Anne Boden es consejera delegada y fundadora de Starling Bank, un banco británico digital donde el cliente opera a través de una aplicación móvil. Boden visita Madrid en el marco de la Money Conf en La Nave donde el mundo de las finanzas más tradicional se junta con startups para hablar de nuevas tecnologías, el futuro de la banca y hacia dónde evolucionarán las finanzas. Tras haber sido directora del área de servicios de pago de Royal Bank of Scotland o jefa de operaciones del banco irlandés Allied, en 2014 decidió dejar su trabajo y fundar un banco digital, Starling, que actualmente tiene licencia bancaria para operar, es decir, puede captar depósitos al igual que los bancos tradicionales.
Boden tiene claro que el futuro de las finanzas pasa por la integración de los servicios bancarios dentro de la vida cotidiana. Respecto a Starling, rebate las reticiencias respecto a seguridad o trato al cliente asegurando que es totalmente seguro y que a través de su servicio de call center o de su aplicación se puede contactar con un agente durante las 24 horas del día.
Usted provenía de la industria bancaria tradicional, ¿por qué decide fundar un banco digital?
He pasado mucho tiempo en la industria bancaria tradicional, en los años 80 trabajé en informática en Lloyds Bank, después trabajé como consultora en PwC y UBS en el ramo de seguros, y más tarde en ABN Amro donde trabajé en el área internacional de pagos. Entonces, salí durante un tiempo de la banca y pasé una temporada en fintech (sector tecnofinanciero). Ahí me di cuenta que hay cosas que son posibles en fintech que no son posibles en la banca tradicional porque lo que cuesta 30.000 en fintech te costaría 30 millones en un banco tradicional. Me di cuenta de que la tecnología está cambiando y la gente está cambiando, y que es posible construir negocios en un corto periodo de tiempo. Como resultado, refresqué mi conocimiento y volví de nuevo a la banca tradicional como jefa de operaciones en Allied Bank y tuve mucho éxito utilizando técnicas de transformación tecnológicas en un gran banco. Pero quería ir más lejos, así que dejé mi trabajo para lanzar un nuevo banco.
En Reino Unido hay ya varios bancos digitales, algo que, por ejemplo, no ocurre en España ¿cuál es la razón?
Es un cambio regulatorio. En 2013 el Gobierno se dio cuenta de que a raíz de la crisis se había producido un proceso de consolidación del sector y no había suficiente competencia. Comenzaron a investigar cual era la razón de esto y llegaron a la conclusión de que era muy muy difícil fundar un banco. Tenías que tener todos los sistemas, toda la tecnología, todo el personal funcionando para poder tener una licencia bancaria pero no podías recaudar dinero para hacer esto si no tenías una licencia. Los inversores te miraban y te decían: no vamos a afrontar este riesgo por si luego no consigues una licencia bancaria. El Gobierno desarrolló entonces una nueva regulación, podías recibir una autorización con restricciones que te permitiera tener una licencia bancaria si hacías todas esas cosas. Estas cosas tardan alrededor de un año. Este es el proceso que nosotros pudimos seguir.
Si yo ahora quiero abrir una cuenta en Starling Bank viviendo en España, ¿puedo hacerlo?
Tenemos que estar autorizados en España para poder operar aquí. Este es un proceso relativamente sencillo.
En este sentido, ¿creéis que el Brexit puede afectaros?
Estamos muy disgustados por el Brexit pero no podemos volver hacia atrás. Tenemos la intención de trabajar de cara a Europa y estamos seguros de que encontraremos una forma de hacerlo.
¿Cómo compite un banco digital con la gran banca? ¿Qué puede ofrecer?
Un gran banco te pide muchas veces que contrates todos los productos con ellos. Nosotros sabemos muy bien que no podemos ofrecer la mejor hipoteca, el mejor plan de ahorro, la mejor cuenta corriente,... así que nos enfocamos en lo que hacemos bien y aparte tenemos un marketplace -una plataforma virtual- donde el cliente puede contratar el resto de servicios con otros proveedores. No podemos ofrecer los mejores productos en todas las áreas, nadie puede, por eso nos especializamos.
¿Cuál es su público objetivo?
Nos enfocamos en un público entre los 20 años y los 45, pero luego nos encontramos con gente de todas las edades. Por ejemplo, como tenemos unas tarjetas de débito con muy buen valor nos encontramos gente más mayor que viaja mucho y las utiliza a menudo.
Por ejemplo, para sacar dinero ¿se cobra una comisión al cliente?
En Reino Unido tenemos una red de cajeros donde se puede sacar sin comisión. De hecho, no tenemos comisiones tampoco en el cambio de divisas, ni en el mantenimiento de cuentas.
En España, en los últimos tiempos se está hablando mucho de la destrucción del empleo y de cierres de oficinas bancarias. ¿Cómo funciona en este sentido un banco digital?
Hacemos casi todo nosotros mismos. Tenemos nuestro propio equipo de ingenieros, tenemos un call center propio. Tenemos poca externalización de servicios.
Respecto a la fintech, al principio los bancos las observaban como una amenaza pero ahora trata de desarrollar algunas o comprarlas. ¿Cuál es la relación de los bancos con estas startups?fintechstartups
Es bastante interesante. Los grandes bancos quieren ideas y utilizan a las fintech para desarrollar innovación. Todas estas cosas son posibles, pero el gran desafío de la gran banca no es la innovación, ellos tienen gente inteligente haciendo cosas interesantes, es cómo implementarla sin que los costes sean demasiado altos. Así que ellos pueden copiar las ideas, pueden comprar las fintech, pero no pueden implementarlas en la organización.
Comentaba antes que se está produciendo una integración bancaria, ¿pueden los bancos digitales ser una nueva competencia?
Creo que estamos viviendo una etapa de consolidación bancaria en Europa. Los bancos digitales todavía tenemos una cuota de mercado reducida y la gran competencia está por ahora en manos de los grandes bancos.
Algunos de los grandes bancos están entrando en el capital de los bancos digitales, por ejemplo BBVA entró en uno de vuestros competidores, Atom ¿La consolidación del sector puede tomar ese camino?
Muchos de los grandes bancos tienen interés en los bancos digitales. Todas las semanas alguno quiere venir a visitarnos. Esta es una manera en la que los grandes bancos cogen ideas, muestran su interés por un nuevo mercado. Esperemos que esto no ocurra mucho porque queremos que los pequeños bancos sobrevivan.
El sector financiero esta muy masculinizado. ¿Cómo es para usted ser una mujer en un sector como este?
El sector bancario tradicional está dominado por hombres tradicionales. La tecnología está dominada por hombres con barba. La fintech y el mundo de los emprendedores también está dominado por hombres. No hay mujeres haciendo lo que yo hago, así que hay que animar a más mujeres para que entren en las finanzas, en la tecnología... El mundo se merece más mujeres en estos sectores.
¿Qué se puede hacer para conseguirlo?
Creo que tenemos que asegurarnos de que las mujeres lleguen a ser ingenieras, ingenieras de software, que las mujeres entren en puestos directivos en las finanzas. Muchas mujeres en los bancos terminan en puestos de recursos humanos o marketing, en puestos de apoyo. Necesitamos mujeres ingenieras, mujeres científicas de computación, en todos los puestos que suponga una generación de beneficios.