¿Qué está pasando en Carrefour?
Carrefour es la mayor empresa de distribución alimentaria de Europa. Vale en bolsa cerca de 10.000 millones de euros, pero no vive su mejor momento, aunque sea una compañía con un beneficio anual que supera los 1.659 millones de euros. Hace dos años, el valor en el parqué de la multinacional francesa rondaba los 17.000 millones de euros en un momento en el que se hablaba de una posible integración con uno de sus grandes competidores, Auchan, la matriz de Alcampo. Sin embargo, esa fusión no se materializó y ahora vuelve a sonar en el mercado la idea de que Carrefour está estudiando una operación corporativa, aunque no está nada claro en qué puede consistir.
La compañía dirigida por Alexandre Bompard está trabajando con un equipo de asesores para diseñar diferentes opciones a futuro, según la información publicada por la agencia Bloomberg. Entre ellas, toda la gama de posibilidades: desde comprar algún competidor, fusionarse, vender activos, reorganizar todo su negocio o vender divisiones por países, por ejemplo, su actividad en España. Incluso podría analizar la opción de dar entrada a un nuevo accionista, según aseguró la agencia estadounidense, que citaba fuentes conocedoras. Carrefour no quiso comentar esa información y esa ha sido la misma respuesta que ha dado a elDiario.es.
Aunque Carrefour valga actualmente cerca de 10.000 millones de euros, su valoración real se acercaría más a 25.000 millones, si se suma la deuda, lo que convertiría cualquier transacción en uno de los grandes movimientos corporativos de Europa en un sector donde no hay tantas grandes operaciones como en otras industrias.
Una estructura accionarial con cambios
Hace tiempo que Carrefour no tiene un accionariado tranquilo, lo que puede dar pie a que pongan en marcha operaciones corporativas. Según los datos que comunica la compañía, la mayor parte de las acciones de Carrefour no están en manos de un accionista de referencia, sino que cotizan en el mercado. Eso haría más fácil a un inversor financiero o a un competidor lanzar una oferta de compra (OPA) por el gigante de la distribución.
Su principal accionista es una sociedad, denominada Galfa, que hace unos meses dio un paso atrás y vendió parte de su cartera de acciones de Carrefour. Galfa está controlada por la familia Moulin, dueña de Galerías Lafayette, uno de los grandes almacenes parisinos con más renombre. En abril, Galfa vendió 25 millones de títulos en una operación valorada en cerca de 365 millones de euros, según la información publicada por uno de sus asesores en este movimiento. Eso dejó la participación de Galfa en Carrefour en el 10,5%.
En el capital también estaba, hasta su fallecimiento en febrero de este año, el empresario brasileño Abilio Diniz, que sumaba más del 8,8% del accionariado de Carrefour, que ahora estaría en manos de sus herederos. Hasta 2021, en Carrefour también estuvo otro empresario francés de renombre, Bernard Arnault, propietario del gigante del lujo LVMH. Llegó a tener casi el 10% del capital del grupo francés pero, entre 2020 y 2021, fue colocando sus acciones en el mercado.
Dos intentos de fusión fallidos
La salida de Arnault del accionariado de Carrefour prácticamente coincidió con dos operaciones que habrían incrementado la dimensión de la multinacional francesa. En enero de 2021, el grupo canadiense Couche-Tard lanzó una oferta por el grupo de supermercados que valoraba la compañía en 16.145 millones de euros. En concreto, ofreció 20 euros por acción. Hoy cada título vale cerca de 15 euros.
La empresa norteamericana aseguró que se trataba de una oferta amistosa, para crear un gigante global, pero se encontró con el rechazo frontal del Gobierno francés, que vetó la operación por tratarse de una empresa clave. “La seguridad alimentaria es estratégica para nuestro país y no cederemos a uno de los grandes distribuidores franceses”, aseguró el entonces ministro de Economía, Bruno Le Maire.
Meses después saltó otra posible operación, que no conllevaba tantas reticencias políticas, pero que tampoco acabó por concretarse. La prensa francesa aseguró que Auchan estaba dispuesto a comprar Carrefour, para integrar los dos negocios. Según trascendió entonces, la operación no salió adelante porque los accionistas –Auchan está controlado por otra familia, los Mulliez– no se pusieron de acuerdo sobre el valor de las acciones de Carrefour.
Tampoco es que durante este tiempo Carrefour haya estado de brazos cruzados. Después de que no salieran adelante los dos intentos de fusión, Alexandre Bompard lanzó un plan estratégico hasta 2026 que pasaba, sobre todo, por impulsar la marca blanca para que pasase de ser el 33% de las ventas al 40%. Una medida que no fue aplaudida por los fabricantes. Tampoco lo fue la decisión de Carrefour de quitar marcas de sus lineales por entender que estaban aprovechando la espiral inflacionista para disparar aún más sus precios. “Ya no vendemos esta marca debido a los aumentos inaceptables de los precios”, justificó Carrefour sobre la retirada de productos como Lays o Pepsi.
El segundo mayor operador en España
Una de las opciones que estaría sobre la mesa de la dirección de Carrefour, aunque la compañía no comenta sus planes, pasaría por la venta de su negocio en España. Una actividad que va bien.
Carrefour es el segundo mayor operador de España, con una cuota de mercado del 9,6%, según Kantar. Solo está por detrás de Mercadona, aunque lejos de la posición que tiene el grupo valenciano, que controla más del 26% del mercado, según la misma firma de análisis. La tercera es Lidl, con el 6,4%.
El negocio en España de Carrefour funciona, aunque está frenándose. El año pasado, en pleno despegue de la inflación de los alimentos, sus ingresos se dispararon a máximos históricos, hasta los 11.821 millones de euros. El beneficio se incremento en un 20%, has los 348 millones. De este 2024, con la inflación a la baja, ha dado datos al cierre de septiembre. En estos nueve meses, las ventas comparables se han reducido un 0,8% y se han situado en 8.513 millones de euros.
Pese a este estancamiento, Carrefour afirma en su presentación a inversores que, en España, ve “una clara mejora de la actividad” desde el mes de septiembre, que se traduciría en un aumento de ventas en la recta final del año.
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