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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El presidente de Aena niega que haya habido fuga de directivos por los límites salariales de la empresa

El presidente de Aena, Maurici Lucena, ha negado este miércoles que la empresa de aeropuertos haya sufrido una fuga de directivos en los últimos años como consecuencia de los límites salariales que tiene impuestos. Lucena ha reconocido que cuando llegó a Aena el pasado julio también tenía la “sensación” de que existía una alta “rotación” en su alta dirección derivada de esos topes. Ahora cree que se trata de una “falsa percepción”.

“Aena es una compañía muy atractiva para trabajar”, ha dicho Lucena, preguntado por si prevé un cambio de política salarial que acerque los sueldos de su cúpula a los de otras empresas del Ibex con participación del Estado como la rescatada Bankia, con mayoría pública en su accionariado y cuyo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, cobró 800.000 euros en 2017.

Aena, cuyo plan estratégico (cuyo detalle ha sido presentado este miércoles) incluye entre sus pilares el “fortalecimiento de las personas y el desarrollo del talento”, cotiza también en el Ibex y tiene mayoría accionarial del Estado (51%), pero está sujeta a los mismos topes que otras sociedades estatales como Correos o la SEPI. En el caso del presidente, su sueldo está limitado a unos 160.000 euros anuales. Y de ahí para abajo.

En los últimos años, la empresa ha sufrido salidas como las de Fernando Echegaray (exdirector de su Red de Aeropuertos), Beatriz Puente (exdirectora financiera) o su antepenúltimo presidente, José Manuel Vargas (2012-2017), que dimitió por “razones personales” tras intentar, sin éxito, que el Estado cediera su mayoría accionarial. Era el ejecutivo peor pagado del Ibex con la compañía disparada en bolsa.

En rueda de prensa en la terminal T4 del Aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez, Lucena, que ha señalado que la pérdida de la mayoría del Estado en Aena “no es una opción que ahora mismo esté encima de la mesa”, ha presentado ante la prensa el Plan Estratégico 2018-2021 que aprobó la compañía en mayo, todavía bajo el mandato de su anterior presidente, el popular Jaime García-Legaz, y cuyo detalle se ha conocido esta mañana.

El plan contempla un beneficio neto de 1.272 millones de euros para este año y de 1.311 millones en 2019, lo que supone un crecimiento anual del 3,2%, un crecimiento de los ingresos del 4,1%, hasta los 4.362 millones en 2019, y un 'pay out' (porcentaje del beneficio destinado a dividendos) del 80% para los próximos tres años, lo que implicará que el Estado ingrese más de 1.500 millones en dividendos en ese periodo.

Las previsiones de Aena apuntan a una reducción de su margen sobre Ebitda (beneficio operativo) por debajo del 60% como consecuencia de la moderación del crecimiento del tráfico en sus aeropuertos, con un aumento previsto para España del 2% para el próximo año, frente al 5,5% previsto en este ejercicio. La compañía lo achaca a la caída (mayor de la esperada) del tráfico británico el pasado verano y a la “falta de visibilidad” de la programación de las aerolíneas para la próxima temporada estival. A ello se une la incertidumbre del Brexit, cuyo impacto dependerá de la solución acordada para la salida de Reino Unido de la UE.

Una de las patas fundamentales de ese plan estratégico será, en el área no regulada, el desarrollo inmobiliario de las 2.000 hectáreas de terrenos “potencialmente comercializables” de Aena en Barajas y El Prat, “perfectamente aprovechables para una actividad económica que estaba latente” y que quiere desarrollar como polo logístico, sede de empresas e iniciativas de ocio y hoteleras.

El exportavoz del PSC ha avanzado que “varias” grandes empresas “han mostrado ya interés por trasladar su sede corporativa” a instalaciones que se construyan en esos suelos y se han puesto en contacto con Aena para confirmar que la compañía seguía adelante con su plan, “uno de los desarrollos inmobiliarios más importantes que se van a producir en España en los próximos 20 años”.

“Es una simbiosis, el interés es recíproco, también nos conviene por muchas razones, algunas obvias, que en estos terrenos se ubiquen las compañías más importantes del país”, ha dicho Lucena. La empresa ha contratado a Deloitte y Garrigues como asesores y va a requerir los servicios de un urbanista para que le asesore en el uso de esos espacios, que se articularán en sociedades mixtas en las que Aena aportará el suelo y los “socios industriales”, el capital necesario para desarrollarlos, “seguramente”, mediante licitación pública en 2020, de forma que los primeros desarrollos empiecen a construirse en 2022.

Caída de la acción

Lucena ha restado importancia a la caída de la acción de la compañía tras la presentación del plan, que ha llegado a perder más de un 5% este miércoles y ha acabado con un retroceso del 4,74%, la mayor caída desde noviembre de 2016. Lucena ha pedido “un horizonte temporal un poco más largo”. “Ya tendremos tiempo de valorar”, ha dicho el ejecutivo, que desde que fue nombrado ha visto caer el valor de Aena más de un 10%. Ahora cotiza por debajo de los 140 euros, que es su nivel más bajo desde marzo de 2017 aunque todavía duplica el precio al que salió a bolsa en febrero de 2015.

Lucena ha querido recalcar que el grupo, líder mundial de infraestructuras aeroportuarias por ingresos y pasajeros (315,6 millones en 2017, de los que 249,2 millones fueron en su red en España, cifra que “se va a superar este año), tiene un futuro ”prometedor“, teniendo en cuenta que las previsiones para los próximos 20 años contemplan que el tráfico aéreo se duplique en ese periodo.

La clave será “capturar una parte significativa” de ese crecimiento. Para ello, Aena va a poner el foco en el crecimiento internacional, consolidando sus activos actuales en el exterior (En Luton, Reino Unido, México y Colombia) y explorando “activos atractivos” en Europa, Asia, Oriente Medio y Norteamérica. El grupo está siguiendo de cerca la quinta ronda de privatizaciones de aeropuertos en Brasil y en Europa, tiene la vista puesta en el aeropuerto de Sofía (Bulgaria).