Los turistas volvieron a España en 2022 casi a niveles prepandemia. Esta ha sido una de las premisas que empresas y administraciones públicas han repetido a lo largo de los últimos meses. Sin embargo, no todo es exactamente igual que antes de 2020.
En conjunto, los turistas extranjeros se gastaron menos en España durante sus vacaciones estivales de 2022. Un año donde los hoteles dispararon los precios. Y hay diferencias significativas en función de las comunidades autónomas, porque el turismo asiático estuvo muy lejos de recuperarse, según los datos de la estadística experimental publicada este miércoles por el INE.
En total, los turistas extranjeros gastaron el pasado verano 700 millones de euros menos que antes de la pandemia.
Entre julio y septiembre de 2022, el gasto total realizado por los visitantes foráneos en sus vacaciones en España fue de 17.000 millones de euros, un 4,2% menos que en el mismo periodo de 2019, según esta estadística que tiene en cuenta los pagos hechos por los viajeros. Como se puede ver en el siguiente gráfico, aún no se ha recuperado la actividad al 100%, aunque en verano se estuvo muy cerca.
En ese tercer trimestre de 2022, cuando la inflación estaba disparada -porque alcanzó máximos precisamente en julio, cuando se situó en el 10,8%-, algunas comunidades autónomas sí llegaron a rebasar las cifras de gasto prepandemia. Se trata de la Comunitat Valenciana, Madrid, Euskadi, Canarias, Castilla y León, Asturias, Andalucía, Navarra, La Rioja y Castilla-La Mancha.
No todas evolucionaron del mismo modo. En la Comunitat Valenciana y Madrid, los turistas extranjeros se gastaron más que en 2019, más de 100 millones de euros. Sin embargo, porcentualmente, las que más crecieron fueron Asturias (un 26% más), Castilla y León (que creció un 16%) y Euskadi (+13%). Por ejemplo, en esta última los turistas extranjeros gastaron casi 600 millones de euros entre julio y septiembre.
Foco en Catalunya e Illes Balears
En cambio, en Illes Balears la factura total fue inferior en 705 millones, aunque es la segunda región que más gasto concentró, casi 3.000 millones de euros en esos tres meses. La primera fue Catalunya, con 3.947 millones de euros que, sin embargo, son 473 millones menos que en 2019. Porcentualmente, las que más perdieron son Aragón (-25%) y Extremadura (-21%).
En el siguiente mapa, se pueden ver los datos concretos por gasto total este último verano y el cambio respecto al gasto de los turistas extranjeros en el mismo periodo de 2019.
Menos turistas asiáticos pero más gasto individual
Uno de los cambios más claros respecto al año previo al COVID es el turismo asiático, que el pasado ejercicio no había recuperado la movilidad internacional.
Por ello, si se ve la variación de gasto total de los visitantes extranjeros según su país de origen, en ese trimestre veraniego, los datos de los turistas japoneses y chinos, simplemente, se hundieron. Así se puede comprobar en el siguiente gráfico.
En cambio, franceses y británicos -pese al Brexit- lideraron el gasto con más de 3.000 y más de 2.800 millones de euros, respectivamente. Sin embargo, en ambos casos es menos que en 2019. En cambio, aumenta la factura pagada por estadounidenses y, sobre todo, por holandeses.
Por comunidades autónomas y por origen de turistas extranjeros, el gasto de estos ha sido significativamente diferente al de 2019 y se percibe cómo los visitantes europeos han tirado del gasto en la Comunitat Valenciana, Madrid, Andalucía y Catalunya.
De nuevo, es diferente la evolución si se analiza el gasto total y por visitante. Si el foco se concentra en el gasto por persona, cada turista destinó más dinero en sus vacaciones en Catalunya, Galicia, Aragón y Extremadura. Es decir, hubo menos turistas pero gastaron más en cada estancia.
En cambio, en Illes Balears, como se ve a continuación, cada visitante gastó 57 euros menos durante sus últimas vacaciones veraniegas.
Estos datos del INE se obtienen a través de una estadística experimental que se basa en la encuesta de gasto turístico, a la que se ha incorporado información de transacciones bancarias realizadas a través de tarjetas por los visitantes no residentes en España en sus viajes o excursiones. Estas transacciones incluyen las realizadas a través de tarjeta de manera presencial (pagos realizados a través de Terminal Punto de Venta o TPV), así como retiradas de efectivo en cajeros, explica el INE.