El calor del estío siempre termina achicharrando los buenos datos del mercado de trabajo. El mes de agosto es un mes tradicionalmente malo para trabajar en España poque pese al tirón del turismo, muchos sectores despiden para volver a contratar... o no, a la vuelta del verano. Pese a los buenos registros cosechados en lo que va de ejercicio, agosto de 2014 no ha sido una excepción: 8.070 personas pasaron a engrosar las listas del paro y, lo que es peor, se destruyeron casi 98.000 puestos de trabajo en un mes.
En agosto de 2013 el paro dio un levísimo respiro al bajar en 31 personas. Pero en la serie histórica desde 2003, el paro sube de media en el mes de agosto en más de 30.000 personas llegando algunos años a superar los 100.000 desempleados inscritos de una tacada. En el agosto de este año, al ser una subida moderada (8.071 parados más) aún se respeta el saldo positivo con respecto al mismo mes de 2013 con 271.000 parados menos. En términos desestacionalizados, esto es, corregido el efecto del calendario, el paro baja ligeramente con respecto a julio en 11.091 personas. En definitiva, un mes átono para el desempleo que rompe con seis bajadas consecutivas del registro del paro.
Como es acostumbrado, la industria, que es donde es más habitual despedir en agosto al cerrar las fábricas, fue el sector que más paro generó, seguido por el sector servicios y mínimamente la construcción. Las comunidades en las que más sube el paro son Comunidad Valenciana y Catalunya y desciende en Galicia y Castilla y León, principalmente.
Por sexos, frente a julio sube entre hombres y mujeres con un mayor incremento entre los hombres, pero respecto a hace un año, son los hombres los que están logradon corregir las cifras de paro con más rapidez. Cabe destacar que este agosto se reduce el desempleo entre los menores de 25 años.
Menos gente trabajando
Más precauciones suscita la cifra de destrucción de puestos de trabajo. En agosto desaparecieron casi 98.000 empleos, lastrado sobre todo por la educación y la industria manufacturera que redujeron plantillas. La hostelería y las actividades sanitarias no lograron compensar con la creación de empleo estas fuertes caídas.
Además, en términos desestacionalizados (de nuevo sin contar las variaciones del calendario) se perdieron 2.298 empleos. Aunque la cifra parece baja, es la primera negativa desde hace un año y está muy soportada por el aumento de los afiliados en la agricultura.
Pese al signo negativo, el dato es el mejor de la serie en un agosto desde 2003. Esto hace que de nuevo, el mal dato de este mes no borre las cifras de crecimiento del empleo acumuladas hasta ahora y en términos interanuales la afiliación crezca casi un 2%. Los autónomos son los que se incorporan a la aficiliación a un ritmo más acelerado, con una tasa media del 2,5%.
De media, hay unos 350.000 empleados más que en las mismas fechas de 2013, pero casi 750.000 personas menos trabajando que en 2011 cuando Mariano Rajoy ganó las elecciones. Esa reducción del tamaño del mercado de trabajo será muy difícil de recuperar por la marcha de gente fuera de España, el envejecimiento de la población y el desistimiento de muchas personas por encontrar un empleo.
Así las cosas, el tamaño del mercado de trabajo en España es ahora el equivalente al de 2002, una década pérdida de crecimiento, creación de empleo y boon económico. De aquel vergel de creación de empleo apenas quedan los rescoldos.
Además, los contratos registrados en las oficinas de empleo siguen señalando a un mercado con muy poca valentía para hacer indefinidos. En agosto se firmaron 1,135 millones de contratos (medio millón menos que en julio), de los cuales, solo el 6,34% eran de carácter indefinido. Pese a todo, el Ejecutivo señala en su nota de prensa que son más indefinidos que se contrataron en el mismo agosto del año anterior (cuando no había ni se atisbaba la aclamada recuperación).
Poniendo el foco en algunos datos se percibe la extrema temporalidad del empleo que se genera en agosto. Por ejemplo, en la comunidad autónoma de Andalucía se registraron 247.656 contratos en agosto, de los cuales, 239.655 eran temporales. En la Comunidad Valenciana, de los 97.000 contratos firmados, 90.000 tenían carácter temporal.
La cobertura de las prestaciones, es decir, la proporción de parados registrados en las oficinas de empleo que reciben algún tipo de ayuda, bajó en julio en casi cuatro puntos, del 64,5% al 60,5%. Esto quiere decir que seis de cada diez parados que buscan activamente empleo reciben alguna ayuda que de media fue de 807 euros (un 7% menos que en julio de 2013).