Pepe Álvarez desvela que la patronal planteó un salario mínimo más bajo para los jóvenes
La patronal planteó un salario mínimo más bajo para los jóvenes en la mesa de negociación con el Gobierno y los sindicatos, según ha desvelado este miércoles el líder de UGT, Pepe Álvarez. El dirigente sindical ha criticado la cerrazón de los empresarios a elevar los salarios más bajos en el tramo final del año, que considera que “no tiene argumentos”. Álvarez no ha tirado del todo la toalla en la negociación y ha defendido que aún puede haber un pacto en el diálogo social con un incremento más “flexible” (es decir, inferior) al cierre de 2021, pero que contemple una senda de subida hasta 2023 que cumpla el objetivo de la legislatura de situar el SMI en el 60% del salario medio. Unos 1.049 euros al mes.
“La CEOE en las reuniones sobre el salario mínimo interprofesional ha llegado a proponer que no le subiéramos el salario a los jóvenes”, ha revelado esta mañana el secretario general de UGT en una rueda de prensa sobre este nuevo inicio de curso. El líder sindical ha señalado este ejemplo como una de muestra del proceder de los empresarios en la mesa de negociación, que en su opinión solo muestra su negativa a cualquier incremento.
“La CEOE es evidente que si señala a los jóvenes no es para que cobren más que los mayores. Se ha hecho referencia a los jóvenes, pero también a sectores que se quería que no subiera el salario mínimo, como las empleadas del hogar, trabajadores agrícolas”, ha añadido.
Álvarez ha destacado que la patronal de empresarios no ha explicado estas propuestas públicamente, “pero lo ha dicho en la mesa de negociación y no lo ha dicho porque es muy grave”. “La única intención” de estas propuestas, ha valorado el líder de UGT, “es no subir el SMI”.
Los sindicatos han dado pasos para intentar un acuerdo, ha defendido Álvarez, ya se han mostrado favorables a una mayor “flexibilidad” este 2021, con un incremento inferior a sus pretensiones (25 a 30 euros más al mes), si se pacta una senda de incremento para el año que viene, que no sea inferior a 1.000 euros, y que al final de la legislatura se alcancen el 60% del salario medio.
Cerrazón de los empresarios y presión política
Los empresarios por su parte siguen defendiendo públicamente su negativa frontal a subir el salario mínimo en 2021, pero en el Gobierno y los sindicatos mayoritarios aún sostienen que continúan los contactos y la negociación. El pacto se antoja muy complicado dadas las manifestaciones de la patronal CEOE, que ya ha alcanzado multitud de acuerdos con el Ejecutivo de coalición, algo que le ha valido de críticas internas a su líder, Antonio Garamendi, y también del principal partido de la oposición, el PP.
Pepe Álvarez ha destacado que “es evidente” la presión política que está sufriendo la patronal por parte de la derecha, tras expresar su opinión sobre los indultos de los independentistas catalanes y tras el acuerdo sobre pensiones, que Pablo Casado llegó a tachar de “gran error”.
“Me parece fortísimo, desconocido, que se llegue a un acuerdo agentes sociales y haya un reproche de los mismos que hace unos meses llegaban a un acuerdo en el Pacto de Toledo”, ha criticado Álvarez, en referencia al PP. “Lo que no se atreven a decir es que no quieren subir las pensiones con el IPC, pero quieren que lo digan por ellos los empresarios”, ha afirmado.
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