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Periodistas “comprados” y “ambiente de terror”: los ataques al Gobierno de una de las grandes inmobiliarias madrileñas

Fotomontaje de Ángel Soria ante uno de los edificios de Torre Rioja.

Antonio M. Vélez

20 de octubre de 2021 22:16 h

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“Creación de un ambiente de terror”, medios de comunicación “comprados” por el Gobierno, violación de los derechos fundamentales sin amparo legal y unos resultados en la gestión de la pandemia que define como “posiblemente los peores del mundo”.  

Así describe en sus últimas cuentas anuales Torre Rioja, inmobiliaria perteneciente al multimillonario madrileño Ángel Soria, las medidas adoptadas por el Gobierno español en 2020 para frenar la crisis sanitaria, que han tenido, según afirma, un importante impacto sobre esta empresa, dedicada al alquiler de oficinas y hoteles, y una de las últimas que se ha acogido al régimen de ventajas fiscales de las socimi (sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria).

Tras despacharse contra el Ejecutivo, Soria, un empresario con un perfil subterráneo que pasa por ser uno de los grandes propietarios de oficinas y solares en Madrid, acaba de aprobar el traslado a España de Matra Investments, sociedad instrumental con orígenes en Curaçao con la que desde Luxemburgo ha controlado Torre Rioja durante años.

Según documentación oficial, el pasado 28 de septiembre Soria aprobó la mudanza a España de esa empresa, que tenía activos de 271 millones y tras su traslado se llamará Torre Matra Invest SL. Estará domiciliada no en Madrid, donde Torre Rioja ha tenido históricamente casi toda su actividad, sino en el número 101 del Paseo de Gracia de Barcelona, una de las arterias más importantes de la capital catalana.

La operación se ha aprobado después de que esa firma luxemburguesa 100% propiedad de Soria y ahora trasladada a España llevase a cabo el pasado 31 de diciembre una ampliación de capital de 69 millones de euros mediante la aportación de acciones de la sociedad de cabecera de Soria, la española RA, SL.

Matra Investments, una sociedad sin empleados, fue migrada a finales de 2009 a Luxemburgo desde Curaçao, donde se creó el 29 de diciembre de 2000. La firma multiplicó su tamaño a finales de 2018, al absorber Hemmingstreet Corporation SA. Esta última había sido creada originalmente en 1992 también en ese paraíso fiscal en Antillas Holandesas. Su traslado a España se ha realizado tras aprobar Torre Rioja su conversión en socimi en una junta celebrada nada más decretarse el confinamiento, el 26 de marzo de 2020.

Uno de los 200 más ricos

Soria, que en diciembre cumplirá 67 años, es una de las grandes fortunas españolas, pese a ser desconocido para el gran público. El último ranking de ricos españoles de El Mundo le atribuía un patrimonio de 335 millones de euros, en el puesto 154 de las personas más adineradas del país.

Su inmobiliaria, Torre Rioja, cerró el ejercicio 2020 (concluido en noviembre) con inmuebles con un valor de tasación aproximado de 610 millones. El grupo en el que consolida, Ra SL, acabó el ejercicio con activos de más de 566 millones.

Según sus últimas cuentas, disponibles a través de Insight View, Torre Rioja declaró en 2020 pérdidas de 20,6 millones, frente al beneficio de 8,7 millones de un año antes. El 29 de marzo de 2020 “se presentó el correspondiente recibo a la Agencia Tributaria” para la conversión en socimi “con efectos retroactivos a partir del periodo impositivo de 1 de diciembre de 2019” para beneficiarse de las exenciones fiscales de estas sociedades.

En sus cuentas, la empresa cifra en el 8,17% la caída en sus ingresos por arrendamiento y, en un tono inusual en los documentos que se depositan en el Registro Mercantil, arremete contra las medidas adoptadas por el Gobierno para frenar la pandemia. Si en público Soria es discreto, en las cuentas de su empresa se explaya.

