El presidente ejecutivo y máximo accionista de Ferrovial, Rafael del Pino, acaba de sacar de Países Bajos la sociedad patrimonial con la que canaliza su participación en la constructora. La ha trasladado a Luxemburgo, otro territorio en el corazón de la UE conocido por sus bajos impuestos. La mudanza llega un año después de la polémica fuga a Amsterdam de la sede de Ferrovial y tras abrir las autoridades neerlandesas una inspección fiscal a esa instrumental, Rijn Capital BV.
Según documentación oficial, la tercera fortuna de España, con un patrimonio de 5.900 millones de euros, según Forbes, acaba de aprobar el traslado al Gran Ducado de Rijn Capital. Esta firma actualmente controla el 20,97% de la constructora.
La decisión se adoptó en una junta extraordinaria el pasado 12 de abril. 365 días después de la asamblea en la que los accionistas de Ferrovial aprobaron llevarse a Ámsterdam la sede de la multinacional.
En esa junta celebrada hace unos días, los socios de esa sociedad neerlandesa, Rafael del Pino y (con participaciones testimoniales) sus tres hijos varones, aprobaron el traslado de Rijn Capital a Luxemburgo. Refrendaron así una decisión acordada por su consejo de administración el 29 de diciembre.
La nueva empresa luxemburguesa es la sociedad de responsabilidad limitada Rijn Capital SARL. Domiciliada en un edificio de oficinas junto a la principal estación de tren de la capital del Gran Ducado, su objeto es la compra y gestión de participaciones en todo tipo de sociedades. Tiene un capital social de 200,4 millones, igual que en Holanda, dividido en 2.355 acciones. Según sus estatutos, la transferencia de acciones inter vivos a terceros requerirá de la aprobación de al menos el 75% del capital.
Junto a Del Pino la administran Rafael, Ignacio y Juan Del Pino Fernández-Fontecha, los tres hijos que el multimillonario tuvo con su primera esposa, Cristina Fernández-Fontecha, fallecida en un accidente de barco en 1998. El 99,87% de su capital (2.352 títulos) es del presidente de Ferrovial. Cada uno de esos tres vástagos tiene una acción.
El mayor, Rafael (37 años), que era administrador ejecutivo de Rijn Capital en Países Bajos, ha sido nombrado responsable de la gestión ordinaria de la nueva sociedad luxemburguesa. En distintos medios se ha señalado al segundo hermano, Ignacio (35 años), director corporativo de Finanzas de Ferrovial, como destinado a suceder a su padre, que tiene 65 años. El tercer hijo que administra Rijn, Juan (31 años), se dedica al diseño de barcos.
En Países Bajos, Rijn Capital tenía por objeto social la tenencia de “participaciones financieras”. Cerró 2022 con una plantilla de cinco personas, 3.651 millones en activos y un beneficio de 127,6 millones, frente a los 74,23 millones de 2021. En ese ejercicio declaró inicialmente ganancias de 874 millones, aunque luego reformuló sus cuentas.
En las de 2022, formuladas el pasado 30 de octubre, se indica que, en fecha indeterminada, “las autoridades fiscales [de Países Bajos] formularon preguntas sobre varios aspectos del impuesto de Sociedades de 2020. En este momento es imposible hacer una estimación adecuada del posible impacto” de esa inspección, pero el resultado “podría afectar a la posición en los estados financieros del impuesto sobre sociedades y de los activos por impuestos diferidos”.
Menos de tres meses después de formularse esas cuentas, Del Pino y sus hijos aprobaron el borrador de traslado a Luxemburgo. De este movimiento materializado hace unos días no hay rastro todavía en la autoridad bursátil de Países Bajos, la AFM, ni en la SEC de Estados Unidos, donde Ferrovial ultima su salto al parqué.
En la web de la AFM, la última notificación de la participación de Rijn Capital data del 16 de junio. Entonces la sociedad de Rafael del Pino declaraba un 20,45% de Ferrovial.
Esta instrumental es desde hace tiempo, con amplia diferencia, el mayor accionista de la constructora. Según la última información facilitada por Ferrovial el 29 de abril a la SEC, Rijn Capital tiene 152.251.078 títulos, un 20,97% de la constructora, cuyo valor actual supera los 3.800 millones. La multinacional está cotizando cerca de máximos históricos estos días, en vísperas de que este jueves debute en el Nasdaq, uno de los principales mercados bursátiles estadounidenses.
