Repsol gana 2.499 millones y obtiene su mayor beneficio desde 2010 por la subida del petróleo

Repsol obtuvo un beneficio de 2.499 millones de euros en 2021, el mayor desde 2010, cerrando así la crisis por la pandemia, que le llevó a cosechar unas pérdidas de 3.289 millones en 2020. La petrolera recupera así sus niveles preCovid, impulsada por su modelo de negocio integrado y gracias a la subida del petróleo.

El grupo presidido por Antonio Brufau deja así atrás los 'números rojos' de los dos anteriores ejercicios, marcados por los deterioros millonarios que reconoció en 2019 para sentar las bases de la nueva estrategia para ser una compañía neutra en carbono en 2050 y por el impacto de la crisis del coronavirus. Para remontarse a una cifra de beneficio mayor hay que remontarse a 2010, cuando obtuvo plusvalías millonarias por la venta de su negocio en Brasil a la china Sinopec.

El pasado ejercicio, el resultado neto ajustado, que mide el desempeño de los negocios, alcanzó los 2.454 millones, frente a los 600 millones del ejercicio anterior, superando además los 2.042 millones obtenidos en 2019, el año previo a la crisis del Covid-19. La compañía destaca su desempeño en el último tramo del año, con un resultado neto ajustado de 872 millones en el último trimestre.

En lo que respecta a la deuda, Repsol la redujo en más de 1.000 millones, un 15% con respecto a 2020, situándose a cierre de 2021 en 5.762 millones.

Esta sólida posición financiera, junto con el buen comportamiento y la mejora del entorno de precios de las materias primas, han permitido a Repsol mejorar la retribución a sus accionistas. El grupo va a proponer elevar el dividendo en efectivo un 5%, hasta los 0,63 euros por acción este año. La propuesta se someterá a la aprobación de la próxima Junta General de accionistas, junto con una reducción del capital social de 75 millones de acciones, equivalente al 4,91%

Repsol cierra así el primer año de su plan estratégico 2021-2025, lanzado en noviembre de 2020 en pleno Covid-19, alcanzando niveles previos a la pandemia, tanto en resultados como en la generación de caja de los negocios, lo que ha permitido esa reducción de la deuda neta y el impulso de su apuesta por las renovables.

El consejero delegado del grupo, Josu Jon Imaz, destacó en una nota que estos resultados “ponen de manifiesto el cumplimiento y la eficacia de los ejes de nuestro Plan Estratégico 2021-2025 en su primer año de vigencia”, reforzando, además, “una sólida posición financiera acompañada de nuestro compromiso de incrementar la retribución al accionista, la apuesta por la industria como vehículo de transición energética y nuestros avances en la ambición de ser una compañía neutra en carbono en 2050”.

La generación de caja operativa del grupo alcanzó los 5.453 millones, un 70% más, impulsada por un resultado bruto de explotación (Ebitda) que se incrementó de forma significativa en todos los negocios hasta situarse en los 8.170 millones. El flujo de caja libre aumentó un 43%, hasta 2.839 millones de euros, gracias al desempeño del negocio de Exploración y Producción ('upstream'). Durante el ejercicio, Repsol aumentó sus inversiones en un 30%, hasta los 2.994 millones, de los que 829 millones se destinaron al negocio de Comercial y Renovables.

El nivel de apalancamiento del grupo (deuda neta/capital empleado) se sitúa en un 20%, mejorando el objetivo marcado en su plan estratégico. La liquidez al cierre del ejercicio ascendía a 10.606 millones de euros, suficiente para cubrir 2,95 veces los vencimientos de deuda a corto plazo.

Por negocio, el área de Exploración y Producción obtuvo en 2021 un resultado de 1.687 millones, muy por encima de los 195 millones del ejercicio anterior, apoyado por la recuperación de los precios de las materias primas de referencia internacional. El área Industrial obtuvo un resultado de 606 millones, duplicando la cifra del mismo periodo de 2020, cuando se situó en 297 millones. El área de Comercial y Renovables obtuvo un resultado de 542 millones, un 11% superior a los 485 millones registrados en 2020.

Respecto al derrame de petróleo del pasado 15 de enero en la Refinería La Pampilla (Perú) “como consecuencia de un movimiento incontrolado del buque Mare Doricum mientras efectuaba una descarga de crudo”, Repsol “está poniendo todos los medios a su alcance para mitigar y remediar los efectos de derrame y ratifica su compromiso de colaboración con las autoridades peruanas y las comunidades afectadas”.