George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln, Andrew Jackson, Ulysses S. Grant, Alexander Hamilton y Benjamin Franklin. Son los hombres elegidos para aparecer en los dólares por el Tesoro estadounidense, que en sus 227 años de historia nunca ha sido dirigido por una mujer ni ha considerado a ninguna para aparecer en su moneda. La tradición se acaba de romper: la abolicionista Harriet Tubman aparecerá en los billetes de veinte dólares en sustitución de Andrew Jackson. Su presencia ha puesto sobre la mesa la escasa presencia de activistas, científicas, economistas, políticas o escritoras en monedas y billetes. Solo las reinas han tenido su presencia asegurada.
Tubman fue la elegida por la ciudadanía en la encuesta lanzada por el Tesoro de EEUU para elegir qué mujer aparecería en sus billetes. Por detrás quedaron las activistas Rosa Parks y Eleanor Roosevelt. Canadá también se ha sumado al carro de las consultas. Su primer ministro, Justin Trudeau, ha hecho gala de su feminismo. El 8 de marzo, el Banco de Canadá anunció que a partir de 2018 incluirá a una mujer en sus billetes y lanzó una consulta para nominar a sus candidatas. No será la primera vez que aparezca una mujer en la moneda canadiense. La Reina Isabel II ya tiene un hueco en los dólares canadienses y el propio gobernador del Banco de Canadá ha reconocido que las mujeres “han sido poco representadas” en los billetes.
A pesar de las buenas intenciones, la fórmula de la consulta también genera dudas. “Parece que las mujeres tengan que ganarse la legitimidad para aparecer, mientras que nadie se cuestiona que los hombres estén ni cuáles tienen que estar”, dice la catedrática de Historia e Instituciones Económicas Lina Gálvez.
En Reino Unido, fue una intensa campaña liderada por la periodista y feminista Caroline Criado Pérez la que logró que una de las escritoras más reconocidas en lengua inglesa Jane Austen figure en los billetes de diez libras. La cara de la autora de Orgullo y prejuicio podrá verse en el papel a partir de 2017.
Austen será la tercera mujer –cuatro si se tiene en cuenta a la reina Isabel II– que alcanza ese reconocimiento. Las otras dos fueron Elizabeth Fry, pionera en la defensa de mejores condiciones para la población reclusa, y Florence Nightingale, precursora de la enfermería moderna, escritora, estadística y primera mujer en recibir la Orden del Mérito en Reino Unido. Sin embargo, su presencia en las monedas no es simultánea, por lo que Jane Austen será actualmente la única mujer que aparezca en los billetes de Reino Unido como reconocimiento a su obra (y no por su sangre real).
Los países nórdicos, conocidos por liderar las clasificaciones de igualdad de género, pueden hacer gala de su coherencia: Noruega, Dinamarca y Suecia tienen paridad en sus billetes. En Suecia, de los seis billetes en circulación, tres están ilustrados por mujeres: Greta Barbo, Astrid Lindgren y Birgit Nilsson. En el caso de Noruega, la proporción es la misma y aparecen la cantante de ópera Kirsten Flagstad y la escritora Sigrid Undsted. Entre los cuatro billetes daneses, dos tienen la imagen de mujeres ilustres: la de la escritora danesa Karen Blixen y la actriz Johanne Louise Heiberg.
Sorprendentemente, la excepción es Islandia, también muy comprometida con la igualdad y donde solo uno de sus cuatro billetes tiene la cara de una mujer, la modista Ragnheidur Jónsdóttir.
En América Latina la inclusión de mujeres en los billetes atiende a sus logros personales, aunque las proporciones siguen sin ser suficientes. Es el caso de Evita Perón en Argentina, a la que se va a sumar una dedicatoria a las madres de Plaza de Mayo, representadas por el rostro de una mujer ataviada con un pañuelo blanco. No obstante, de los diez billetes en circulación es la única figura femenina. En México Frida Khalo y Sor Juana Inés de la Cruz tienen su billete, aunque la primera comparte espacio con un hombre, cuya representación domina los siete billetes restantes.
En China los billetes de yuan tienen la omnipresencia de Mao Zedong en sus impresiones, aunque sí hay rostros femeninos. Concretamente en algunos de los billetes de 50, 2 y 1 yuan, aparte de los de 50 y 20 Jiaos (el equivalente a los céntimos).
El pasado colonialista del Imperio Británico hace que sean varias las naciones –como Australia o Canadá– las que todavía tienen a la Reina Isabel II en los billetes. En este caso se abre el debate de la presencia femenina como consecuencia de pertenecer a la familia real.
Las mujeres antes del euro
Previamente a la llegada de la moneda única europea, cada país dedicaba sus billetes a los personajes locales, en su mayoría hombres. Es el caso de la peseta en España, Rosalía de Castro fue la única figura femenina en tener presencia en los billetes. Concretamente en el de 500 que circuló hasta su sustitución por una moneda en 1987. En la última serie todas las caras eran masculinas: Juan Carlos I, Cristobal Colón, José Celestino Mutis, Hernán Cortés y Francisco Pizarro. También los escudos portugueses dieron paso al euro solo con hombres, en el pleno al cinco de las autoridades lusas al designar solo varones como personajes representativos del país.
En Italia la última serie de liras solo contó con la presencia de una mujer en el de menor valor de sus siete billetes: María Montessori. Francia, un país con la igualdad por bandera nacional, tuvo una serie final de cinco billetes de francos copada por hombres. En todos los billetes aparecía una figura masculina y solo en uno de ellos había una mujer, Marie Curie, pero compartiendo espacio con su marido Pierre. Mejor suerte corrió la científica en su tierra natal, Polonia, donde tuvo presencia individual en el billete de 20.000 zlotys.
En Grecia la única presencia femenina es la diosa Atenea pero con una figura masculina en el reverso. Sin embargo, Alemania es la excepción del viejo continente previo al euro. El marco alemán hizo gala de igualdad, al repartir las figuras representadas en sus ochos billetes en cinco hombres (dos compartían espacio) y cuatro mujeres.
Bélgica se encuentra en la misma situación que Reino Unido. Previamente a la llegada de la moneda única a la Unión Europea, eran seis los billetes de la última serie de francos belgas, en los cuales estaban reflejados seis hombres y una mujer. La única mujer que aparece, la reina Paola, aparece acompañada del rey Alberto en el único billete que comparten dos figuras. Además, al igual que en el caso de la Reina Isabel II, la presencia de Paola es más debido a su pertenencia a la realeza que a sus logros personales