No es vinculante. Es una resolución. Pero le venía bien a la Comisión Europea para tener respaldo parlamentario a la nueva ronda de negociaciones comerciales abierta con Estados Unidos que, teme la Eurocámara, pueda desembocar en un nuevo TTIP.
Y el Ejecutivo comunitario se ha encontrado con el revés del Parlamento Europeo. Es verdad que ha sido un revés enrevesado. ¿Por qué? Pues porque este jueves el Parlamento Europeo no ha logrado ponerse de acuerdo en la votación sobre las “Recomendaciones para la apertura de negociaciones entre Unión Europea y Estados Unidos” de la Comisión Europea.
Así, la corriente de oposición a las negociaciones comerciales con el Gobierno de Donald Trump –parte de los socialdemócratas, Verdes e Izquierda Unitaria– ganó una enmienda clave: con 230 votos a favor y 224 en contra, se aprobó la enmienda 27, que pedía al Consejo Europeo –los gobiernos– “que no respalde las directrices para la negociacioÌn en su forma actual”, decía la texto de la enmienda. Es decir, rechazaba la apertura de negociaciones comerciales con EEUU tal y como estaban planteadas por temor a otro TTIP.
A raíz de la aprobación de esa enmienda, populares, liberales y algunos socialdemócratas han cambiado el sentido del voto sobre la resolución y la han rechazado por completo (con 223 votos en contra, 198 a favor y 37 abstenciones). ¿Por qué? Porque la resolución, ahora, pedía a los países de la UE que no respaldaran los mandatos de la negociación tal y como está planteada que autorizan a la Comisión Europea a iniciar conversaciones con Washington.
De esta manera, los opositores a las negociaciones ganaron enmiendas clave –que pedían no iniciar la negociacioÌn “en su forma actual”–, pero perdieron la votación final porque, una vez incluidas las enmiendas, la resolución había dejado de gustar a la derecha.
En consecuencia: no hay resolución del Parlamento Europeo, ni para respaldar ni rechazar una negociación comercial con EE UU. Es decir, no hay mandato parlamentario para comenzar negociaciones comerciales entre la UE y los Estados Unidos. El Parlamento no emite opinión sobre las negociaciones.
A partir de aquí, es el Consejo de la UE –los Estados miembros–, el que debe decidir ahora sobre las directrices para la negociacioÌn con EEUU. La comisaria de comercio de la UE, Cecilia Malmström, ya avisó hace unos días que las negociaciones con Estados Unidos podrían comenzar “dentro de algunas semanas”.
“Defendemos las relaciones transatlánticas y el diálogo como mecanismo para resolver los problemas a los que hacemos frente, pero no creemos que se den las condiciones para negociar un acuerdo comercial con EEUU en los términos planteados por la Comisión”, ha dicho durante el debate en el pleno la eurodiputada del PSOE Inmaculada Rodríguez-Piñero, miembro de la Comisión de Comercio Internacional.
“La incoherencia de esta resolución rozaba el absurdo”, ha criticado la eurodiputada de Podemos Lola Sánchez: “La misma Comisión Europea, que se ha comprometido a que la implementación del Pacto de París fuese condición para firmar tratados comerciales, presentaba ahora un macroacuerdo comercial con los Estados Unidos de Donald Trump”.
La eurodiputada socialista Rodríguez-Piñero ha insistido: “Lamentamos profundamente que la derecha hoy se haya pronunciado en contra de exigir condiciones a la apertura de negociaciones con EEUU y, en particular, que hayan votado en contra de exigir la aplicación del Acuerdo de París sobre Cambio Climático como precondición, tal y como defendemos los socialistas y aprobó el Pleno del Parlamento Europeo en su Resolución sobre Diplomacia Climática. No podemos negociar con quien nos impone aranceles ilegales que vulneran el orden internacional. Estas no son las condiciones para entablar las negociaciones que deben darse en el futuro”.
“La votación no es vinculante, pero muestra que no hay apoyo político mayoritario para reabrir las negociaciones comerciales fallidas del TTIP con un negacionista del cambio climático, racista, misógino y peligro mundial como es Donald Trump”, afirma Tom Kucharz, el activista de No a los Trabajos de Comercio e Inversión: “Es un mensaje poderoso a los gobiernos de la UE y, particularmente, el gobierno de Pedro Sánchez”.