Tanto RA SL como Torre Rioja, que ha declinado hacer comentarios, indican en sus cuentas que las medidas de contención de la COVID adoptadas por el Gobierno se tradujeron en “cierres de numerosas actividades, limitaciones y/o prohibiciones de circulación de personas, limitación de los horarios de apertura, creación de un ambiente de terror a través de los medios de comunicación públicos y privados (comprados con ayudas directas e indirectas) con graves consecuencias sociales, paralización de la Administración, Educación y parte de la Sanidad”.

En suma, “un conjunto de medidas que atentaban contra derechos fundamentales sin que el rango de estado de alarma lo permitiera”. “Igualmente se disminuyeron los controles de tipo político y judicial de las medidas tomadas por el Gobierno”. “Otros países, como Taiwan o Corea mantuvieron su actividad económica y social con bastante normalidad, teniendo unos resultados económicos y sanitarios mucho mejor que los de España (posiblemente los peores del mundo)”.

El pasado ejercicio estuvo “claramente condicionado por la pandemia”. “España ha sufrido un frenazo en lo que a arrendamiento de espacio de oficinas se refiere”. El stock disponible aumentó un 22,4% como consecuencia del teletrabajo y la incertidumbre económica. En 2019 “el número de oficinas disponibles para alquilar en todo el territorio nacional era de 22.300, mientras que, al cierre del año 2020, esta cifra se sitúa en 27.290”. En Madrid, la oferta a cierre de 2020 era “de 8.800 oficinas en alquiler, lo que se traduce en un 27% más que el año anterior”. El grupo dice que la ocupación de sus inmuebles al cierre del ejercicio era del 85%.

“Como consecuencia de la caída de los ingresos del año pasado y la continuación de la situación, a 26 de febrero de 2021, dentro de un entorno de empobrecimiento de la sociedad española se producirá previsiblemente una disminución del valor de los inmuebles”, advierte.

Torre Rioja tiene más de 180.000 metros cuadrados de superficie sobre rasante en oficinas, suelo con más de 80.000 metros cuadrados de edificabilidad y hoteles en Madrid, donde es casero de multinacionales como Roche, BNP o General Electric.

La empresa concentra su cartera de edificios en el eje de la Castellana y el este de la capital. Tiene también hoteles, un inmueble en Budapest y cientos de plazas de garaje. Cuenta con una filial en Andorra y controla un 3% del grupo industrial Tubacex. Soria preside una sicav, Menara Capital, con un patrimonio de 3,8 millones. Ante la caída del negocio inmobiliario, el empresario ha optado por diversificar. En diciembre de 2020, a través de Torre Rioja, compró el 9% de Creand Wealth Management, antiguo Banco Alcalá, del Grupo Crèdit Andorra, por 6,12 millones.

Soria heredó su inmobiliaria, creada en 1971, de su padre, José Soria Velasco, fallecido en 2002 y que hace cuatro décadas ya era una de las 100 personas más ricas de España, por delante de Rafael del Pino, fundador de Ferrovial: aparecía en el puesto 78, con una fortuna de 1.590 millones de pesetas de la época, que teniendo en cuenta el IPC acumulado desde entonces equivalen a unos 670 millones de euros. Figuraba en el listado de mayores fortunas del país que, en un alarde de transparencia impensable en estos días, publicó el Ministerio de Hacienda a finales de los años 70. La lista la encabezaba el fallecido José María Ruiz-Mateos.

En una de las pocas entrevistas que el actual dueño de Torre Rioja ha concedido (al diario Expansión, en 2018), Ángel Soria se definía así: “Soy economista pero he estado siempre en obra. Siempre digo que no soy financiero sino un albañil con corbata”. También presumía de no haber repartido nunca dividendo con Torre Rioja, política que tendrá que cambiar para disfrutar de los beneficios fiscales de las socimi. Estas firmas están exentas del Impuesto de Sociedades si una vez salen a bolsa distribuyen el 100% de su beneficio a sus socios.

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