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Las protestas del campo se resquebrajan

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas; y el líder de Unión de Uniones, Luis Cortés.

Cristina G. Bolinches

5 de abril de 2024 22:20 h

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Las protestas del campo han devenido en una crisis por ver quién representa a los agricultores y ganaderos. El motivo: el plan de 43 medidas que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación presentó después de Semana Santa a las asociaciones que canalizan los intereses del sector primario y que han roto su unidad de acción. Dos de ellas ya han sellado un acuerdo con el ministro Luis Planas. Se trata, por un lado, de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), con un perfil más progresista. Por otro, la Unión de Uniones, que ha tenido su propio calendario de protestas y que, hasta este acuerdo, no estaba reconocida como un interlocutor oficial con la capacidad de sentarse a la mesa con el ministro. 

Sin embargo, quedan otras dos organizaciones –que sí tienen esa representatividad oficial– que no han firmado el acuerdo y, de momento, no tienen intención de hacerlo. Ahí están la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), que forma parte de la patronal CEOE.

“Quiero agradecer a la Unión de Uniones este paso adelante, este trabajo en búsqueda del consenso y apelo a la responsabilidad de todos, porque el Gobierno entiende que son medidas necesarias para las explotaciones y para garantizar la soberanía alimentaria”, aseguró Luis Planas el viernes al firmar con esta organización. Matizó que hay que ser “respetuosos con los tiempos y las formas”, de los demás. “Confío y espero en que se sumen a este acuerdo, es su responsabilidad”.

Los motivos de quienes pactan 

Ahora se abren dos líneas de actuación en esta crisis del campo que ya se alarga meses. Los representantes del sector que dicen que las propuestas que están sobre la mesa son suficientes y un punto de partida para seguir trabajando; y los que dicen que no hay bastante como para dejar de lado las peticiones del sector primario. Y, al mismo tiempo, se abre la opción de poner en marcha un nuevo procedimiento de elección de las organizaciones agrarias que tienen interlocución con el Ministerio, lo que ha satisfecho las aspiraciones de Unión de Uniones.

Esta última es una escisión de COAG y su líder arrastra un polémico pasado al haber sido condenado por defraudar subvenciones europeas. En esta información contamos quién es Luis Cortés, que ha estado detrás de algunas de las grandes tractoradas de las últimas semanas. 

“Llevamos un par de meses revueltos por la carreteras, pedíamos medidas para hacer rentables las explotaciones agrarias”, aseguró Cortés durante el acto de firma del acuerdo. “No creemos que sea la panacea pero es un buen punto de arranque”, asumió. “Es lo que se podía hacer y a las alturas que estamos, tenemos sembrado todo”, reconoció. También, que ahora es el momento en el que los agricultores y ganaderos tienen que comenzar a pedir las ayudas de la PAC, la Política Agraria Común.

“Firmamos porque es un documento interesante. Es un documento de buena voluntad”, repitió. “De nada vale estar todos los días en la carretera, en la Castellana o en Cibeles recibiendo palos si no somos capaces de llevarlo a una mesa de negociación”.

Unos días antes, UPA también justificó que a estas alturas, en pleno mes de abril, es el momento de dejar de lado las movilizaciones. “El tiempo de la movilización ha pasado”, justificó el miércoles el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos. “Llevamos dos meses reuniéndonos, con el ministro y a nivel técnico. Esto no se puede demorar más tiempo, el acuerdo tiene que hacerse ya porque los agricultores y ganaderos están pendientes de hacer los expedientes de la PAC y tienen que tener garantías de que lo están haciendo bien”.

Lo que han firmado estas dos organizaciones es un catálogo de 43 medidas que, básicamente, contempla una simplificación en la aplicación de la PAC, reforzar con más inspecciones la Ley de la Cadena para evitar que haya quien pague a los agricultores menos de lo que les a estos cuesta producir. También contempla medidas fiscales y trabajar de la mano de Europa para poner en marcha cláusulas espejo. Es decir, que los productos que se cultivan en otros países tengan las mismas exigencias medioambientales que marca Bruselas. Y recoge una línea créditos por valor de 700 millones de euros, a través del Instituto de Crédito Oficial y de Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria (Saeca). De esa cifra, 200 millones están reservados para jóvenes que quieran dedicarse al campo.

