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El precio de la luz sube un 15% pese al tope del gas por la compensación a las centrales

El precio de la luz para los consumidores beneficiados por el tope al gas que acaba de entrar en vigor va a subir este jueves un 15%, por el fuerte incremento de la partida para compensar a las eléctricas por la cotización real de esa materia prima, que está otra vez disparada.

El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista va a repuntar este jueves un 3,2% con respecto al de este miércoles, hasta situarse en 170,81 euros/MWh, según datos del Operador del Mercado Ibérico de la Energía (OMIE). Y el de la compensación a las eléctricas se va a disparar un 48%, hasta 88,2 euros/MWh. El segundo día de aplicación de la excepción ibérica para limitar el precio de la generación eléctrica con gas natural se salda así con una subida de precio, tras registrarse en su debut una caída inferior a la esperada por el Gobierno.

La medida se ha estrenado en un contexto muy adverso, que se ha traducido en precios del denominado pool por ahora superiores a los 130-140 euros/MWh que el Ejecutivo estimó que iba a propiciar. La denominada solución ibérica ha echado a andar en la peor ola de calor para un mes de junio en las últimas dos décadas. Esto implica una mayor demanda para el uso de equipos de aire acondicionado, menor producción eólica y menos generación fotovoltaica, por el efecto del calor en las placas, que reduce su rendimiento. El resultado es un uso intensivo de la generación con gas.

A esto se suma que una central nuclear (Trillo) ha alargado la parada que había previsto (de momento su arranque se retrasa un día) y unos precios del gas al alza, afectados por el anuncio de la rusa Gazprom de que va a reducir el aprovisionamiento a Europa y por un accidente en una de las principales plantas de gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos. Así, mientras en Europa la referencia más usada en el mercado gasista, el TTF holandés, ha llegado a superar este miércoles los 100 euros/MWh por primera vez en un mes, la del mercado ibérico Mibgas se dispara para este jueves casi un 22%, hasta 97,54 euros/MWh, frente al tope de 40 euros que fija el mecanismo.

El Mibgas es la referencia que se tiene en cuenta para calcular la compensación que, una vez aplicado el tope al gas, se paga a las centrales que usan gas para generar electricidad, y que se carga a los consumidores que se benefician de la medida. Esa compensación se va a situar este jueves, de media, en 88,2 euros, con picos de hasta 116,8 euros de madrugada, según datos provisionales de OMIE.

Sumado al precio mayorista dan 259,01 euros. Una cifra que está un 15% por encima de los 225 euros/MWh de este miércoles, cuando la compensación fue sensiblemente inferior: 60 euros. Pero comporta un ahorro del 6% respecto al precio que habría arrojado el pool este jueves sin esta nueva medida, de acuerdo con la estimación del Gobierno.

Según el Ministerio para la Transición Ecológica, en ausencia del mecanismo, cuya correcta aplicación está supervisando la CNMC, “los precios en España habrían subido hasta el entorno de los 275 €/MWh, lo que pone de manifiesto su eficacia para reducir el precio de la electricidad, limitar los beneficios extraordinarios de las empresas eléctricas y funcionar como un ”cortafuegos“ ante los elevados precios del gas”.

El miércoles, según las estimaciones del Gobierno, esos 225 euros/MWh también supusieron un ahorro de en torno al 6% respecto al precio que según el Ejecutivo, habría resultado sin el mecanismo ibérico, de unos 240 euros/MWh. Con todo, inferior a la bajada del 15-20% prevista antes de su puesta en marcha.

El ministerio recuerda que la compensación a las centrales de gas varía en función del volumen de gas que necesite el sistema y de su precio (cuanto más gas se precisa y más caro está, más elevado es el ajuste) y se repercute sobre los hogares y las empresas que se benefician de que esa materia prima deje de contaminar el precio que cobran todas las tecnologías del mix. Transición Ecológica subraya que “se mantienen la ola de calor y la elevada demanda, con una muy excepcional participación de las centrales de gas en la cesta de generación: aportarán 398 GWh, el máximo diario desde 2008, hace 14 años”. A eso se suma la subida de la cotización del gas. 

El miércoles, la vicepresidenta Teresa Ribera defendió en TVE que “incluso en escenarios extremos como este, el precio está por debajo de lo que hubiéramos tenido que pagar” sin el tope al gas. “Evidentemente nos hubiera gustado un precio más bajo, pero el precio de España está significativamente por debajo del precio de Francia o del precio de Italia”.

El precio medio de casación (sin contar la compensación a los ciclos), los citados 170 €/MWh, están lejos de los 272 €/MWh de Francia, los 202 €/MWh de Alemania para este jueves o los 277 €/MWh de Italia.

Precios propios de una crisis energética global que ha llevado a que en Australia, el regulador de la energía haya tomado esta semana una decisión sin precedentes: el control de la red eléctrica nacional para evitar alzas desmesuradas de precios y evitar apagones, en un momento crítico por las paradas por mantenimiento de varias centrales térmicas en plena ola de frío, en un país que cubre más de la mitad de la demanda eléctrica con carbón.

Larga negociación

El mecanismo del tope ibérico fue autorizado el pasado miércoles por la Comisión Europea, tras una larga negociación, y convalidado un día después por el Congreso de los Diputados. Va a estar vigente hasta el 31 de mayo de 2023. El Real Decreto-Ley establece que el mecanismo para limitar el precio del gas para la generación eléctrica se va a situar en una media de 48,8 euros/MWh durante el próximo año. El límite será más bajo en los primeros seis meses de aplicación: 40 euros/MWh. Luego irá subiendo a razón de 5 euros/MWh cada mes.

La medida, calificada de “histórica” por el Gobierno, tras una larga negociación con la Comisión Europea, pretende ser una suerte de escudo para proteger a los consumidores de lo que pueda ocurrir en los próximos meses con la cotización del gas natural, como consecuencia de la guerra en Ucrania. Su objetivo es evitar que el precio del gas siga contaminando los precios del mercado mayorista de electricidad.

El tope no significa que las centrales de gas tengan que operar a pérdidas: la diferencia entre el precio real de la materia prima y el tope ibérico se cargará contra el sistema eléctrico. La compensación la pagarán los consumidores, que sin embargo notarán un ahorro neto en su factura. Bruselas calcula que la medida tendrá un coste de 8.400 millones de euros, de los que 6.300 millones corresponderán a España y 2.100 millones, a Portugal.

El ahorro en la factura dependerá de cuál sea la cotización del gas natural en los próximos meses y de otros factores como la aportación de las renovables, que abaratan el mercado mayorista. Pero el Gobierno afirma que la rebaja para los consumidores españoles será de entre un 15% y un 20% con respecto a los precios actuales, inferior al 30% calculado inicialmente. El motivo es que, en la negociación con Portugal y con Bruselas, se acordó que los contratos no vinculados al mercado mayorista no tuvieran que financiar en un primer momento la compensación a las eléctricas por el coste del gas, y que lo hagan según vayan venciendo esos contratos.