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Una de cada cinco personas paradas lleva más de cuatro años sin encontrar un empleo

Imagen de archivo de una oficina pública de empleo en la Comunidad de Madrid.

Laura Olías

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Con la recuperación económica, los niveles de paro se han reducido desde el máximo registrado en 2013, de casi 6,3 millones de personas desempleadas. En el último semestre del pasado año, esta cifra alcanzaba a 3,3 millones de trabajadores. CCOO ha subrayado este jueves que para una gran parte de estas personas la situación de desempleo se ha enquistado. Un 20%, unos 640.000 trabajadores, lleva más de cuatro años apuntados a las oficinas públicas de empleo sin lograr reengancharse al mercado laboral.

El llamado “paro de larga duración”, aquel en el que la búsqueda de empleo supera los 12 meses, es una de las materias en las que el Ministerio de Trabajo está trabajando antes de dejar el Gobierno. La ministra Magdalena Valerio ha anunciado un plan para este colectivo, que pretenden aprobar en los próximos Consejos de Ministros.

Y es que, del total de casi 3,3 millones de parados de los que da cuenta la Encuesta de Población Activa (EPA) en el último semestre del año, cerca de la mitad –el 47,5%– lleva más de un año en esta situación. Unas 1,6 millones de personas, destaca Comisiones Obreras en su informe 'Mercado de trabajo y protección por desempleo'.

Si se rasca detrás de esta cifra, el sindicato advierte de que esos más de 12 meses en la mayoría de los casos afecta a personas en situación de paro de “muy larga duración”. Un 71% de estas 1,6 millones de personas llevaban más de dos años sin encontrar un empleo.

Con los datos del Servicio Público de Empleo (SEPE) –que solo registra a los desempleados apuntados en sus oficinas, con cifras es algo menores que contempladas en la EPA–, CCOO pone el foco en el siguiente escalón. Las personas que encadenan cuatro años o más sin encontrar un trabajo. En diciembre de 2018 suponían el 20% de las personas apuntadas a las oficinas del SEPE, unas 640.000 personas.

El sindicato advierte de que, como ocurre con la tasa de paro en general, en este paro de larguísima duración (más de cuatro años) existe una brecha de género. Afecta al 21% de las mujeres desempleadas, mientras que en el caso de los hombres la cifra es del 17%. Un estudio de UGT del pasado verano enfocaba a este colectivo, en este caso en función de la edad de los trabajadores: el 70% superan los 50 años.

El informe de CCOO subraya que estas personas “mayoritariamente están fuera de la cobertura de protección por desempleo por haber agotado sus prestaciones en muchos casos”, por lo que el sindicato exige políticas más allá del Plan para parados de larga duración que negocia al Gobierno con los agentes sociales. En su opinión, es urgente un nuevo ámbito de protección que cubra las “lagunas del actual sistema de protección social tradicional” y sugiere implantar una prestación de ingresos mínimos, como la recogida en la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) impulsada por UGT y CCOO en el Congreso.

Menos protección y de peor calidad

La cobertura de la protección por desempleo, a cuántas personas llegan las prestaciones y ayudas para personas en paro, es también un motivo de preocupación para la organización. Aunque la tasa de cobertura va en aumento, hasta un casi un 62% en enero, el avance es “lento”, ha precisado Carlos Bravo, secretario de Políticas públicas y Protección social de CCOO. Además, está “muy lejos” del nivel de 2009, en el que casi un 80% de las personas desempleadas estaba protegido por alguna ayuda o prestación.

Su traducción es que, en la actualidad, casi cuatro de cada 10 personas paradas no recibe ningún tipo de ayuda o subsidio, una cifra en la que de nuevo se observa una brecha de género: esta desprotección afecta al 44% de las mujeres paradas y al 33% de los hombres en esa situación.

Además de quiénes se encuentran bajo el sistema de protección por desempleo, el estudio se detiene en la calidad de estas ayudas. A partir del año 2010, las prestaciones asistenciales –de menor cuantía que las contributivas– “tomaron la delantera”, advierte el informe, y hasta el momento no se ha revertido esta ventaja. Si en 2008 el 65% de los beneficiarios recibían una prestación contributiva y el 35% una ayuda o subsidio asistencial, el pasado año la mayoría de beneficiarios (el 56%%) recibía ayudas asistenciales.

La remodelación de la protección por desempleo es otra de las cuestiones que se ha visto afectada por el adelanto de las elecciones generales. Carlos Bravo ha recordado que el Gobierno había suscrito el compromiso de presentar un nuevo sistema de protección asistencial por desempleo para el mes de abril y “el Ejecutivo nos dice que lo va a cumplir y se lo vamos a requerir”, ha apuntado. En cualquier caso, Bravo ha reconocido que difícilmente “ir a la norma” antes de los comicios, pero confía en avanzar “todo lo que podamos”.

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