El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha rechazado este miércoles las “cargas inesperadas” que quiere aplicar el Gobierno sobre instalaciones nucleares, hidráulicas y eólicas previas a 2005 basándose en el argumento “falso” de que reciben beneficios caídos del cielo y ya están amortizadas. “No es cierto”, ha subrayado Galán, quien ha reclamado “seguridad jurídica y certidumbre” para invertir, informa Europa Press.
Galán ha arremetido así, durante su intervención en el II Foro Económico Internacional de 'Expansión', contra el anteproyecto de ley para corregir el denominado dividendo de carbono que reciben las centrales no emisoras (hidráulica y nuclear y las eólicas más antiguas) como consecuencia de los costes del CO2 en el mercado de derechos de emisión.
El presidente de Iberdrola ha asegurado que estas instalaciones en muchos casos están en pérdidas y lejos de estar amortizadas. “Decir lo contrario es faltar a la verdad. Ahí están las cuentas en el Registro Mercantil”, ha indicado.
“En situaciones coyunturales no se pueden tomar decisiones estructurales”, ha manifestado el ejecutivo, que ha mostrado su confianza en el compromiso manifestado por la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, “a quien valoro y he apoyado en muchas ocasiones”.
Galán ha confiado en que a lo largo de la tramitación parlamentaria y a través del diálogo se llegue a una solución alineada con el marco jurídico, que dé certidumbre a las inversiones para alcanzar los objetivos marcados.
“En Iberdrola estamos abiertos a este diálogo para alcanzar un marco equilibrado, estable e incentivador, para atraer estas inversiones teniendo siempre en cuenta los factores sociales, y que no encarezca de manera desorbitada los costes de las empresas”, ha afirmado.
“Necesitamos una planificación clara, evitando sorpresas y contradicciones, y actuar con diálogo y consenso, creando mecanismos para incentivar a los que cumplen”, ha agregado Galán. La vicepresidenta cuarta afeó el miércoles en el Senado al PP que ahora critique el anteproyecto cuando planteó una medida similar en el Congreso el pasado 26 de mayo.
Curante su intervención, Galán se felicitó del consenso que concita la transición verde entre ciudadanos, mercados financieros, líderes políticos y empresariales. “Yo, que he sido la voz discordante, predicando muchos años en el desierto, para mí percibir este cambio es una satisfacción”, ha afirmado.
El directivo ha recordado que ha apoyado y ayudado para generar un mercado europeo de CO2 que puede fluctuar con arreglo a los objetivos climáticos. “No hay que rasgarse las vestiduras si el precio del CO2 sube o baja. Es un mecanismo de migración. Hay que buscar equilibrio en este sentido”, ha indicado.
No obstante, ha dejado claro que los ingresos de este mercado de CO2 van a las arcas de los Estados, y que España va a ingresar este año 2.500 millones por esos precios.