Los precios de la vivienda parecen casi inmunes a las subidas de los tipos de interés y a su impacto en las hipotecas. Hay una ligera bajada pero mantienen su resiliencia. Así lo indica el Índice de Precios de Vivienda (IPV), que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el cuarto trimestre de 2023 bajó tres décimas, pero sigue en positivo y se situó en el 4,2%. Sin embargo, hay claras diferencias por tipo de vivienda, porque la de nueva construcción deja el índice en el 7,5% (cayó 3,5 puntos en el conjunto del año); y en cambio, la variación de la vivienda de segunda mano se situó en el 3,6%, cuatro décimas por encima.
Como comparación, la subida de la vivienda nueva es la mayor en precio desde la burbuja inmobiliaria, porque en 2007 su repunte de precios llegó al 11,9% y la usada acumula diez años consecutivos de alzas.
Si se pone únicamente el foco en la recta final del año, el INE asegura que los precios de la vivienda nueva disminuyeron un 1,4% entre el tercer y cuarto trimestre, mientras que los de segunda mano bajaron un 1%.
La resistencia de la vivienda, a pesar de los repuntes del Euribor, hace que sea una opción mucho más interesante para los inversores que apuestan por ella como un activo más y no como un derecho. De hecho, para los caseros es más rentable tener un piso en alquiler que apostar por las letras o los fondos de inversión, como contamos en esta información.
Las mayores subidas, en Andalucía y Navarra
El INE también desglosa cómo evolucionaros los precios de las casas en el último año en los diferentes territorios.
Indica que las comunidades autónomas donde se registraron mayores subidas de precios fueron Andalucía (5,3%), la Comunidad Foral de Navarra (4,7%), Canarias y Comunidad de Madrid (4,5% en estos dos últimos casos).
En cambio, los menores repuntes se registraron en Castilla-La Mancha (2,1%), Extremadura (2,2%) y Galicia (3,4%).
En Catalunya, el repunte fue del 3,5%, por debajo de la media. También está por detrás Euskadi, donde los precios avanzaron un 3,9%. En cambio, en Illes Balears, el incremento estuvo por encima de la media estatal y se situó en el 4,4%.