El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, mostró hoy su esperanza en que la nueva cumbre extraordinaria que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea dedicarán a Grecia el domingo sea la “final” y expresó su deseo de que éste sea “feliz”.
“En las próximas horas se convocará para el domingo el encuentro que pensamos que será el encuentro final”, dijo Renzi al término de la cumbre de líderes de la zona del euro sobre Grecia celebrada hoy en Bruselas,
“La decisión (de la cumbre) es que esperamos hasta el domingo a que una nueva propuesta (sea enviada) a las instituciones europeas por el Gobierno griego. Espero que éste pueda ser el último encuentro sobre Grecia, que pueda ser el final, y que sea un final feliz”, afirmó.
Agregó que ante la “emergencia griega” se necesitan encontrar “puntos de acuerdo políticos y también técnicos”, para lo que se seguirá trabajando en las próximas horas, con la vista puesta en el domingo, cuando espera que la cuestión sea “una vez por todas afrontada y resuelta”.
Renzi indicó que “la pelota está claramente en el campo del Gobierno griego, que deberá presentar propuestas”, de modo que sea “consideradas aceptables por todos los otros países” de la zona del euro.
Advirtió de que algunos países se han mostrado hoy “mucho mas rígidos que la vez anterior”, antes de que se celebrase el referéndum del pasado domingo en el que el 61,3 % de los votantes optaron por el “no” a las últimas propuestas de los acreedores.
“No me parece que el clima se haya mejorado desde el referéndum”, señaló.
Renzi indicó que lo importante ahora es “hacer prevalecer en sentido común, que debe partir de la propuesta griega” y considero que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, “tiene todo el interés de hacer una propuesta con sentido común”.
También dijo que las discusiones se mantienen “sustancialmente en una línea de discusión bastante similar a la que había anteriormente, (aunque) naturalmente cada uno hace sus propias valoraciones”.
Renzi hizo hincapié en que “la prioridad” y “verdadero problema es qué tipo de Europa construimos, si es la Europa del crecimiento, la cultura, o si la Europa de los regulaciones y la burocracia”.
“Europa tiene que volver a ser una casa de valores, no tanto de cifras”, añadió.