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La división entre socialistas causa la suspensión de la votación del Parlamento Europeo sobre el TTIP

El Parlamento Europeo no emitirá una opinión por ahora ni marcará líneas rojas al Tratado de Libre Comercio e Inversión que negocian Estados Unidos y la Comisión Europea. Las diferencias entre el Partido Popular Europeo (PPE) y los socialistas del S&D sobre el asunto del arbitraje y sobre todo la división interna entre los socialitas han propiciado la retirada del informe, aunque oficialmente la justificación aludida por el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, ha sido la enorme cantidad de enmiendas presentadas, más de 200.

“En vista de las más de 200 enmiendas y las peticiones de voto por separado, el presidente Schulz ha decidido, haciendo uso del artículo 175 del reglamento y tras consultarlo con el presidente de la comisión de Comercio Internacional (INTA), posponer la votación”. En realidad, más de la mitad de las enmiendas procedían de las familias abiertamente contrarias al tratado (GUE, los Verdes) y la decisión de Schulz responde al “peligro” de que el TTIP fuera tumbado este miércoles, según fuentes de la institución. Ahora el informe vuelve a INTA y allí se aprobará y volverá al Pleno de Estrasburgo cuando los grupos se pongan de acuerdo.

El cisma entre PPE y S&D se ha producido tras la polémica votación de la comisión INTA el pasado 28 de mayo, según la cual los dos grupos, junto a los conservadores y los liberales, sacaron adelante el informe del eurodiputado alemán Bernd Lange. Según este informe, los igualmente polémicos tribunales de arbitraje para mediar entre conflictos entre Estados e Inversores (los denominados ISDS) fueron aprobados, sin dejar muy claro en el texto que se rechazaba el arbitraje privado.

La reacción de las redes sociales contra los socialistas fue rápida, y estos movilizaron a sus delegaciones nacionales y multiplicaron su actividad la semana pasada para enmendar su “error”, como han reconocido varios eurodiputados. El grupo S&D quiere tribunales para solucionar conflictos entre países y empresas, pero de carácter público. “Queremos jueces de carrera, no abogados procedentes de bufetes”, señalan.

Pero ahí no acababa el fuego en la bancada socialista. Varios eurodiputados franceses, ingleses e italianos amagaban con votar contra todo el informe. La eurodiputada francesa Pervenche Bères, próxima a François Hollande, explicó a este medio por la mañana las dificultades de llegar a un acuerdo. “En este momento, estamos en contra del TTIP”, aseguró Bères.

El tiempo juega en contra de que el tratado vea la luz. Si ya es difícil que supere todas las pruebas en la UE antes de 2017, la coincidencia de año electoral en EEUU pone aún más en solfa la posibilidad de conseguir el sí al acuerdo a los dos lados del Atlántico.