Y las razones de quienes rechazan pactar

COAG y Asaja no creen que estas medidas sean suficientes y critican el papel de Planas. “Las actuaciones del ministro de Agricultura de los últimos días han supuesto una pérdida de confianza al no respetar los procesos de toma de decisión de cada organización”, aseguró COAG a través de un comunicado, “lo que nos hacen ser más exigentes a la hora de pedir concreción en todas aquellas medidas que son una mera declaración de buenas intenciones”. “En este momento no se dan esas condiciones para poder pensar que aquellas medidas que dependen de la voluntad y el medio plazo se va a llevar a cabo en los términos que recoge el documento de 43 puntos”, recalcó esta organización.

Entre las medidas que reclama, COAG menciona cuestiones fiscales y critica que se obvie “completamente la posibilidad que el lobo pueda salir del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial”. También, adelanta que el lunes se reunirá el pleno de la organización, su máximo órgano de decisión “para definir la nueva hoja de ruta”, pero no indica hacia dónde puede encaminarse, si a un acuerdo o a más movilizaciones. 

Mientras, Asaja aseguró el viernes que ve con buenos ojos que el paquete de 43 medidas incluya la devolución del Impuesto de Hidrocarburos para el gasóleo agrícola o las reducciones en las facturas en el IRPF de los carburantes y los fertilizantes, entre otras. En cambio, echó en falta cuestiones como cambiar el modelo de los seguros agrarios o de abastecimiento de agua y otras que son competencia de otros ministerios, como “bonificaciones en materia de Seguridad Social para hacer frente a las subidas reiteradas del SMI o la adaptación de los contratos de 90 días de la reforma laboral para las campañas agrarias”.

“La junta directiva no considera que las propuestas presentadas por el Ministerio de Agricultura sean suficientes para abordar los numerosos y complejos problemas que afectan al sector y que le han llevado a una situación límite como ha quedado patente con la campaña de movilizaciones que durante mas de dos meses se ha llevado a cabo en todo el territorio nacional”, resumió Asaja.

Nuevo marco de representatividad

Tras la firma con Unión de Uniones, Planas reconoció que se va a poner en marcha “una mesa de seguimiento donde participarán entidades que suscriban el acuerdo”. De ella quedarían fuera, de momento, tanto Asaja como COAG. Y, ahora, con cada organización agraria tensando la cuerda según sus preferencias, se va a reabrir el modo en el que se elige la representatividad de los agricultores y ganaderos. 

Lo que se va a modificar es “el marco de representación, para actualizarlo según criterios objetivos, para fijar una interlocución a nivel nacional”, aseguró Planas. Es decir, se cambiará una ley de 2014, pensada para elegir a los representantes que se sientan en el Consejo Agrario y que no ha funcionado, porque conllevaba un proceso de elección que no ha llegado a aplicarse, lo que ha dejado siempre la representatividad en manos de Asaja, COAG y UPA. 

Hace solo unas semanas, Planas afirmaba: “Tengo la interlocución con quien debo tenerla y la voy a mantener” y “tenemos tres organizaciones que en su conjunto representan a la mayoría del sector”. En cambio, tras firmar con Luis Cortés cambió el discurso y afirmó que “con diálogo y con trabajo podremos ofrecer las mejores soluciones para dar un futuro con esperanza al medio rural, es un momento importante en una tarea colectiva, del Gobierno de España, de las comunidades autónomas y las organizaciones agrarias y Unión de Uniones tiene un papel fundamental al respecto”.

“No pedimos que la Unión de Uniones sea la cuarta organización agraria”, afirmó Luis Cortés tras aceptar las 43 medidas de Agricultura. “Pedimos democracia en el campo, pedimos que los que representan a los agricultores no sean una voluntad de un político”.

“Agradecemos que se modifique la ley para que todos aquellos que sean representativos puedan representar a los agricultores. No todos aquellos que den voces por las cunetas, por las carreteras o cualquier sitio. Ni debe ser la Administración quien ponga los representantes, ni deben ser los representantes los que más voces peguen. Tienen que ser representantes los que más apoyos tengan de los agricultores y ganaderos”, resumió Cortés.

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