Uno, dos, tres y cuatros años. Y nada. 668.342 personas desempleadas llevan inscritas desde abril de 2014 en el Servicio Público de Empleo (SEPE) buscando un empleo que no llega. Cuatro años “como mínimo”, explican en UGT, hasta abril de 2018 porque es la consulta que planteó el sindicato al SEPE para intentar poner rostro al paro de “larguísima duración” que no aparece en las estadísticas públicas, que solo proporcionan datos de desempleados durante más de dos años. Los más afectados, con diferencia, son las personas con más edad: 7 de cada 10 parados durante más de cuatro años son mayores de 50 años.
“Es el desempleo que más margina del mercado laboral”, advierte Antonio González, del Gabinete Técnico Confederal para la Secretaría de políticas sociales, empleo y seguridad social de UGT. En las estadísticas de la Encuesta de Población Activa (EPA) y las del paro registrado (SEPE), el llamado “paro de larga duración” pone cifras a aquellos que llevan desempleados más de un año y más de dos (paro de “muy larga duración”).
Según las cifras de abril, había un total de 3.335.868 personas paradas registradas en las oficinas públicas de empleo en España. De ellas, 924.458 (un 28%) lo estaban desde hace más de dos años. En este colectivo de paro de muy larga duración, los mayores de 50 años ya destacaban sobre el resto de grupos de edad: eran 553.397 (el 60%).
Pero tras la crisis, y pese a la recuperación, en España hay muchas personas que no logran volver a engancharse al mercado laboral y el sindicato quería arrojar luz sobre este colectivo. UGT planteó una consulta al SEPE para saber cuántas personas se encontraban en esta situación desde abril de 2014 al mismo mes de 2018, y el servicio público les proporcionó datos sobre “todos los que llevan más de cuatro años en el desempleo, por sexo y edad”.
Las cifras confirmaron sus dudas: las personas más mayores son las más expuestas y afectadas por este tipo de desempleo. Del total de 668.342 personas paradas inscritas en las oficinas públicas de empleo desde hace más de cuatro años, hay un 70,8% (472.924 desempleados) que tiene más de 50 años. Estos nuevos datos permiten saber que la inmensa mayoría de los parados mayores de 50 que llevan más de dos años en desempleo, en realidad, llevan al menos cuatro en esta situación.
Por grupos de edad, los menores de 25 años suman 4.830 personas; los de 25 a 35 años, 29.020 personas; y los de entre 35 y 49, 161.568 personas.
El 60% son mujeres
Más de 6 de cada 10 personas en esta situación son mujeres. González advierte de que además de un componente de edad, el sindicato halla un “fuerte sesgo de género” en este paro de larguísima duración. El 62% de las personas desempleadas que buscan trabajo en las oficinas públicas de empleo desde hace cuatro años son mujeres.
“Hay un sesgo fuerte de género que implica que estamos ante un colectivo de especialísimas dificultades y marginación”, explica el sindicalista. Las mujeres son mayoría en todos los grupos de edad: 53% (menos de 25 años), 64% (25 a 35 años), 68% (35 a 49 años) y 60% (mayores de 50 años).
Las consecuencias del paro de larga duración son muchas. Entre ellas, la desprotección social: muchos desempleados agotan sus prestaciones y subsidios conforme van acumulando meses en paro. UGT recuerda que del total de parados registrados en el SEPE a diciembre de 2017, un 31% no recibía ningún tipo de prestación o ayuda. De los que sí la percibían, la gran mayoría obtenía ayudas asistenciales (casi el 80%), de menor cuantía que la prestación contributiva.
Estar desempleado en España te expone además en gran medida a estar en riesgo de pobreza. Casi la mitad de los desempleados en España están en riesgo de pobreza, un 45%, respecto al 14% de los que tienen un trabajo.
Mari Carmen Barrera, secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT, considera que el nuevo Gobierno debe revertir las medidas de las reformas laborales de los últimos años que han afectado directamente a este colectivo. Es el caso de la modificación del subsidio de mayores de 52 años, que pasó a concederse a partir de los 55, se modificó el acceso según la renta familiar y redujo la cotización para la jubilación a la Seguridad Social, entre otros aspectos.
“Pero no solo es el subsidio”, recuerda Barrera. Desde UGT piden a la ministra Magdalena Valerio que implante políticas activas de empleo enfocadas directamente a este grupo con más dificultades para salir del paro.
Según los cálculos del sindicato, esta situación de desempleo cronificado en los mayores de 55 años tiene además un grave perjuicio en la cuantía de su pensión. Los efectos son “excesivamente perjudiciales”, con una pensión de jubilación de hasta “un 40% inferior”. Es decir, “que recibiría solo un 60% de la que le correspondería de haber seguido su carrera laboral hasta la edad de jubilación ordinaria”.