PSOE y Unidas Podemos se comprometen a la “derogación” de la reforma laboral
PSOE y Unidas Podemos han cerrado un acuerdo este martes que reafirma su compromiso “con la derogación de la reforma laboral de 2012”. El comunicado conjunto de los socios del Gobierno, enviado tras la reunión convocada por Pedro Sánchez para zanjar el conflicto con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, -y a la que han asistido también Nadia Calviño y otros ministros socialistas involucrados en el nuevo marco de relaciones laborales- se compromete al desmontaje de la legislación laboral del PP “en los términos que establece el acuerdo de coalición y el Plan de Recuperación enviado a la Comisión Europea”.
La reforma laboral que se debate en estos momentos, y que debe estar aprobada antes de que concluya el año, está afectada por estos dos elementos. Por un lado, PSOE y Unidas Podemos pactaron en su acuerdo para formar la coalición progresista varios puntos en materia laboral, entre los que se encontraban expresamente la derogación de la reforma laboral del PP y, de manera urgente, de varios elementos concretos. Por ejemplo, la derogación de la prevalencia del convenio de empresa sobre el sectorial y del límite que fijó Rajoy a la llamada ultraactividad de los convenios colectivos (su prórroga una vez caducan sin que se haya pactado uno nuevo).
Preguntada por la concreción que se llevará a la mesa de diálogo respecto a esos aspectos, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que también ha estado presente en el encuentro, ha evitado pronunciarse más allá de asegurar que “existe el compromiso” en los “términos” del discurso de investidura, del acuerdo de coalición –que establece esa concreción respecto a los convenios, por ejemplo– y a la documentación enviada a la Comisión Europea en el marco de los fondos europeos.
La renovación de la legislación sobre el mercado de trabajo está también recogida dentro del plan de reformas enviado a Bruselas en el Plan europeo de Recuperación, Transformación y Resiliencia tras la pandemia. En este caso, se contemplan de manera más genérica varios compromisos, como la “modernización” de la negociación colectiva, la reducción de la temporalidad y precariedad, así como medidas de flexibilidad interna en las empresas que impidan los despidos masivos ante las futuras crisis. Este documento enviado a la Comisión Europea, el Componente 23, se refiere también a la ultraactividad y “la relación entre convenios sectoriales y de empresa”, pero solo los menciona, sin especificar cómo se van a modificar ambas cuestiones.
Fuentes del Ejecutivo aseguran que no se ha entrado en el detalle concreto de las medidas que propondrá el Ejecutivo en el nuevo marco de las relaciones laborales en los aspectos que son polémicos y que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, cuestionó que los socialistas pretendieran llevar a cabo. Lo que enfatizan en Moncloa es que lo importante es llevar una posición consensuada a la mesa de diálogo social –para lo que se ha establecido un mecanismo de coordinación– e intentar alcanzar un acuerdo con empresarios y sindicatos.
Rodríguez ha restado importancia al hecho de que Sánchez, dos vicepresidentas -Nadia Calviño y Yolanda Díaz- y cuatro ministros -María Jesús Montero (Hacienda), José Luis Escrivá (Seguridad Social), Pilar Alegría (Educación y Formación Profesional) y ella misma- se hayan reunido durante cerca de una hora para concluir que tienen que cumplir los compromisos adquiridos en el acuerdo programático y con Bruselas. “Un Gobierno de coalición por primera vez en la historia democrática exige de pedagogía acerca de la coalición y de mejora continua en la forma en que se relacionan las distintas fuerzas políticas”, ha explicado la portavoz.
Reunión de alto nivel para frenar la crisis
Tras meses de negociaciones entre el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales, la última semana estalló un conflicto interno en la coalición a propósito de esta reforma clave. La regulación afronta este mes la recta final en el diálogo social con empresarios y sindicatos, ya que tiene que estar aprobada antes del 31 de diciembre.
El pasado miércoles, las dos formaciones de la coalición acordaron un nuevo esquema de coordinación interna, que da espacio a Economía y la Seguridad Social en la negociación sobre la reforma laboral, que sigue liderada por Trabajo. Además, PSOE y Unidas Podemos fijaron la reunión de este martes para que el presidente del Gobierno encabezara un encuentro interministerial que pusiera negro sobre blanco la posición del Ejecutivo sobre la reforma laboral tras la crisis abierta al respecto.
