Mucha destrucción de empleo en el inicio de año. El mercado laboral perdió en el primer trimestre del año 285.600 trabajadores (-1,4%) respecto al cierre de 2019 y el paro aumentó en 121.000 personas (+3,8%). Ambas cifras suponen los peores registros desde 2013, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados este martes. Una de las cuestiones más relevantes a destacar en esta EPA, que ofrece datos medios de enero, febrero y marzo, es el impacto de la pandemia por la COVID-19, aunque es limitado porque sus efectos solo comenzaron a notarse a mediados de marzo, como mostraron los datos de paro registrado de este mes.
El primer trimestre del año suele traer malas noticias para el mercado laboral. Desde 2008, se registra destrucción de empleo y su magnitud suele quedar condicionada también por si la Semana Santa cae en marzo o en abril. El pasado ejercicio se celebró en abril, por lo que el primer trimestre de 2020 sería perfectamente comparable con el de 2019, si no fuera por la irrupción del coronavirus al final de marzo.
Es destacable que, aunque el efecto del coronavirus se ciña a las dos últimas semanas de marzo, este mes suele mejorar los registros medios del primer trimestre, con creación de empleo que compensa las grandes pérdidas del comienzo de año, especialmente de enero. En este caso, la creación del empleo en marzo quedó truncada a mediados de mes por el coronavirus.
La secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva, ha responsabilizado a la COVID-19 de los datos de paro y destrucción de empleo de este trimestre en la habitual rueda de prensa en la que comenta las cifras de la EPA. De la Cueva ha recordado que esta semana el Ejecutivo enviará a Bruselas las previsiones macroeconómicas actualizadas, con la previsión del Gobierno de tasa de paro, entre otras variables que no ha querido adelantar.
Qué empleo se ha destruido
Así, en este arranque de año el empleo se ha resentido con fuerza. El año pasado la reducción de empleo fue de 93.400 personas en este periodo. El descenso de 285.600 trabajadores en el primer trimestre de 2020 deja la cifra de ocupados en 19.681.300 personas. Hay que tener en cuenta que los afectados por ERTE en marzo están dentro de estas personas con empleo.
La caída de la ocupación corresponde sobre todo al sector privado, con una reducción del número de trabajadores este trimestre de 5.400 personas en el sector público y de 280.300 en el privado. Respecto al tipo de trabajador, el número de asalariados ha descendido en 286.000 personas respecto al trimestre anterior (-1,70%), mientras que los autónomos cayeron en 2.200 personas, con menos intensidad (-0,07%).
Entre los asalariados, la gran mayoría de la destrucción de empleo corresponde a aquellas personas que tenían un contrato temporal, que caen en 255.300 ocupados (-5,80% respecto al trimestre anterior), mientras que el descenso es menos acusado entre los que tenían un contrato indefinido, que se reducen en 30.700 personas (-0,25%). Así, la tasa de temporalidad, la proporción de asalariados con un contrato temporal sobre el total, cae hasta el 25,02%.
Por sectores de actividad, los que más se han contraído han sido los Servicios, con 276.000 trabajadores menos respecto al trimestre anterior (-1,82%) y la agricultura, con 9.100 ocupados menos (-1,15%). El empleo agrícola crece habitualmente en este periodo, como muestran los datos de años anteriores. Lo mismo ocurre con la construcción, que este año pierde 6.100 trabajadores (-0,48%). La industria fue el único sector que mantuvo el empleo, con 5.600 trabajadores más (+0,2%).
Por Comunidades Autónomas, las que más pérdidas absolutas de trabajadores registran son Baleares (–67.100), la Comunidad Valenciana (–32.100) y Andalucía (-28.900). En el siguiente gráfico se ilustra la pérdida relativa de ocupados y la de años anteriores.
Si atendemos a qué ha ocurrido en los últimos doce meses, el empleo ha crecido en 210.100 personas, lo que supone un ritmo de aumento del 1,08%, casi la mitad que en el trimestre anterior (2,06%).
Por otro lado, el aumento de desempleados deja un total de 3.313.000 personas paradas, de las que la mayoría son mujeres (1.748.800) y 1.564.200 son hombres. El INE precisa que es probable que haya personas que han perdido su empleo en la crisis del coronavirus y que no cumplan aún las condiciones para ser consideradas por la estadística como “paradas” y figuren como “inactivas”, que registran un gran aumento, de 257.500 personas.
La tasa de paro asciende así hasta el 14,41%. De nuevo, es mayor en las mujeres (16,24%) que en los hombres (12,79%).
Los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro aumentó este trimestre en 60.700, hasta un total de 1.073.800. Además, del total de 18.773.900 hogares, hay 597.000 en los que sus miembros no reciben ningún ingreso.
563.000 personas más afectadas por ERTE
El Instituto Nacional de Estadística (INE) subraya algunos datos que sobresalen por excepcionales en esta EPA dadas “las circunstancias tan especiales sobrevenidas” al final del primer trimestre. Uno de ellos es el número de “ocupados que no han trabajado en la semana de referencia”, que han subido este trimestre en 509.800 personas de media. “Esta cifra no tiene precedentes en un primer trimestre del año”, destaca el organismo.
Este pico en los ocupados que no han trabajado en la semana de referencia se explica principalmente por el aumento de 562.900 personas de media afectadas por paros parciales por razones técnicas o económicas o por la suspensión de sus contratos en un ERTE (expediente de regulación de empleo), explica el INE en su nota.
Cómo afecta la pandemia a los datos
El INE señala que “la declaración del estado de alarma ha tenido importantes repercusiones sobre la EPA del primer trimestre de 2020, tanto en la realización de entrevistas como en las variables medidas”. Sin embargo, en cuanto a los efectos de la COVID-19 en el empleo “sólo se han manifestado desde la semana 11 de las 13 de referencia de este trimestre”, por lo que el instituto apunta que “su influencia sobre la totalidad del trimestre queda diluida”.
El organismo señala también que las personas afectadas por ERTE figuran en esta EPA dentro de la categoría de trabajadores ocupados. El INE recuerda que los afectados con suspensión de empleo se clasifican como ocupados cuando dicha suspensión es inferior a tres meses. “Si es superior o igual a ese periodo y el trabajador continúa percibiendo al menos el 50% del salario, también sigue considerándose ocupado en la encuesta”, añade.
Dado que los ERTE comenzaron a producirse en masa a partir de la declaración del estado de alarma, el 14 de marzo, y por tanto estamos dentro del periodo inferior a tres meses, “los trabajadores afectados por un ERTE por causa del COVID-19 con suspensión de empleo se consideran ocupados a efectos de su clasificación en la EPA del primer trimestre”, explica la nota del INE. Además, los trabajadores afectados por un ERTE con reducción de jornada también figuran como ocupados.