La preocupación de los españoles por la vivienda se duplica en los últimos tres años
El acceso a la vivienda en España resulta un tema cada vez más preocupante para una buena parte de los ciudadanos que perciben la situación del mercado como crítica. A la subida de los tipos de interés que pone cuesta arriba el pago de las hipotecas, se suma la dificultad de muchos hogares para hacer frente al alquiler, que cada vez pesa más en la renta familiar. Esa preocupación por la vivienda es más alta en España que en otros países europeos y está creciendo, según concluye la firma británica de análisis demoscópico YouGov.
En los últimos años, el mercado de compra de vivienda en España ha sufrido un repunte significativo de los precios, llegando a experimentar un incremento del 37,5% en apenas diez años, según el Índice de Precios de Vivienda elaborado por el INE. En paralelo, los precios de la vivienda de alquiler no han llevado una trayectoria que dé un respiro a los inquilinos, que en muchas ocasiones no pueden alquilar un piso si no son hogares donde entren más de dos sueldos.
El encarecimiento generalizado de los precios deja un panorama desolador en las perspectivas vitales de una parte de la población que no es capaz de acceder a una vivienda. Por el momento, apenas un 16% de los menores de 30 años han logrado emanciparse en España, una cifra que casi duplica a la media europea según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud.
Esta compleja situación queda reflejada en el último informe de YouGov, que ha analizado distintas tendencias sociales en siete países diferentes de Europa. En el caso de España, la preocupación por la vivienda se ha duplicado en los últimos tres años, logrando cifras visiblemente superiores a las del resto de países analizados. Los últimos datos disponibles, de enero de 2024, apuntan a que un 22% de la población española considera el problema de la vivienda como uno de los dos principales retos que afronta el país.
Francisco Rodríguez, gerente de investigación de YouGov en España, explica a elDiario.es que “la percepción de la vivienda como un problema importante ha aumentado considerablemente desde que comenzamos a hacer esta pregunta”. Desde 2021, la preocupación de los españoles por la vivienda se ha incrementado en 13 puntos, marcando uno de los valores más altos del informe en toda la serie histórica, indica la firma de análisis.
La situación resulta aún más llamativa si esta cifra se compara con el entorno europeo, donde la vivienda apenas representa una preocupación para el 6,5 % de media de los países encuestados. En Alemania, segundo país donde más preocupación suscita este hecho, el porcentaje alcanza un 13%. Por su parte, Dinamarca e Italia se muestran como los lugares donde la consideración al problema es menor, con un 3%.
Así como muestra el estudio, el crecimiento de la preocupación por la vivienda en España ha aumentado considerablemente en los últimos años, aunque no de forma regular. Entre marzo de 2022 y junio de 2023 se produjo un incremento constante de 20 puntos, una variación que situó al país como el más preocupado por este ámbito entre sus vecinos europeos. Las últimas cifras recogidas, a pesar de mantenerse en valores muy altos, muestran un ligero alivio en la percepción de los españoles por la situación de la vivienda.
El precio del alquiler o la falta de vivienda pública
“En nuestra opinión, la situación en términos de vivienda es bastante dramática en España, especialmente en las ciudades más grandes”, apunta Rodríguez. Para el investigador, existen distintas causas que han motivado la tensionada situación de la vivienda tales como “los altos precios de alquiler, que han aumentado constantemente en los últimos años, o la falta de vivienda pública”.
Precisamente en este último aspecto, el de la vivienda pública, España se encuentra rezagada respecto a Europa por la baja proporción de inmuebles públicos construidos. Según el Boletín especial Vivienda Social 2020, elaborado por el entonces Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, solo un 2,5% de la vivienda española es pública, destinada al alquiler social o asequible. Una cifra muy alejada del 9,3% de la media de la Unión Europea o de naciones como Países Bajos o Austria, con un 30% y un 24% respectivamente.
La tendencia en cuanto a los precios del alquiler se mantiene al alza y, durante el pasado mes de enero, se experimentó una subida del 1,8% hasta establecerse en 12,4 euros/m2, según Idealista. Se trata de la cifra más alta de toda la serie histórica y, desde el año pasado, los precios han aumentado un 10,8%. Barcelona o Madrid continúan siendo las ciudades menos asequibles, mientras que Segovia o Pontevedra han sido las provincias más afectadas por la subida del pasado mes de enero.
Como motivos secundarios de esta preocupación por la vivienda, Francisco Rodríguez sitúa a los “salarios bajos, especialmente los de los más jóvenes, la especulación inmobiliaria unida a la presión turística o el aumento de la población expatriada de países más ricos que eleva los precios de alquiler”.
El porcentaje del sueldo destinado al alquiler o a la compra de vivienda supone un buen indicador para deducir el estado del mercado inmobiliario y el esfuerzo económico que los ciudadanos le dedican. En España, un 6,7% de los hogares tiene que dedicar más del 30% de sus ingresos a pagar el alquiler. Ese dato representa uno de cada tres hogares que viven arrendados con alquiler a precio de mercado e incluso inferior a este, según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2023 que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pesimismo sobre la economía o el desempleo
En cuanto al estado actual de la economía, España muestra una percepción negativa superior al resto de países. Sin embargo, Rodríguez aclara que “se observa un pesimismo generalizado” en el conjunto de los siete países encuestados. El analista atribuye esta situación al contexto internacional dominado por guerras, o por el repunte inflacionario en los últimos años que ha encarecido los precios de forma generalizada.
El desempleo es otro de los ejes principales del estudio. Sobre este aspecto, los ciudadanos de España e Italia se muestran claramente preocupados, hecho en consonancia con las cifras de paro de ambas naciones, de las más altas de Europa. Las cifras de desempleo juvenil, aunque en progresiva reducción, también se mantienen altas, llegando al 27,9% en España o al 21% en Italia, según recoge Eurostat.
A pesar de estas valoraciones, Rodríguez aclara que “es posible que las personas estén respondiendo no solo pensando en los niveles de desempleo, sino también teniendo en cuenta las condiciones laborales y los salarios. Sabemos que estas dos materias tienen mucho que mejorar en estos países (la temporalidad, el inicio tardío en el mercado laboral, los salarios bajos y la poca protección, o la disminución de la influencia de los sindicatos). Sin embargo, el desempleo estructural en España es mucho más alto que en otros países europeos, lo que hace que el problema se sitúe entre los cinco principales del país”, concluye Rodríguez.
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