El regulador de EEUU cambia de postura y permite el lanzamiento de fondos vinculados al bitcoin

Diego Larrouy

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El regulador de los mercados de EEUU, la SEC —equivalente a la CNMV en España— dio a última hora del miércoles el aval al lanzamiento de fondos de inversión cotizados vinculados al bitcoin. La decisión, esperada por los defensores de estos criptoactivos y por parte de las grandes gestoras de fondos del mundo, supone un cambio de postura del supervisor, que hasta hace unos meses cerraba la puerta a estos productos por su complejidad y riesgo.

La decisión de la SEC de este miércoles era clave para el futuro de este tipo de productos vinculados al bitcoin y que tiene tras de sí a los grandes gestores de fondos de inversión del mundo, como Blackrock o Invesco. El mero interés de este gran inversor generó durante el pasado verano un ascenso fulgurante del precio de este criptoactivo al calor de rumores sobre la posible validación por parte de las autoridades estadounidenses.

En el pasado, la SEC y otros supervisores han sido muy críticos con las criptomonedas. Si bien, una sentencia el pasado mes de septiembre castigó al supervisor estadounidense del mercado por haber prohibido productos de este tipo en el mercado. Este hecho dio alas a los defensores del bitcoin y al futuro de los ETF, pero hasta ahora no se había formalizado la decisión de la SEC.

Lo que pretende comercializar Blackrock no es un fondo de inversión al estilo de los que son más conocidos a este lado del Atlántico. Se trata de un ETF, siglas anglosajonas que identifican a un fondo cotizado. Se trata de vehículos de inversión que participan en mercados determinados o productos concretos y que, a diferencia de un fondo tradicional, cotiza en Bolsa. Es decir, para participar se compran acciones como si de una empresa se tratara. Es un producto que ha ido creciendo mucho en los últimos años y en el que gigantes como Blackrock se han hecho fuertes.

La aprobación o no de estos ETF por parte de la SEC han protagonizado un ejemplo más de la volatilidad de una activo que ha sido ampliamente desaconsejado por supervisores de todo el mundo, especialmente para inversores minoristas e inexpertos. Los meros rumores sobre la posible decisión de la SEC provocaron subidas y bajadas del precio muy fuertes en cuestión de momentos. El último ejemplo se vivió este martes, cuando un tuit de la SEC hablaba de la aprobación de estos ETF y que, según denunció el propio supervisor, se debió a un hackeo de su cuenta, confirmado por la propia red social X.

La SEC pone fin así a una década de rechazo a estos productos. Durante el pasado verano, un juzgado estadounidense aseguró que la negativa del supervisor a estos fondos cotizados era “arbitraria” y urgió a una revisión de los casos. Una docena de fondos estaban a la espera del dictamen conocido este miércoles para poder lanzar sus fondos. La SEC da su brazo a torcer, pero solo en parte. El responsable del supervisor, Gary Gensler, aseguró en un comunicado que la SEC “no aprueba ni apoya el bitcoin”. “Los inversores deben ser cautelosos ante los innumerables riesgos asociados con Bitcoin y los productos cuyo valor está vinculado a las criptomonedas”, aseguraba la nota.

El valor del bitcoin se ha mantenido estable tras la aprobación de estos ETF. Si bien, los meses de rumores sobre la decisión de la SEC ya habían elevado el valor de este criptoactivo a precios que no tenía desde el conocido como 'criptoinvierno'.

El sector de las plataformas de criptoactivos ha celebrado la decisión de la SEC. En España, Javier García de la Torre, responsable en el país de Binance, asegura que es un “capítulo histórico” para esta industria. “La aprobación ilustra un nuevo nivel de aceptación, madurez y generalización del mercado cripto, dotando al sector mayor credibilidad y potencial para seguir innovando”, apunta.

Las criptomonedas han sido ampliamente rechazadas por los supervisores de todo el mundo hasta la fecha. Su modelo descentralizado, volátil y carente de control y protección para inversores desaconsejaron en los últimos años su aceptación al nivel de otros activos financieros. En España, la CNMV y el Banco de España han colaborado en la comunicación de una postura crítica con este fenómeno y advirtiendo de los riesgos para los inversores minoristas. Entre otras cuestiones, se han puesto en marcha esquemas regulatorios que limitan la publicidad de este tipo de productos.