El presidente de Iberdrola no ve “claro” el futuro del impuesto a las energéticas
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha señalado este miércoles que no ve “claro” el futuro del impuesto a las energéticas que el Gobierno prometió reformular hace un año para convertirlo en permanente junto con el que soporta la banca, en un trámite que está encontrando fuerte oposición del PNV y de Junts, necesarios para sacar adelante esa medida.
“Se tiene que llevar a cabo un proceso muy largo y además con algunas incertidumbres en el Parlamento”, ha dicho Galán, a preguntas de los analistas tras los resultados trimestrales de la eléctrica. El Ejecutivo ha señalado que el grupo no ha incluido el impuesto en sus proyecciones para 2025 y 2026. Ha dejado claro que su efecto “debe de ser algo muy menor” comparado con el negocio total de la multinacional vasca.
Por ahora, “no se ha aprobado absolutamente nada” y “nuestras proyecciones para los próximos años se basarán en lo que sea real”. De momento “solo hay rumores y ruido pero nada concreto”. “Cuando se lleve a cabo ya lo introduciremos en nuestras proyecciones. No está claro que esto se vaya a producir. Es un proceso largo y tenemos que prestar atención a lo que pase”.
La mayor eléctrica española ganó 5.470,7 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 50,4% más, impulsada por los 1.165 millones en plusvalías por la venta de activos en México. Ha vuelto a mejorar sus previsiones para un 2024 en el que apunta a nuevas ganancias y dividendos récords. Excluyendo las plusvalías por México, el beneficio neto de la energética fue de 4.305,5 millones, un 18,4% más. En términos recurrentes (excluyendo además la recuperación del déficit de tarifa de Reino Unido y la provisión por impuestos en México en 2023) creció un 22%.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) aumentó un 23%, hasta 13.269 millones, impulsado, principalmente, por un incremento del 25% en las inversiones orgánicas, con la base de activos de redes eléctricas alcanzando ya 47.600 millones. Esta cifra incluye la británica ENW, cuya compra se cerró este martes, a la espera del visto bueno de las autoridades de la Competencia de Reino Unido.
El Ebitda también fue impulsado por una producción renovable en máximos históricos gracias a las nuevas inversiones y por los resultados provenientes de rotación de activos. El Ebitda recurrente creció un 11%, hasta 11.551 millones. Estados Unidos y Reino Unido impulsaron el resultado, con incrementos del 25% y el 15% en el Ebitda, respectivamente.
El grupo ha fijado la previsión de beneficio para el conjunto del ejercicio en 5.500 millones, un 14% más que en 2023, excluyendo cualquier plusvalía por rotaciones de activos, gracias a los nuevos marcos tarifarios de las redes, el incremento de la capacidad instalada y al aumento de los contratos a largo plazo. Ya suministra 10 TWh anuales a empresas tecnológicas y ultima una joint venture para montar centros de datos en España.
Galán ha hecho suyas las recientes palabras del director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, sobre la llegada de la “era de la electricidad”. “Llevo diciendo muchos años que este será el siglo de la electricidad”, ha señalado. Ha dicho que en Iberdrola se sentirían “cómodos” en caso de victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, y ha subrayado que su negocio principal son las redes, que allí están reguladas por los Estados federales. “No importa cuál sea el escenario resultante. Estamos cómodos con cualquier Administración”.
Sobre el uso de nucleares para alimentar la creciente demanda de centros de datos, ha recordado que estas instalaciones “son 24/7”, funcionan todo el año, y esta fuente puede ser una solución, lo que explica que “algunos países” estén ampliando la vida de los reactores. Pero se ha mostrado escéptico sobre los minirreactores, conocidos como SMR: “La mayor parte en fase de demostración, de proyecto”. Galán ha confiado en una mejora de la retribución de la distribución en España para facilitar el despliegue de esos centros de datos, por los que hay un “enorme apetito”.
Las inversiones de Iberdrola alcanzaron 8.600 millones hasta septiembre, con un récord de 12.300 millones en los últimos doce meses, un 13% más, fundamentalmente en redes y renovables en los Estados Unidos y el Reino Unido. La deuda neta ajustada se situó en 46.700 millones. La eléctrica espera que alcance los 51.000 millones a final de año si para entonces se completa la compra del 100% de la estadounidense Avangrid. La liquidez alcanza 22.100 millones, suficientes para cubrir las necesidades financieras de 20 meses.
La compañía ha elevado su dividendo a cuenta un 14%, hasta los 0,23 euros por acción, tras alcanzar este año ya el suelo de dividendo para 2025, fijado en 0,55 euros -este año ha distribuido 0,558 euros por título-.
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