Desde la Moncloa han destacado que “la reunión se ha producido en un clima positivo y una actitud constructiva”. Para el PSOE era necesario establecer un sistema de funcionamiento para las negociaciones que hasta ahora estaba pilotando en exclusiva el Ministerio de Trabajo y que, a juicio de los socialistas, se había involucrado en materias que excedían sus competencias sin contar con los departamentos involucrados. “Queda meridianamente claro que los trabajos previos son positivos. Nos encontramos en la recta final [de la negociación de la reforma laboral]. Una mayor coordinación del Gobierno es positiva para avanzar en un mayor diálogo para un mejor acuerdo”, ha zanjado la portavoz.
En Unidas Podemos también celebran el encuentro y el acuerdo resultante, que se refiere de manera expresa a la “derogación” de la legislación laboral del PP, un término que han evitado los socialistas en los últimos días. Plasmar de nuevo este compromiso era uno de los principales objetivos del socio minoritario, dado su temor de que Nadia Calviño intentase descafeinar la reforma. Dado el posicionamiento de la vicepresidenta económica, Yolanda Díaz exigió que el presidente Sánchez liderara la discusión interna en la reunión celebrada hoy. “Creo que hoy han ganado los trabajadores y trabajadoras de este país. Lo que vamos a hacer es cumplir con el acuerdo de Gobierno y, además, con ese componente 23 que hemos cerrado ya en su día y el Ministerio de Trabajo y Economía Social remitió a la Comisión Europea”, ha valorado esta tarde Yolanda Díaz.
Durante la sesión de control al Gobierno en el Senado, la vicepresidenta segunda ha asegurado que todo el Ejecutivo está decidido a acabar “con los errores de la política laboral del Partido Popular”. Díaz ha asegurado que en la derogación de la reforma laboral están “comprometidos” el presidente Sánchez, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, el PSOE y Unidas Podemos.
“Sería muy pobre dirigirnos o referirnos a lo que está planteando el Gobierno simplemente en una cuestión semántica. Cualquier norma implica la derogación de la anterior. Jurídicamente no puede producirse una derogación sin algo alternativo. Este Gobierno ha entendido que no era posible quedarse solo con una contrarreforma sino que tenemos algo mucho más ambicioso”, ha explicado Rodríguez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: “Es más atractivo para nuestro país y para los trabajadores que entiendan que este Gobierno no se conforma solo con dar respuesta a los agravios del pasado sino que es un Gobierno que mira al futuro con esperanza sabiendo que hacemos un cambio transformador”.
Además del compromiso de derogación, el acuerdo recoge: “La temporalidad y la precariedad son, junto al desempleo, las principales anomalías del mercado laboral español y estamos decididos a dejarlas atrás. Es imprescindible disponer de herramientas equilibradas en la negociación colectiva y al mismo tiempo, establecer condiciones claras para la subcontratación”.
El Ejecutivo insiste en el pacto “con todas las partes”
Las partes han pactado que, “sobre la base del trabajo realizado con los agentes sociales hasta el momento”, el Ejecutivo intentará alcanzar el acuerdo con los sindicatos y empresarios. “El Gobierno busca, a través del diálogo social, un acuerdo con todas las partes justo y equilibrado. Esta voluntad es la mejor garantía de obtener una reforma duradera dentro del acuerdo establecido con la Comisión Europea en el Componente 23 del Plan de Recuperación”, recoge el comunicado difundido por Moncloa.
El texto pactado entre las partes se pone como meta el acuerdo social, pero no como condicionante. Este es otro punto delicado de la negociación. Los sindicatos y empresarios mayoritarios están muy alejados en varias cuestiones de la reforma laboral, como en el desmontaje de la legislación del PP en materia de convenios colectivos. CCOO y UGT han expresado su voluntad de intentar llegar a un pacto a tres bandas, pero también han advertido al Gobierno de que no darán su respaldo a una legislación rebajada que no recupere el requilibrio de la negociación colectiva prometido por la coalición (prevalencia de convenio sectorial y ultraactividad).
Tras la reunión de este martes, el Gobierno da por zanjado el conflicto. A partir de ahí y a pesar de que la letra pequeña no se ha abordado, queda el gran reto de armar un acuerdo en el diálogo social. “La CEOE ha manifestado su interés en acordar la reforma laboral en el sentido de que están sentados en la mesa. Tienen discrepancias en algunos de los puntos, pero se está avanzando”, ha explicado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. “Estoy convencida de que podremos llegar a un acuerdo conjunto organizaciones empresariales, de trabajadores y el propio Gobierno”, ha dicho Montero la víspera de que vuelva a reunirse en diálogo social con el nuevo mecanismo de coordinación en el seno de la coalición.
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