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El precio de la luz alcanza el nivel más alto desde la tormenta Filomena en vísperas de la nueva factura

Evolución del precio de la luz en 2021

Antonio M. Vélez

27 de mayo de 2021 22:09 h

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Mayo va a ser otro mes con un recibo de la luz inusualmente caro en vísperas de la entrada en vigor de la nueva factura eléctrica, el próximo martes. A la espera de ese importante cambio, el mercado mayorista de electricidad lleva semanas en una escalada alcista, espoleado por la especulación en el mercado europeo de derechos de emisión de CO2 y el encarecimiento del gas natural.

Este viernes, el megavatio/hora (MWh) se vende a una media de 88,95 euros, que es el precio más alto desde el pasado 13 de enero, cuando la bolsa conocida como 'pool' vivió otro pico de precios, en algunos días por encima de los 90 euros, coincidiendo con la ola de frío asociada a la borrasca Filomena que colapsó la Comunidad de Madrid.



Esta escalada, que repercute en el coste de la energía, cuyo peso en la factura es del 24,1%, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), llega tras una primera quincena de mayo en la que el pool registró el precio medio más elevado de la historia, casi 60 euros MWh. Lejos de remitir, la media mensual de mayo ya supera los 65 euros MWh, el mismo que en abril. Entonces, el recibo final del consumidor se encareció un 15% respecto a marzo, hasta 73 euros. La consecuencia fue que, junto al encarecimiento de los carburantes, el IPC se disparó hasta el 2,2% en tasa interanual, nueve décimas por encima de la tasa de marzo y en máximos desde octubre de 2018.



Estos niveles del mercado mayorista son inéditos para estas alturas del año, cuando la producción hidráulica suele deprimir su cotización. Un precio por encima de los 80 euros es más propio de un mes de enero que de abril o mayo, como reflejan los datos históricos de OMIE.

Este nuevo episodio alcista se produce en vísperas de la entrada en vigor, el 1 de junio, del nuevo modelo de factura eléctrica, que puede añadir aún más confusión entre los usuarios. La asociación de consumidores Facua pedía este jueves al Gobierno que no la ponga en marcha tras calificarla de “denigrante para los consumidores más vulnerables”.

El repunte el pool se explica en esta ocasión porque la cotización del carbono (que incide en el coste que pagan las industrias por contaminar) ha roto otro techo en mayo al superar por primera vez los 55 euros por tonelada. En lo que va de mes, su cotización media alcanza ya los 51,67 euros, según datos de SendeCO2, frente a los 33,43 euros del pasado enero. Hace un año, con medio mundo confinado por la pandemia y la demanda en mínimos por el parón industrial, no llegaba a los 20 euros.

Al coste del carbono, impulsado por la irrupción en la bolsa europea de CO2 de bancos y fondos de inversión, se suma otro elemento que está impactando en los mercados eléctricos europeos y en la competitividad de sus empresas: el alto precio del gas natural, el combustible que alimenta las centrales de ciclo combinado.

“No dependen de nosotros”

El gas y el CO2 son dos factores que “no dependen de nosotros”, dijo el miércoles en el Congreso la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ha señalado que trabaja en “intervenir” el mercado e implantar fórmulas –“mecanismos colchón”, dijo hace unos meses– compatibles con el modelo marginalista de formación de precios que impera en la UE –por el que todas las tecnologías cobran el precio que marca la última central que casa oferta y demanda–, que permitan que estos picos de precios no generen un incremento en lo que cobran todas las tecnologías.

Se trataría de poner coto a lo que popularmente se conoce como los “beneficios caídos del cielo” que prometía atajar el acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos. Pero no solo para hidráulica y nuclear, sino también para las tecnologías renovables, que no tienen costes variables.

A la espera de conocer el detalle de la medida en la que trabaja el Ejecutivo, Ribera ha confiado el descenso futuro de la factura a que sigan entrando en el sistema nuevas plantas de renovables y al futuro Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) que prevé sacar el coste de las antiguas primas a las energías limpias del recibo para cargarlo al conjunto de sectores energéticos.

Según fuentes del Ministerio, Transición Ecológica “ultima” la remisión a Consejo de Ministros del FNSSE, “que producirá una reducción en cinco años del 12% de la factura eléctrica”, y trabaja “en una propuesta para acompañar a la industria y a los consumidores domésticos evitando un encarecimiento del sistema que no se corresponde íntegramente con un incremento de los costes reales de la energía que consumen”.

El FNSEE, que según dijo Ribera el miércoles el Ejecutivo va a llevar “enseguida” al Congreso para iniciar su tramitación como proyecto de ley, tiene el apoyo de Aelec, la patronal a la que pertenecen Iberdrola y Endesa, pero ha soliviantado a la industria y a las petroleras. Tampoco parece tener el plácet del PP. Su diputado Juan Diego Requena lo calificó el martes de un “invento que no puede ser más injusto y más ineficiente”.

Durante la defensa de una proposición de ley en la que los populares plantearon, sin éxito, cargar a los Presupuestos los impuestos a las eléctricas que creó el Gobierno de Mariano Rajoy y que las cuentas públicas sufraguen también las anualidades del déficit de tarifa acumulado (desfase entre ingresos y costes regulados del sistema eléctrico) que España ideó en tiempos de Rodrigo Rato para no tener que subir la luz, Requena afirmó que el Gobierno “le va a subir la luz al español que trabaja y a las familias” para ilustrar su rechazo a las nuevas tarifas eléctricas, que Facua ha calificado de “aberrantes”.

Esta asociación pidió el jueves al Gobierno “que dé marcha atrás” a este nuevo sistema tarifario y criticó que la CNMC, el organismo que las ha diseñado, “esté promoviendo fórmulas de supuesto ahorro como planchar la mitad de las veces en el horario menos caro, relegado al tramo de 00.00 a 8.00 horas de lunes a viernes y todas las horas de sábados, domingos y festivos nacionales”.

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