Luxemburgo, 17 jun (EFE).- Los países de la Unión Europea pactaron hoy un enfoque común en la normativa comunitaria que busca hacer obligatorio monitorear la salud de los suelos, que son la base del 95 % de los alimentos y albergan más del 25 % de la biodiversidad mundial y constituyen un sumidero de CO2.
En el próximo ciclo legislativo, el Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros, podrá negociar la normativa definitiva con el Parlamento Europeo, que representa a los grupos políticos.
“Los seres humanos y nuestros ecosistemas dependen del suelo como fuente de alimentos, agua limpia y hábitat. Pero es un recurso no renovable que necesita ser protegido y restaurado. Hoy, estamos dando un paso importante hacia suelos saludables en la UE para 2050”, declaró el ministro del Gobierno de la Región de Bruselas-Capital responsable de Cambio Climático, Medio Ambiente, Energía y Democracia Participativa, Alain Maron, cuyo país ostenta la presidencia de turno del Consejo de la UE.
La posición común de las capitales sobre el texto presentado por la Comisión Europea en junio de 2023 prevé que los Estados miembros controlen y evalúen la salud de los suelos “para que las autoridades y los propietarios de tierras de toda la UE puedan tomar prácticas de gestión sostenible del suelo y otras medidas adecuadas”, indicó el Consejo en un comunicado.
Los países también abogan por centrarse en abordar “el sellado del suelo y la destrucción del suelo, como los aspectos más visibles, más impactantes y más fáciles de monitorear de la ocupación del suelo”.
Defienden, además, establecer principios de mitigación que deben tenerse en cuenta en la planificación del uso del suelo por parte de los Estados miembros que sean “lo suficientemente flexibles para respetar las decisiones de planificación espacial (...), incluyendo medidas sobre vivienda y transición energética”.
La Directiva, una vez negociada con la Eurocámara, exigirá también a los Estados miembros que identifiquen todos los sitios potencialmente contaminados para elaborar mapas de acceso público.
“Una vez identificado un sitio contaminado, será investigado y se abordarán los riesgos inaceptables para la salud humana y el medioambiente”, agregó el Consejo.
La Directiva aspira a tener todos los suelos en una condición saludable para 2050.