Rebajas fiscales, ayudas y control de precios: cómo los países europeos se protegen del coste de la energía
Rebajas de impuestos, bonos para consumidores o compensaciones a las empresas para bajar precios. Los países europeos han avanzado en los últimos días sus respectivos planes para hacer frente a la complicada situación económica que ha abierto la invasión rusa en Ucrania y que ha agravado los problemas de la inflación que llevaban meses arrastrándose. La fuerte subida de los precios de la electricidad y de los carburantes han urgido a los distintos gobiernos a asumir millonarios paquetes de medidas para intentar evitar una pérdida mayor de la capacidad de consumo de los hogares y un parón en la producción industrial. Cada país está siguiendo su estrategia a falta de concretarse un acuerdo común en el seno de la UE que sirva para controlar los precios desbocados de la electricidad.
Los altos costes de la energía, la complicada distribución con una subida de los carburantes y la subida del gasto en materias primas han dejado ya ver sus efectos en la industria. Desde que comenzara la invasión rusa en Ucrania se han agravado problemas que la industria europea ya arrastraba desde hacía meses debido a los importantes cuellos de botella que se habían constatado tras la pandemia. Son varios los sectores que, en toda Europa, han asumido distintas suspensiones o recortes en la producción ante la compleja situación que se abrió el pasado 24 de febrero con el comienzo de la guerra en el Este de Europa.
Así, en países como Noruega o Hungría han sufrido sus efectos los fabricantes de fertilizantes, muy vinculados al coste del gas, que se ha disparado con la incertidumbre de suministro a causa de la guerra en el Este de Europa. También la industria del papel, por la misma causa, ha tenido que echar el freno a la producción en países como Austria o Italia. La siderurgia es otra de las industrias que está sufriendo en Europa la subida de precios de la energía. En España esto se ha comprobado al ver cómo hace una semana empresas como Acerinox, ArcelorMittal o Megasa anunciaban la suspensión de la producción en algunas de sus fábricas, achacándolo a los costes de la energía. Una situación similar se vive en otros países, como Reino Unido, donde Liberty Steel ha aprobado el paro de la producción en sus fábricas, según informó Bloomberg.
A los problemas de producción por los altos costes de la energía se suman también los de suministro de componentes y materias primas, que provocan el freno en algunas cadenas industriales. Es el caso de la industria de la automoción en Alemania, donde empresas como Porsche, BMW, Volkswagen o MAN han tenido que reducir la actividad de sus fábricas. República Checa cuenta con otra importante industria del automóvil que ha tenido que echar el freno por la falta de componentes. Este sector ya sufría de problemas de abastecimiento por los cuellos de botella provocados tras la pandemia que se han agravado con la crisis en Ucrania. Gigantes franceses como Renault también han anunciado esta semana el parón en la producción en algunas de sus fábricas.
En España se ha constatado en las últimas horas una creciente preocupación de la industria alimentaria —aunque también entre las fábricas de automóviles, la industria química y la siderurgia— ante los posibles impactos de los paros convocados por determinados colectivos de transportistas, cuyas protestas van más allá de los precios de los carburantes. El sector lácteo o el del comercio de frutas ya han apuntado a un retroceso en el reparto de estos alimentos. Se une a las limitaciones aprobadas hace unos días por determinadas cadenas de distribución a la venta del aceite de girasol, muy dependiente de Ucrania y Rusia. En otros países también se han sufrido algunas alteraciones en la distribución alimentaria. Los comerciantes alemanes, por ejemplo, han aprobado límites a las ventas de aceites, harinas y cereales.
Medidas a la espera de una solución común
La guerra en Ucrania ha impactado en Europa en un contexto en el que ya se arrastraba una fuerte inflación causada por los cuellos de botella del transporte internacional y los altos precios de la energía. Para hacer frente a esta situación, intentar contener los precios y proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos y la capacidad de producción de la industria. Las recetas por parte de los gobiernos están siendo diversas, a la espera de alcanzar grandes acuerdos a nivel comunitario para poder topar el precio de la luz, como pretenden España o Portugal. En el ámbito nacional, el Ejecutivo español ha anunciado una rebaja de precios de la luz y los carburantes, y estudia el margen para la rebaja de impuestos en ambos productos. Si bien, el propio presidente, Pedro Sánchez, ha defendido que el “esfuerzo fiscal” no será suficiente si no se acude a limitar los precios.
Mientras, el resto de los países europeos ha empezado a poner en marcha medidas para suavizar el impacto del precio de la energía:
Francia
Al otro lado de los Pirineos, en Francia, se ha evitado la opción de rebajar impuestos sobre los carburantes, una medida considerada “antiecológica” por el primer ministro, Jean Castex. En su caso, se anunció una rebaja de 15 céntimos en el litro de carburante que deberán aplicar las distribuidoras que, posteriormente, serán compensadas por el Estado. Se estima que esta medida, que entra en vigor el 1 de abril, tenga un coste para el Estado de 2.000 millones de euros.
