El presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), José Manuel Campa, ha respaldado este lunes la “legitimidad” del impuesto español a los beneficios extraordinarios del sector bancario, que ha entrado este año en vigor. Campa ha descartado, además, en un desayuno informativo que este nuevo tributo vaya a tener un “impacto neto” sobre la solvencia de los bancos en un contexto de aumento de rentabilidad.
Campa, quien fuera secretario de Estado de Economía, ha defendido que la legitimidad del impuesto tiene una “justificación plena” porque “es el parlamento el que lo ha propuesto y lo ha decidido”. Campa reconoce que es un “coste” para la industria, pero recuerda que llega en “un entorno de mejoras de rentabilidad durante los próximos años”. Así, ha zanjado que la industria “lo tendrá que asumir”.
Algunos bancos han protestado durante las últimas semanas asegurando que un tributo de esta naturaleza va a tener una repercusión en sus resultados y sus obligaciones regulatorias. Sin embargo, Campa ha reconocido que puede tener un impacto “negativo” al ser dinero que “no se queda en la industria” pero ha descartado que “vaya a tener un impacto neto en la solvencia de la industria”.
Campa ha coincidido en este desayuno organizado por Nueva Economía Fórum con Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno, quien ha revindicado este lunes la implementación de este impuesto extraordinario. Preguntada por el fuerte incremento de banqueros que cobran más de un millón de euros en España, Calviño ha asegurado que “está claro que es preciso que se aplique un impuesto extraordinario” y que “los bancos tienen margen suficiente para que no se traduzca en un aumento de costes para los ciudadanos”. La vicepresidenta ha lamentado que el PP no respaldara este tributo en el Congreso, que salió adelante con el apoyo de sus socios parlamentarios habituales durante la legislatura.
El presidente de la EBA ha defendido durante su participación en esta cita que, aunque existe “incertidumbre” por el contexto macroeconómico, el punto de partida para la banca es “bueno”. Campa ha asegurado que los bancos afrontan esta situación con una liquidez “muy buena”, con colchones de capital y con provisiones para afrontar las posibles pérdidas. Además, “la rentabilidad se ha recuperado adecuadamente”.
Sin embargo, el presidente de la EBA ha defendido que los bancos deben de ser “más prudentes”. Si bien, ha evitado valorar las políticas de dividendos de algunas entidades que incluyen el pago del 50% de sus beneficios a los acciones. Campa ha respaldado que se debe estudiar “caso a caso” y ha pedido a las entidades que se mantengan vigilantes ante la posible evolución negativa del escenario macroeconómico.
Al respecto de la actividad de la EBA, Campa ha defendido que uno de los puntos importantes de la misma es la adecuada gestión de los riesgos climáticos para los bancos. En este sentido, ha apuntado que se van a implementar nuevas políticas de gestión interna en los bancos de estos riesgos vinculados a la crisis climática. El presidente del regulador bancario europeo ha señalado que la banca “tiene que avanzar más”. “No es que estén haciendo poco, hacen mucho, pero es poco para el tamaño del problema”, ha defendido, urgiendo también a los reguladores a acelerar las políticas en este campo.
Calviño ha atendido brevemente a la prensa tras el desayuno informativo, asegurando que confía en que el Congreso avale esta semana el Real Decreto de medidas frente a la inflación que el Ejecutivo aprobó hace unas semanas. Entre ellas, se encuentra la rebaja del IVA de los supermercados. Consultada sobre el debate de implementar más medidas como el control de precios, la vicepresidenta se ha remitido a las medidas ya aplicadas. “Lo que ya hemos aprobado nos tiene que permitir que baje el precio de los alimentos, tenemos que comprobar su impacto”. Además, ha apelado a la “responsabilidad” del sector y ha confiado en que “se produzcan las bajadas de precios”.
Respecto al Salario Mínimo Interprofesional, la vicepresidenta ha recordado que ya existe un informe del comité de expertos del Ministerio de Trabajo y ha dejado ahora la decisión en manos del “diálogo social”. “Vamos a ver si los agentes sociales pueden llegar a un acuerdo”, ha asegurado Calviño. “Tenemos que subir el SMI este año, compatibilizando una senda de crecimiento del empleo y la necesidad de que se siga aumentando el poder adquisitivo perdido”, ha zanjado.