La primera ministra británica, Theresa May, desplegó hoy todo el arsenal comercial del Reino Unido en forma de promesas de inversión y firmas de acuerdos para reconquistar a la India como socio estratégico ante la futura salida de su país de la Unión Europea (UE).
En su primera visita fuera de Europa, la política conservadora compartió bromas sobre críquet con su homólogo indio, Narendra Modi, y evocó reminiscencias de un pasado común, la época colonial británica (1858-1947), antes de poner la guinda al pastel con el anuncio de 750 millones de dólares en bonos internacionales en rupias.
“Lo nuestro es una relación natural. Si miras a la India y al Reino Unido puedes ver lo evidente: escuchamos la música del otro, comemos la comida del otro y compartimos la pasión por el críquet”, afirmó May en un congreso de tecnología en la capital india.
Con estas similitudes como bandera, afirmó, Londres y Nueva Delhi están destinados a “triunfar” como socios comerciales siete décadas después de haber tomado caminos distintos.
May se vio tentada a regalar los oídos de los indios con historias de “los años que ya han quedado atrás”, pero prefirió centrar sus esfuerzos en el futuro.
“Yo no quiero hacer eso, quiero hablar sobre la importante relación hoy y sus posibilidades, lo que creo que nos ayudará en el futuro”, manifestó.
A día de hoy el Reino Unido es el miembro del G20 que más invierte en la India, mientras que el gigante asiático es el tercer mayor inversor en el país europeo, lo que el pasado año se tradujo en un comercio bilateral de unos 21.300 millones de dólares.
En un intento de llevar todavía más allá sus lazos comerciales ante los cambios que se avecinan en Londres, el ministro británico de Comercio Internacional, Liam Fox, ya visitó la India en agosto pasado, significativamente pocos días después del referéndum que confirmó el “Brexit”.
Nueva Delhi afirmó entonces que si bien está interesada en estrechar sus lazos comerciales con Londres, no negociará un tratado de libre comercio hasta la salida británica de la UE.
Sin dejarse afectar por la postura de Nueva Delhi, May decidió comenzar a allanar el camino y meterse a los indios en el bolsillo con el anuncio de bonos internacionales de deuda en rupias o bonos “masala” por valor de unos 745 millones de dólares en los próximos tres meses.
Desde el pasado julio, cuando Londres emitió sus primeros bonos “masala”, ya se han lanzado bonos en rupias por valor de 1.100 millones de dólares.
El Reino Unido anunció además otras inversiones por un total de 385 millones de dólares, entre los que destacan cerca de 200 millones de dólares para 75 empresas emergentes.
Con otros cerca de 150 millones de dólares en un fondo común de los dos países en Londres, ayudará además a financiar infraestructuras en la India, anunció la mandataria británica en una rueda de prensa junto a Modi.
En su intervención, el primer ministro devolvió los halagos a su homóloga británica al calificar de “impresionante” el calado de sus relaciones bilaterales.
Según indicó, los dos líderes repasaron en una reunión en la capital india todos los aspectos de sus lazos y acordaron “añadir nuevos dominios e iniciativa para expandir su alcance”.
Como muestra, los países firmaron hoy un acuerdo de entendimiento para la cooperación en el campo de la propiedad intelectual y otro para colaborar en la mejora del clima empresarial.
Después May tuvo tiempo de visitar el Smriti Gandhi, un museo dedicado a mahatma Gandhi, para presentar sus respetos al padre de la independencia india y de hacer lo propio con los soldados caídos en la I y II Guerra Mundial en el monumento Puerta de la India.
La “premier” conservadora cerrará mañana su visita a la India en la ciudad sureña de Bangalore, centro tecnológico de referencia mundial.