Además, el Ejecutivo ha anunciado una subvención directa a aquellas empresas cuyo gasto en gas y electricidad represente al menos un 3% de su cifra de negocios y que corran el riesgo de caer en números rojos por el alza energética, cuyo coste llegará a los 3.000 millones. Junto con otros planes ya avanzados en los últimos meses, el Gobierno estima en 28.000 millones de euros el coste de las políticas para contener el alza de precios.
Italia
En Italia, el primer ministro, Mario Draghi, aseguró esta semana que la “explosión” del precio de la energía pone en riesgo el crecimiento económico del país. Dentro del plan de medidas que ha presentado su ejecutivo se ha comprometido a compensar 15 céntimos por cada litro de carburante que será financiero a través del aumento de la recaudación del IVA sobre la gasolina. Además, se permitirá a las familias menos favorecidas fraccionar el pago de las facturas del gas y la electricidad. En cuanto a las empresas, se ha creado un fondo de 800 millones de euros para cubrir a aquellas compañías que se enfrentan a una subida de precios de las materias primas. Las eléctricas, además, se enfrentarán a mayores impuestos sobre los beneficios obtenidos debido al aumento de los precios. Esta medida ha sido respaldada esta semana por la OCDE.
Alemania
La principal economía del continente, Alemania, ha anunciado esta semana un plan de 4.500 millones de euros de rebajas fiscales para los hogares más vulnerables para compensar por los altos precios de la energía. Este plan incluye, fundamentalmente, un plan de bonificaciones en el IRPF. Según informó Bild, el Gobierno de coalición —socialdemócratas, liberales y verdes— debate la creación de un sistema para rebajar los precios de la gasolina en línea con el anunciado por Francia. Sin embargo, esta posibilidad incomoda al ala ecologista del ejecutivo. El paquete anunciado este miércoles se suma a los 6.600 millones anunciados por el recorte de los impuestos a la energía renovable.
Bélgica
Bélgica ha anunciado esta semana un plan valorado en 1.300 millones, financiado fundamentalmente por el aumento de los ingresos públicos por el alza de la luz y los carburantes. Con ello, se cubrirá una bajada del IVA al gas al 6% y prolongar hasta septiembre la bajada que ya se había aprobado en este tributo sobre la electricidad. También se extenderá hasta septiembre la tarifa social y se destinará un cheque de 200 euros para quienes tengan calefacción de gasóleo y se reducen los impuestos especiales sobre los carburantes.
Portugal
El Gobierno de nuestro país vecino ajusta semanalmente el Impuesto sobre los Productos Petrolíferos (ISP) que grava los combustibles, con el objetivo de rebajar el coste de los hidrocarburos según vayan evolucionando cada semana, aunque los cálculos aproximados son de una disminución de 2,4 céntimos por litro para el gasóleo y de 1,7 céntimos por litro para la gasolina. Es una medida que ya estaba aprobada desde el noviembre pasado pero que ahora se empezará a modifica semanalmente. Además, ha aprobado el denominado AUTOvoucher: una subvención mensual del precio del combustible mediante un descuento de 0,40 euros por litro en un depósito de 50 litros y ha suspendido la subida del impuesto sobre el carbono al menos hasta el 30 de junio de 2022, que supondrá un ahorro de 0,05€/litro de combustible.
Holanda
Países Bajos afronta los precios más altos del continente en carburantes y para hacer frente a ello ha anunciado un recorte del 21% en los impuestos sobre los hidrocarburos. El Gobierno dará un subsidio de 800 euros para los hogares con menos recursos para la electricidad y destinará 300 millones a mejorar la eficiencia energética de los hogares. Además, rebaja del 21% al 9% el IVA de la luz.
Polonia
Por último, algunos países ya habían anunciado sus paquetes de medidas antes de que estallara formalmente la guerra en Ucrania con la invasión rusa. Es el caso de Polonia, que anunció una rebaja del IVA de los combustibles del 23% al 8%, así como fijar al 0% los impuestos sobre los alimentos, el gas o los fertilizantes.
Bonos para consumidores
El uso de bonos para compensar a consumidores por el aumento de los costes, además de en Bélgica y en Países Bajos, se ha aprobado también en Suecia. El Gobierno abonará, en un único pago, 95 euros para los propietarios de automóviles con los que compensar la subida de los carburantes. El importe subirá a 123 euros para los que se encuentren en lugares con menor población. Además, implantará temporalmente una rebaja de 12 céntimos en los carburantes. Irlanda o Rumanía también han anunciado rebajas en los impuestos especiales para los carburantes.
El Gobierno ha marcado en rojo en el calendario el 29 de marzo. El Consejo de Ministros convocado para ese día deberá trazar el paquete de medidas económicas en España. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, aseguró este miércoles que el Gobierno va a “bajar el precio de la luz, la gasolina y el gas”, aunque hasta el momento no se han concretado medidas. El ministro explicó, únicamente, que las “fórmulas” que se están estudiando son “ayudas del Estado, ayudas fiscales, topar precio o fijar un precio único” para la energía.
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