La tercera ola del virus se notó en el arranque del mercado laboral en 2021. El empleo se redujo en 137.500 personas trabajadoras en el primer trimestre del año (-0,7%), una importante caída de los ocupados aunque supone la mitad de lo que cayó en el mismo periodo de 2020 (-285.600), este solo afectado al final por la irrupción de la pandemia. El paro en cambio bajó en 65.800 personas entre enero y marzo de 2021, lo que supone el primer descenso del desempleo en un arranque de año desde 2015. Sin embargo, aumentó notablemente el número de personas inactivas que no buscan empleo pese estar disponibles para trabajar, 162.500 más que en el cierre de 2020, “por las restricciones de movilidad”, apunta el Instituto Nacional de Estadística (INE). Así, el primer trimestre del año condicionado en su totalidad por la pandemia de coronavirus deja un balance de 19.206.800 personas ocupadas y 3.653.900 paradas.
Los tres primeros meses del año suele traer malas noticias para el mercado laboral. Desde 2008, se registra siempre destrucción de empleo. En un contexto de normalidad, cuánto disminuye el número de trabajadores depende en gran medida de si la Semana Santa cae en marzo o en abril. La pandemia interrumpió la normalidad y por el momento no la hemos recobrado. Así, los datos de este trimestre deben compararse con cautelas y contexto respecto a los de los años pasados. Incluso a los del primer trimestre de 2020, que comenzaron a verse afectados por el coronavirus, pero todavía muy poco, ya que solo afectó a las dos últimas semanas de marzo.
¿Qué contexto es el del primer trimestre de 2021? Por desgracia, el de una nueva ola del virus, la tercera, que impactó con más fuerza que la segunda en número de contagios y que, de nuevo, se combatió con medidas restrictivas que impactaron sobre la economía. En especial, en sectores como la hostelería y el ocio, mientras que otros como el turismo –clave en España– todavía siguen hibernados debido a la pandemia.
La reducción del empleo en el arranque de 2021, de 137.500 personas, es elevada si se miran los últimos años, desde 2015, en los que el mercado laboral español se recuperaba de la pasada crisis económica. Pero llegó el coronavirus y produjo una crisis económica sin precedentes, con una contracción de la economía histórica en tan poco tiempo. Pese a esto, el empleo ha aguantado por primera vez en España mejor que la economía, lo que se atribuye principalmente a la herramienta de los ERTE, con pérdidas de empleo inferiores a la contracción del PIB.
Así, los datos de los tres primeros meses de 2021 son mejores que los inicios de año de la pasada crisis financiera. En 2009, se produjo el gran descalabro del empleo, con -770.900 trabajadores. En los siguientes años, la destrucción del empleo siguió siendo abultada, aunque menos, y no bajó de los 200.000 empleos destruidos en este periodo hasta 2014, el inicio de la recuperación económica.
El balance de destrucción de empleo entre enero y marzo de 2021 se debe en su totalidad al sector privado, ya que la ocupación aumentó en 18.300 personas en el sector público y disminuyó en 155.800 en el privado. Por sexos, disminuye el número de trabajadores en 84.800 hombres (-0,8%) y en 52.800 mujeres (-0,6%).
En cuanto a los sectores de actividad, aumentó el empleo en la agricultura respecto al trimestre anterior, algo que es habitual en esta época, con 15.800 ocupados más (+2%), mientras que se redujo sobre todo en la industria, con una caída de trabajadores del 1,9% (51.400 personas ocupadas menos). Le sigue en pérdida de empleo la construcción, -1,4% (18.400 trabajadores menos) y, por último, el sector servicios, que aguantó mejor la caída del empleo en años precedentes, con una reducción de ocupados del 0,6%, que se plasmó en 83.400 personas ocupadas menos.
Es destacable por otro lado que aguantó el empleo indefinido, con un ligero aumento de 31.300 trabajadores, mientras que la caída del empleo se achacó a la destrucción de empleos temporales, con 168.600 trabajadores menos con este tipo de contrato más inestable.
