Pago con las tarjetas 'sin contacto': algunos riesgos y varias limitaciones
¿Es posible ya pagar en cualquier tienda solamente con el móvil o con una pulsera? Cada vez más las entidades bancarias están recurriendo a la tecnología contactless -sin contacto físico- para simplificar los medios de pago. La facilidad en el pago choca con que este sistema requiere algunas especificaciones técnicas que limitan el acceso y solo está disponible en algunos bancos.
Si ya estaban desarrolladas en la mayoría de entidades bancarias las aplicaciones móviles para consultar operaciones y realizar transferencias, la tecnología Near Field Communication (NFC) o contactless permite realizar pagos sin contacto. Es decir, que ya se puede pagar solamente acercando la tarjeta o el móvil al datáfono. Actualmente se está utilizando en tarjetas de plástico, móviles y cajeros, en los que no es necesario introducir la tarjeta en la máquina, sino simplemente acercarla al lector y marcar el número secreto.
Para realizar el pago con una tarjeta física sin contacto, basta con situarla sobre el TPV (el datáfono), sin necesidad de introducirla ni de pasar la banda por el lector. En el caso de un móvil, cada banco ha desarrollado un procedimiento diferente. Los clientes de BBVA y Bankia deben descargarse la aplicación (BBVA Wallet y Bankia Wallet, respectivamente) y solicitar a su entidad una pequeña tarjeta física adhesiva, llamada sticker (pegatina en inglés), que se coloca en la parte trasera del dispositivo y hace contacto con el datáfono. No hacen falta más requisitos.
La Caixa, por su parte, no utiliza el sticker, sino que permite los pagos simplemente acercando el móvil al datáfono. Esto es posible si se tiene un móvil con tecnología NFC y de las operadoras Orange, Movistar o Vodafone. Tanto en el caso del pago con sticker como en el del móvil, en compras inferiores a 20 euros el procedimiento de pago se limitaría a eso; como protocolo de seguridad, en compras superiores a 20 euros es necesario, además, introducir el número pin en el terminal para validar la operación.
En principio, no existe riesgo de pagar sin querer, ya que para efectuar la compra es necesario situar la tarjeta o el móvil encima del datáfono y mantenerlo ahí unos segundos. Funciona de la misma manera que el abono de metro (en Madrid) o autobús sin contacto: no por pasar al lado del lector con un bolso en el que está guardada la tarjeta esta se activa, sino que hay que situarla encima. En el caso de las tarjetas bancarias o los móviles es lo mismo.
No valen todos los datáfonos ni todas las SIM
No valen todos los datáfonos ni todas las SIM Si se utiliza el sticker, no hace falta ningún requisito más. Si se utiliza el móvil directamente, como en el caso de La Caixa, es necesario que este tenga instalada la tecnología NFC (solo disponible para algunos móviles tal y como viene en el link) y una tarjeta SIM especial que proporciona la operadora móvil, ya que los datos de las tarjetas están alojadas de forma encriptada en la tarjeta SIM del teléfono. Además, tanto en este caso como en el pago con sticker es necesario desargarse la aplicación móvil en cuestión.
Este servicio de pago móvil está disponible en varios bancos españoles y todos lo ofrecen sin costes adicionales de activación ni mantenimiento. Es decir, que el único coste para el cliente es el que ya impliquen la cuenta y la tarjeta contratada. Si la tarjeta que el cliente tiene contratada con el banco tiene coste de activación o mantenimiento, este se mantendrá, pero no será necesario pagar más por el servicio de pago móvil.
Gracias a la tecnología contactless, la utilización de las tarjetas financieras evoluciona hacia la comodidad, lo cual puede entrañar un cierto peligro. Para Facua-Consumidores en Acción, el riesgo de mayor gasto por la sencillez del sistema de pago es el mismo que existe con la utilización de dinero de plástico. Las tarjetas de crédito y débito generan mayor nivel de compra por la sensación de dinero infinito y con este sistema de pago ocurriría lo mismo; para no caer en el despilfarro, la organización recomienda el pago con dinero en efectivo.
¿Es este sistema seguro para el cliente? Facua considera que no debería haber problemas en la garantía del pago siempre que el comercio realice el protocolo correspondiente (entrega de un documento acreditativo del pago -un ticket o factura- e introducción de la contraseña). En cualquier caso, como la aplicación o el sticker son simplemente otro formato de la misma tarjeta que se tiene contratada con el banco, en caso de robo se puede bloquear.
Tendencias
Aunque este sistema ya supone un avance, algunas entidades bancarias siguen dando pasos más allá. BBVA, que hasta ahora solo contemplaba el pago móvil con el sticker, ha actualizado su aplicación en colaboración con Visa con la tecnología Host Card Emulation (HCE), mediante la cual los datos de la transacción están en la nube. Así, desde este mes es posible realizar pagos solamente acercando el móvil al datáfono siempre que el móvil tenga tecnología NFC, pero sin necesidad de tener una tarjeta SIM especial, ya que los elementos de seguridad de la transacción quedan alojados en los sistemas del banco en lugar de en el hardware del dispositivo. Eso sí, para utilizar esta tecnología es necesario que el móvil sea Android 4.4 en adelante.
La Caixa, por su parte, ha desarrollado una pulsera Visa que puede utilizarse como tarjeta para realizar pagos sin contacto en comercios. La pulsera lleva incorporado un chip que contiene la información encriptada de la tarjeta del cliente, de manera que solamente acercando la pulsera al datáfono es posible efectuar la compra.
Estos avances simplifican la utilización de las tarjetas bancarias que, gracias a tecnologías como esta, se diversificarán aún más en los próximos años. Tiempo al tiempo.