Era cuestión de tiempo que la patronal impulsada por Inditex y otras grandes marcas del comercio se lanzara a negociar un convenio colectivo propio. Y ese momento ya ha llegado. La Asociación Retail Textil España (ARTE), en la que están integradas Inditex, Mango, Primark, Uniqlo, entre otras cadenas, ha comunicado este lunes a “los representantes de los trabajadores (CCOO, UGT, FETICO, ELA, LAB y CIG) su voluntad de negociar el primer convenio colectivo estatal del sector de comercio textil y el calzado”, según indican en un breve comunicado, de solo dos párrafos.
Este convenio está “dirigido a los grandes grupos o cadenas comerciales del sector textil (incluyendo textil y calzado, prendas de vestir, otros elementos accesorios y productos para el hogar) que cuenten con una superficie de venta física total superior a 3.500 m2 a nivel nacional, tiendas físicas en, al menos, tres comunidades autónomas, o más de 400 empleados”, indica ARTE.
El “objetivo de ARTE es avanzar con los sindicatos en un marco común estable y homogéneo de condiciones laborales a nivel nacional que sirvan de base para el sector, respetando los acuerdos de empresa existentes”, añade la asociación.
Que abran la puerta a negociar un convenio estatal no es una sorpresa, porque ya estaba en sus estatutos. ARTE se formó a finales del año pasado, impulsada por Inditex, con unos estatutos que específicamente recogían que la asociación iba a servir de “instrumento y plataforma para intervenir y participar en el diálogo social con las organizaciones sindicales a fin de concertar políticas de interés recíproco a nivel sectorial y promover acuerdos en materia de negociación colectiva”.
Una negociación que afecta, entre todas las cadenas, a más de 60.000 empleados en toda España. Solo Inditex, contando su plantilla en Arteixo, supera los 46.000 trabajadores.
División en el comercio
La creación de esta patronal ha abierto, además, un cisma en el comercio. Con esta negociación, si deriva en un convenio estatal, las grandes empresas contarán con un convenio propio para todas ellas, que hasta ahora no habían tenido.
Dejarán así de depender de convenios provinciales -como sí tendrá el pequeño comercio- lo que ha dado algún que otro dolor de cabeza a las grandes multinacionales.
En este marco está el choque de Inditex con su plantilla en tienda, que en la recta final de 2022 y principios de 2023 se evidenció con protestas y una negociación que se saldó con un acuerdo con los sindicatos que fijo, por primera vez, un salario mínimo fijo desde 18.000 euros a todos los trabajadores de tienda, de todas las marcas del grupo gallego.