Por Comunidades Autónomas, la que tuvo un mejor comportamiento del empleo fue Madrid, con un incremento del 1,32% del número de trabajadores respecto al cuarto trimestre de 2020, 40.400 ocupados más. Pese a la buena marcha del empleo en la región, los datos no concuerdan con la supuesta creación de 110.000 empleos “en los últimos meses” de los que habla la presidenta Isabel Díaz Ayuso y que no ha explicado de dónde proceden. Por actividades, el empleo en la Comunidad de Madrid aumentó en la mayoría y destaca en positivo en actividades que en general se contraen en el país, como en la construcción (+3,65%) y en comercio, transporte y hostelería (+3,51%), mientras que el empleo Madrid tiene un peor comportamiento en la industria, con una abultada caída de trabajadores (-5,6%) mayor que la media (-1,9%).
Tras Madrid, se sitúan Catalunya, con un crecimiento del empleo del 1% en el trimestre (33.300 personas ocupadas más) y Cantabria (+0,5, 1.200 trabajadores). Por contra, el empleo se redujo con más intensidad en Islas Baleares (-4,16%), Extremadura (-3,4%) y en Canarias (-3,3%).
Si echamos la vista atrás 12 meses, a este año de pandemia, la fotografía que ofrece la EPA es de una pérdida de 474.500 personas trabajadoras (-2,4%) y un aumento de 340.900 personas desempleadas (+10%).
80.000 personas menos en ERTE y se disparan las afectadas por enfermedad
Hay que recordar que la EPA (Encuesta de Población Activa) incluye a las personas en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) dentro de la categoría de ocupados, ya que son trabajadores que permanecen en sus puestos aunque estos están suspendidos de manera temporal. La encuesta apunta cierta reactivación del empleo en el primer trimestre del año. qEntre enero y marzo había una media de unas 420.000 personas en ERTE, lo que supone una reducción de unos 80.000 trabajadores respecto al cuarto trimestre de 2020.
El dato de personas en ERTE es inferior al que proporciona la Seguridad Social, ya que la EPA solo recoge aquellas personas que tienen sus empleos suspendidos, no las que también están en ERTE pero con suspensión de jornada. Estas últimas ascienden a unas 200.000, según apuntó la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, recientemente.
Por otro lado, hay un dato que hace ver el impacto de la COVID en la salud de las personas trabajadoras. El número de ocupados que no han trabajado en la semana de referencia debido a “enfermedad, accidente o incapacidad temporal” es elevadísimo: 838.300 personas en este trimestre, el dato más alto de la serie que ofrece la estadística. Respecto al cierre de 2020, el número de afectados se disparó en 96.300 personas.
3,6 millones parados y aumento de las personas inactivas
El número de parados desciende este trimestre en 65.800 personas (–1,77%) y se sitúa en 3.653.900. Por sexos, el número de hombres en paro desciende en 28.100 este trimestre, situándose en 1.700.200. Entre las mujeres el desempleo se reduce en 37.700, hasta un total de 1.953.700.
La tasa de paro se sitúa en el 15,98%, lo que supone 14 centésimas menos que en el trimestre anterior y que se ve influenciada, tanto por la reducción del paro como por la bajada de la población activa, la gente disponible para trabajar, que cayó en este trimestre en 203.400 personas, hasta un total de 22.860.700.
En cualquier caso, hay que recordar que la población activa se contrae desde 2010 en el primer trimestre del año. Eso sí, las caída de los dos últimos años –desde que irrumpió la pandemia– son mayores que las registradas en ejercicios precedentes.
El INE destaca en su nota que las restricciones a la movilidad condicionaron la búsqueda de empleo de los ciudadanos. Así, destaca que “como consecuencia de la evolución de la pandemia se ha incrementado el número de inactivos disponibles para trabajar que no buscan empleo”.
A partir del tercer trimestre de 2020, cuando mejoró la posibilidad real de buscarlo por la reactivación de varios sectores cuando descendieron los contagios en veran, “una parte de quienes antes estaban en ese grupo contribuyeron al incremento del paro o pasaron directamente a la ocupación”. Pero en el primer trimestre de 2021, de nuevo de mayores restricciones debido a la tercera ola del virus, la magnitud de este colectivo de personas disponibles para trabajar pero que no buscan empleo vuelve a aumentar.
En concreto, suma 162.500 personas en el primer trimestre respecto al cierre de 2020. “Este trimestre hay 1.096.200 personas que no han podido buscar empleo a pesar de estar disponibles para trabajar”, destaca el INE.