La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha anunciado este miércoles que mantiene los tipos de interés, el segundo respiro consecutivo tras once alzas desde marzo del año pasado, pero no descarta volver a subirlos si la coyuntura lo exige.
“El Comité seguirá evaluando información (económica) adicional” para “determinar el alcance de un endurecimiento adicional de la política”, apunta el banco central estadounidense, que ha decidido mantener los tipos en la horquilla actual del 5,25% y el 5,5%, su máximo nivel desde 2001.
Por el momento, el alcance de los efectos de las subidas de tipos “sigue siendo incierto”, añadió la Fed, que insistió que el comité “estaría preparado para ajustar la postura de la política monetaria según corresponda si surgen riesgos que puedan impedir el logro de los objetivos” de devolver la inflación al 2%.
Podría ser, por tanto, que la Fed realice alguna subida en la reunión que tiene antes de fin de año, el 12 y 13 de diciembre.
Como tras cada reunión, la Fed dijo en su comunicado que el Comité Federal de Mercado abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) seguirá evaluando los datos económicos que se conozcan durante las próximas semanas y los efectos que está teniendo la política monetaria sobre ellos.
Será fundamental el tono que utilice el presidente de la Fed, Jerome Powell, en rueda de prensa para saber si habrá pronto más subidas y también para conocer por cuánto tiempo se mantendrán las tasas altas como ahora, con cifras que no se veían desde 2001.
Los indicadores económicos recientes, apunta la Fed, sugieren “que la actividad económica se expandió a un ritmo fuerte en el tercer trimestre”, al tiempo que “el aumento del empleo se ha moderado desde principios de año, pero sigue siendo fuerte” y “la inflación sigue elevada”.
“Es probable que las condiciones financieras y crediticias más estrictas para los hogares y las empresas afecten a la actividad económica, la contratación y la inflación”, señala la Reserva.
Hasta junio de este año, en todas sus reuniones desde que comenzó la racha de subidas los miembros del FOMC, órgano encargado de decidir si se suben o no los tipos, decidieron subirlos.
Tras la pausa de junio en julio volvieron a aumentarlos y en septiembre de nuevo optaron por pausar las alzas.
Esta pausa se da en un contexto complejo para la inflación. Tras una racha de más de un año de bajadas desde el pico del 9,1% alcanzado en junio de 2022, los precios registraron una subida de cinco décimas en agosto, hasta el 3,7%, el segundo alza consecutivo y se mantuvieron en la misma cifra en septiembre.
Sin embargo, la tasa anual de la inflación subyacente, que mide la subida de precios sin contar ni la energía ni los alimentos -y es uno de los indicadores en los que más se fija la Fed para tomar sus decisiones- cayó dos décimas en septiembre y confirmó su tendencia a la baja.
Se da además cuando Estados Unidos ha registrado un inesperado repunte en su producto interior bruto, al avanzar el 1,2% en el tercer trimestre, con un ritmo anual de crecimiento del 4,9%, según los datos publicados la pasada semana por la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA).
En cuanto al mercado laboral, otro de los datos clave que analiza la Fed para decidir posibles subidas, la creación de empleo en el mes de septiembre se mantuvo robusta, con 336.000 puestos netos nuevos, y la tasa se mantuvo estable en el 3,8%.