica “instrumentaliza” a través de su acuerdo a Yoigo “para perjudicar a otros actores como Orange” ha asegurado Gómez, quien además acusa a la empresa que preside Cesar Alierta, de acceder a un espectro que fue adjudicado a Yoigo en un concurso público que tenía unas condiciones “que ahora se conculca”. De esta forma, “se elimina” el terreno que Orange y Vodafone le habían ganado al primer operador, que ahora podrá disfrutar de las frecuencias de 4G de Yoigo.
Consumidores
Fuentes de la asociación de consumidores Facua, por su parte, han denunciado a eldiario.es la actitud “de cinismo” que muestran las grandes operadoras españolas “exigiendo una regulación cuando les favorece y torpedeando de manera sistemática al regulador para que les deje las manos libres en el mercado español”. Sobre el acuerdo entre Telefónica y Yoigo aseguraron que “lo importante es si permitirá o no bajar los precios a los usuario en los servicios de banda ancha fija y movil”.