Peso creciente
El peso de esa instrumental de Del Pino en el capital de la constructora ha crecido en el último año. Cuando Ferrovial anunció su traslado a Países Bajos, Rijn Capital tenía un 20,25% de la compañía, porcentaje que Rijn elevó al 20,56% al cierre de 2023. Este año lo ha incrementado hasta rozar ese 21%.
Además de su paquete en Ferrovial, entre las filiales que Rijn Capital declaraba en sus cuentas de 2022, depositadas en el Registro Mercantil neerlandés, había dos sociedades domiciliadas en la calle Núñez de Balboa de Madrid sin apenas facturación: Criu SL (dedicada al inmobiliario o compraventa y alquiler de embarcaciones y aeronaves), con activos de más de 28 millones a cierre de 2022, y Los Estanquillos SL, que tiene a su nombre una finca y una mansión con helipuerto que el empresario compró hace veinte años en un pueblo de Cáceres.
Además de los dividendos de la constructora, los beneficios de Rijn Capital provienen de otras inversiones que las cuentas no precisan. En 2020, el año objeto de esa inspección fiscal de las autoridades de Países Bajos, la patrimonial de Del Pino declaró pérdidas de 560,7 millones. Un año antes, en 2019, se apuntó unos beneficios de 1.500 millones.
En 2018, la instrumental se convirtió en accionista de la aerolínea española Volotea, con un 5,3%. También ha realizado inversiones en proyectos de energía fotovoltaica en Chile, donde varias de sus filiales, según informaron medios locales, se declararon en quiebra a finales de 2023.
Hace años Rijn Capital invirtió asimismo en una empresa estadounidense de tratamiento de aguas residuales, Cambrian Innovation, a la que acabó demandando en 2021 por vía civil ante un tribunal de Delaware, el refugio fiscal en el que la patrimonial de Del Pino tiene domiciliada su filial en Estados Unidos.
En sus cuentas de 2022, Rijn Capital todavía incluye el 100% de la maltesa Boreas Shipping Limited, cuya existencia sacó a la luz en 2017 la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas conocida como los Paradise Papers.
Esta empresa, domiciliada en otro país de la UE conocido por su opacidad y mínima carga fiscal, aparece en el registro maltés como disuelta desde el 7 de marzo de 2017. El Mundo reveló poco después que era propietaria de un yate de Del Pino valorado en 1,89 millones, según las cuentas registradas por la empresa en 2013.
Rijn Capital, ahora luxemburguesa, fue registrada en Países Bajos en julio de 2008. El presidente de Ferrovial le transfirió sus acciones en Ferrovial en 2015, tras la reorganización de la participación de la familia en la constructora por la disolución de la sociedad Portman Baela. Esta firma, que los Del Pino controlaban a través de otra sociedad neerlandesa, Sobla Beleggingen BV, tenía el 40% de Ferrovial.
Tras la muerte del patriarca y fundador, llegó el reparto de su herencia y la desaparición de Portman Baela. Y los cuatro hermanos Del Pino Calvo-Sotelo, Rafael incluido, idearon una “compleja operación” con un plan “premeditado” que tumbaron primero la Agencia Tributaria y luego la Justicia. Utilizaron sociedades instrumentales y datos “sesgados” sin otra “explicación razonable” que el de eludir impuestos con la herencia del padre.
Rafael Del Pino ya tuvo al menos dos sociedades en Luxemburgo hace años, Vial Holding y Loriner Holding. Fueron creadas en diciembre de 2007 y se disolvieron en abril de 2010.
elDiario.es contactó con Ferrovial para conocer el propósito y las razones de esta mudanza al Gran Ducado, sin obtener respuesta: “No hacemos comentarios de movimientos de otras compañías”, indican desde el grupo.
La documentación oficial que recoge el traslado de Rijn Capital confirma que, tras llevarse la sede de Ferrovial a Amsterdam, Rafael del Pino continúa teniendo su residencia en Madrid. En concreto, en un imponente chalet que el multimillonario tiene a su nombre en Somosaguas, en Pozuelo de Alarcón, la localidad más rica de España.
Ferrovial anunció hace unas semanas el relevo de su histórico secretario general, el abogado del Estado en excedencia Santiago Ortiz Baamonde. Ha sido sustituido por la neerlandesa Geerte Hesen. Un signo de los nuevos tiempos en la empresa, convertida en gigante tras décadas viviendo de las concesiones de obra pública en España y con un largo historial de manipulaciones de licitaciones en su país de origen.