La marca de restaurantes españoles “La Mafia se sienta a la mesa” es contraria al orden público, según el tribunal de la UE
El tribunal de justicia de la Unión Europea ha declarado la nulidad de la marca de restauración española “La Mafia se sienta a la mesa” por considerarla “contraria al orden público”. Este fallo no afecta al nombre de los 42 restaurantes con los que cuenta en España la cadena aragonesa, con sede en Zaragoza, ya que se refiere al registro europeo. La empresa especializada en comida italiana y que funciona en régimen de franquicia tiene previsto recurrir el nuevo fallo, han informado a eldiario.es.
La corte con sede en Luxemburgo da la razón a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), que en 2015 estimó la solicitud del gobierno italiano de declarar la nulidad de dicha marca por ser “contraria a las buenas costumbres”.
A juicio de EUIPO, que había aceptado registrar la marca en 2006, el nombre de estos restaurantes de comida italiana “promueve manifiestamente la organización criminal conocida con el nombre de Mafia”. Además, consideran que el conjunto de los elementos denominativos de dicha marca transmiten un mensaje de “convivialidad y de banalización del elemento denominativo «la mafia», deformando de este modo la gravedad que éste vehicula”.
La sociedad española La Honorable Hermandad (a la que sucedió La Mafia Franchises) solicitó a la EUIPO el registro de marca de la Unión, concretamente para servicios de restauración. Al no estar conforme con la resolución de 2015, interpuso un recurso de anulación ante el Tribunal General de la Unión Europea. Mediante su sentencia dictada hoy, el Tribunal General desestima el recurso interpuesto por La Mafia Franchises y confirma la resolución de la EUIPO.
El Tribunal General destaca que el elemento denominativo “la mafia” es dominante en la marca de la sociedad española y es comprendido mundialmente en el sentido de que remite a una organización criminal que recurre, entre otras cosas, a la intimidación, a la violencia física y al asesinato a fin de ejercer sus actividades, que incluyen el tráfico ilegal de drogas y de armas, el blanqueo de dinero y la corrupción.
El Tribunal General considera que esas actividades criminales vulneran los propios valores en los que está fundada la Unión, en particular, los valores de respeto de la dignidad humana y de la libertad, que son indivisibles y constituyen el patrimonio espiritual y moral de la Unión. Además, habida cuenta de su dimensión transfronteriza, las actividades criminales de la Mafia representan una seria amenaza para la seguridad en el conjunto de la Unión.
El Tribunal General añade que el elemento denominativo “la mafia” se percibe de manera profundamente negativa en Italia, debido a los graves ataques de dicha organización criminal contra la seguridad y la estabilidad de dicho Estado miembro.
El Tribunal General confirma de este modo que el elemento denominativo «la mafia» evoca manifiestamente en el público pertinente el nombre de una organización criminal responsable de atentados particularmente graves contra el orden público.
Por otra parte, el Tribunal General considera, en primer lugar, que la intención de La Mafia Franchises de registrar la marca “La Mafia se sienta a la mesa” a fin de evocar la saga cinematográfica El Padrino, y no de provocar u ofender, carece de pertinencia para la percepción negativa de dicha marca por el público. Asimismo, precisa que el renombre adquirido por la marca de la sociedad española, así como su concepto de restaurantes temáticos vinculados a las películas de la saga El Padrino carecen de pertinencia a la hora de determinar si la marca es contraria al orden público.
A continuación, el Tribunal General señala que la existencia de numerosos libros y películas que se refieren a la Mafia no altera en modo alguno la percepción de las fechorías cometidas por dicha organización. Por último, el Tribunal General se une al análisis de la EUIPO y de Italia según el cual la asociación del elemento denominativo «la mafia» a la frase “se sienta a la mesa”, por un lado, y a una rosa roja, por otro, puede ofrecer una imagen globalmente positiva de la acción de la Mafia y banalizar la percepción de las actividades criminales de dicha organización.
Para el tribunal, la citada marca “puede provocar u ofender no sólo a las víctimas de dicha organización criminal y a sus familias, sino también a cualquier persona que, en el territorio de la Unión, se encuentre ante dicha marca y tenga umbrales medios de sensibilidad y tolerancia, razón por la que debe declararse su nulidad”.