La gran banca se resiste al control horario obligatorio medio año después de su entrada en vigor

El registro de jornada es obligatorio desde el pasado 12 de mayo, tanto para empresas grandes como pequeñas. Todas deben controlar diariamente el inicio y el final de la jornada laboral de sus empleados. Medio año después, cuando se han cumplido seis meses de la obligación, la gran banca se resiste a aplicar este mandato legal. BBVA es el único de los seis principales bancos (junto a Santander, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter) que va a comenzar a aplicar ya el registro: lo pondrá en marcha “este lunes”, explican en la entidad. El sector financiero es el que más abusa de las horas extra no pagadas de sus empleados.

El tiempo para implementar el control horario en las grandes entidades bancarias va más allá de los seis meses. El Gobierno aprobó por decreto el control horario el pasado marzo y dio dos meses de plazo a las empresas para que se adaptaran y negociaran con los representantes de los trabajadores su implementación.

En realidad, el propio Ejecutivo explicó que la Inspección tendría algo de manga ancha en los primeros meses del registro obligatorio y que no multaría a las empresas que se hubieran retrasado en su cumplimiento, siempre que estuvieran negociando el tema con los representantes de los trabajadores. Aunque no es obligatorio que las compañías acuerden un sistema de registro con los sindicatos, sí lo es que negocien con ellos. Si no hay acuerdo, la empresa puede imponer su mecanismo.

Un mes después de la entrada en vigor de la medida, los sindicatos ya hablaban de “resistencia” en el sector financiero a implementar el control obligatorio. Se negociaba en tres mesas diferenciadas: de banca, de las antiguas cajas de ahorro y de cajas rurales. Entonces, la patronal de la banca AEB explicaba a eldiario.es que confiaba en llegar a un acuerdo antes del 31 de julio.

Llegados a noviembre, no se ha logrado el acuerdo sectorial en la mesa de negociación de banca con los sindicatos y el pacto no parece inminente. Fuentes de AEB responden a este medio que la negociación “se mantiene abierta” y que “el objetivo final es alcanzar un escenario de consenso lo antes posible”. Ya no concretan ninguna nueva fecha límite. En CCOO hablan de intentar cerrar el tema “antes de Navidad, a ver si es posible”.

Solo BBVA empieza a aplicarlo

El resultado es que hasta el momento ninguno de los grandes bancos ha controlado la jornada diaria de sus trabajadores. Por incumplir el registro de jornada, las empresas se enfrentan a multas de hasta 6.250 euros. El Ministerio de Trabajo ha informado esta semana de que, hasta octubre, la Inspección ha impuesto sanciones a 107 compañías por no respetar la normativa del control horario. En total, ha detectado infracciones por las que reclama un total de 113.181 euros, todas relacionadas exclusivamente con el registro de jornada.

El primero de los grandes bancos que implementará este mandato legal es BBVA, como destaca la entidad. Cerró por su cuenta un acuerdo con la representación sindical del banco, mientras el acuerdo sectorial no termina de salir adelante. El registro echará a andar en BBVA “a partir del lunes 18”, explican fuentes de la entidad. El banco apunta en su comunicado que la “herramienta tecnológica” que permitirá a sus empleados registrar sus horas de trabajo “desplegará en su totalidad antes de fin de año”.

Al contrario que en banca, la mesa de negociación que sí ha logrado alcanzar un “acuerdo marco” sobre el registro de jornada es la de las antiguas cajas de ahorro, entre las que se encuentran Bankia y Caixabank. Tras este pacto sectorial, suscrito en septiembre, llega el turno de cada entidad de cerrar un mecanismo adaptado a sus características. Por el momento, ninguna de las estas dos grandes entidades ha puesto en marcha todavía el control horario.

Fuentes de Bankia explican que se van a ceñir al acuerdo marco y que están “haciendo los desarrollos informáticos”. La previsión es que “a lo largo de diciembre” sus empleados ya puedan fichar. Por su parte, en Caixabank explican a eldiario.es que están negociando el sistema con los representantes de sus trabajadores y no anticipan una fecha en la que tendrán disponible el control horario.

Las otras tres entidades que completan los seis grandes bancos en el país –Banco Santander, Bankinter y Sabadell– tampoco tienen el registro horario implementado. Fuentes de Sabadell sostienen que el banco está “pendiente de la negociación que hay con AEB y los sindicatos a nivel sectorial, para aplicar luego de forma efectiva el registro”. En Bankinter remiten a la patronal para las consultas en este tema y Banco Santander no ha respondido a eldiario.es al cierre de este artículo.

170.000 horas extra no pagadas a la semana

Los secretarios generales de sector financiero en UGT y CCOO, Roberto Tornamira y Joan Sierra, respectivamente, no dudan en señalar que tras la tardanza y las dificultades para implementar el registro de jornada se impone una realidad: los millones de horas extra no pagadas que realizan sus trabajadores. “Hasta ahora han tenido un disfrute ilegal de millones de horas cada año, gratuitas y no pagadas a sus trabajadores. Es una bicoca que les está costando mucho dejar”, critica Tornamira.

El sector financiero es el que más abusa de las horas extraordinarias no pagadas. Del total de horas extra que hacen sus trabajadores, no se remunera ni se recompensa en descanso como exige la ley el 85% del total, según los datos medios de la EPA en el último año. En horas, suponen 170.325 horas extra ilegales a la semana no compensadas a sus plantillas.

Joan Sierra sostiene que el registro de jornada debe ser una herramienta que ayude a cambiar la cultura empresarial en el sector. “Para los bancos las horas extra no existen. Hay una falta de reconocimiento de este tema”, explica el responsable de CCOO, que recuerda que hay una gran presión en el sector –especialmente entre los comerciales– que lleva a los trabajadores a sistemáticos alargamientos de la jornada laboral, “por presiones, pero también por la responsabilidad de la plantilla y la enorme competitividad en el sector”.

Por ello, entre las principales reticencias de la banca en la mesa de negociación del registro de jornada asoma el conflicto por las horas extra, explica Sierra: “Quieren que solo se consideren horas extra las que están previamente autorizadas por un superior y que los excesos de jornada no se contabilicen sobre la jornada real que hace habitualmente el trabajador, sino sobre el máximo de jornada que establece el convenio, de 1.700 horas”.

Tornamira denuncia que “la patronal bancaria, y en concreto el Banco Santander, están planteando que el soporte en el que quieren establecer el registro sea el papel. Nos parece totalmente arcaico y no tiene sentido que en plena digitalización del sector nos digan que quieran volver al papel para esto”. El responsable de UGT señala especialmente al Santander como la entidad que más resistencia está ejerciendo en la negociación, “como siempre marcando tendencia a la patronal”.

Otros elementos destacados en el aire aún, en los que existen diferencias entre la banca y los sindicatos, son cómo aplicar el registro para los trabajadores que se desplazan habitualmente (los comerciales que hacen continuas visitas y también aquellos que viajan a otras ciudades por motivos de trabajo) y cómo considerar las pausas de cara al control horario, cuáles forman parte o no del tiempo efectivo de trabajo. “En la negociación se ha intentado por parte de la patronal que no contara como tiempo de trabajo ir al baño, eso ha ocurrido”, afirma Tornamira.

En CCOO se centran en las oportunidades que puede abrir el registro en favor de las plantillas: “Vamos con retraso, pero lo importante es alcanzar el mejor acuerdo posible y que contribuya al cambio cultural en el sector, que facilite una conciliación real y acabe con las prolongaciones de jornada, un sistema que ahora está totalmente desbocado en perjuicio de los trabajadores”.