El presidente de la patronal de las empresas eléctricas (Unesa), Eduardo Montes, ha señalado hoy que el alto precio que pagan por la luz los consumidores en España se debe a las tasas e impuestos que ha ido cargando sobre el recibo el Gobierno central.
Antes de participar en Las Palmas de Gran Canaria en un foro organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección, Montes ha subrayado que el 61 por ciento del coste final de la factura de la luz “se destina a cosas que no tienen que ver con el sistema eléctrico” y que han sido impuestas por el Estado.
Tan sólo el 39 por ciento del recibo de la luz se corresponde con los servicios que presta el sistema eléctrico, ha explicado.
“Lo que se está haciendo mal es poner en el recibo de la luz cosas que pagamos todos y que creo que no deberían de estar ahí”, ha opinado el presidente de Unesa, quien ha defendido que la factura tan sólo debería recoger lo propio del sistema, es decir, los gastos que implica generar la energía, transportarla, distribuirla y comercializarla, así como el impuesto de valor añadido (IVA).
Sin embargo, ha añadido, al sector se le cargan “otra serie de cosas” que no tienen nada que ver con las compañías eléctricas.
Aun así, Montes ha explicado que el sistema eléctrico español es “muy complejo”, pero cuenta con una red eléctrica “de las más seguras de Europa”.
Unesa sostiene que el precio de la energía en España está “entre los más baratos de Europa”, aunque luego la factura se eleve por las tasas e impuestos que han ido estableciendo los diferentes gobiernos, “uno tras otro”, y que nada han tenido que ver con el sistema eléctrico, a pesar de que encarezcan el recibo.
“Independientemente del color político, que es algo en lo que no me meto, ni me toca, ni me interesa ahora mismo”, los Gobiernos centrales anteriores son los que han sobrecargado el sistema y el Ejecutivo actual sólo se ha encontrado un “tremendo déficit” en el sector, ha dicho.
En relación a si hay previsión de que disminuya el precio final del recibo de la luz, Montes ha indicado que eso dependerá de la fluctuación de la energía y, sobre todo, de las decisiones que pueda tomar el Gobierno central sobre “las cosas que ellos ponen en el recibo y que no deberían estar ahí”.