Queso, hoteles, ladrillo y ciudades inteligentes o smart cities, por usar la expresión más conocida. Los dueños de la catalana TGT, líder quesero en España, se han aliado con miembros de la familia Matutes, una de las más ricas del país, y dos sociedades de Andorra para construir ciudades “sostenibles” en Brasil y Murcia.
Según documentación oficial, la familia García Trabadelo, propietaria del gigante del queso TGT, se ha convertido en accionista de Kei Resilient Cities, iniciativa impulsada por Manuel Matutes Mestre, sobrino del exministro y multimillonario Abel Matutes. Kei Cities lleva años prometiendo impulsar “ciudades diseñadas para la gente”. Planea dos proyectos multimillonarias en alianza con varias compañías transnacionales.
Los proyectos de Kei Resilient Cities cuelgan de una instrumental luxemburguesa, Kei Cities SARL, de la que los García Trabadelo se han convertido en accionistas minoritarios. Han tomado 840 títulos de clase B a través de la española Egovox SL. En paralelo, han entrado en el capital de esa empresa del Gran Ducado dos sociedades radicadas en el Principado de Andorra, Eoun SL y Lausengier SL. Esta última, según su web, se dedica a prestar servicios de consultoría e innovación desde 2000.
El principal accionista de Kei Cities SARL es la ibicenca Residencial Es Vive, que preside Manuel Matutes, con su hermano Antonio como consejero y secretario, y pertenece a esta rama de la familia Matutes. Ambos hermanos son hijos de Antonio Matutes Juan, hermano del octogenario exministro.
Antonio Matutes Mestre ejerce como patrono de la fundación Abel Matutes. Y el impulsor de Kei Cities, de 46 años, es desde 2014 consejero de Palladium Hotel Group, la hotelera de la familia, según su perfil en LinkedIn. elDiario.es contactó con Manuel Matutes para preguntar por esta operación, sin obtener respuesta.
Tras la entrada de esos nuevos accionistas, esa instrumental luxemburguesa ha cambiado su objeto social para dedicarse al “diseño, construcción y operación de Smart Cities sostenibles en los campos de la energía, el agua, los residuos urbanos, la economía circular y la integración de las culturas locales, la alimentación sostenible y la seguridad privada”.
La sociedad de los García Trabadelo que ha entrado en Kei Cities tiene como administrador único a Teodoro García Jiménez, consejero delegado de TGT e hijo del empresario cuyas siglas dan nombre al grupo quesero, Teodoro García Trabadelo.
El actual CEO de TGT es una persona que rechaza la exposición pública. En la web de TGT, que no ha querido comentar este asunto, no hay fotos del CEO de la empresa, pero sí de su padre, ya fallecido.
Perteneciente a una familia de tenderos textiles de la localidad murciana de Caravaca, Teodoro García Trabadelo fundó TGT en 1963, tras emigrar a Barcelona y probar suerte en varios negocios, como una importadora de quesos de referencia internacionales. Se inició en la producción en 1974 con una joint venture con la alemana Hochland para fabricar quesos en Barcelona. El grupo fue expandiendo su actividad hasta convertirse en lo que es hoy: el primer productor del país.
Del queso a Securitas Direct
Los García Trabadelo han estado hasta ahora fuera del foco de las tradicionales listas de grandes fortunas que elaboran publicaciones como Forbes. Lo normal es que empiecen a aparecer en ellas, vistas las cifras que maneja TGT: ventas anuales de 73.000 toneladas entre sus marcas propias y las fabricadas para la distribución, facturación récord de 500 millones de euros en 2023, delegaciones comerciales en 17 países y presencia en 40 mercados.
100% familiar, TGT es el principal fabricante español con el mayor número de Denominaciones de Origen Protegidas (DOP), diez actualmente. Y sus dueños están entre los multimillonarios reclutados hace años por la familia March (de nuevo, a través de una sociedad en Luxemburgo) para comprar pequeños paquetes de acciones en la dueña de Securitas Direct. Los March, por cierto, fueron aliados históricos en Baleares de los Matutes, cuyos negocios en las islas se remontan generaciones atrás.
La firma de los dueños de TGT que ha entrado en Kei Cities, Egovox, tenía en 2022 activos de más de 240 millones, con participaciones en una holding en Países Bajos (Epsilon Inversiones BV), España (Lácteos de Carranza, filial de TGT), Panamá o República Dominicana.
Sus últimas cuentas disponibles a través de Insight View incluyen una salvedad del auditor por la falta de información sobre posibles contingencias fiscales anteriores a 2018 o la situación de las participaciones en varias filiales, como la panameña Grupo Panameño Catalán, SA.
Los dueños de TGT participan en sectores ajenos al alimentario, como el sanitario. En 2016 se hicieron con la mayoría del capital de Archivel Farma, biotecnológica catalana que desarrolla tratamientos contra la tuberculosis. Un sector que también ha atraído a los Matutes Mestre, más allá del turístico o el inmobiliario. En 2019 tomaron una participación en Laminar Pharma, biotecnológica balear que lucha contra el cáncer cerebral y en la que es consejero el exministro socialista Bernat Soria. El representante en el consejo es Manuel Matutes Mestre.
Los Matutes, a diferencia de los dueños de TGT, son un fijo en esos ranking de ricos. El representante más conocido es el magnate y exministro de José María Aznar, que lo fue prácticamente todo en política (de alcalde franquista a comisario europeo) y es conocido popularmente como “el rey de Ibiza”, aunque los negocios de la familia van mucho más allá de la isla. El último ranking de ricos de El Mundo les coloca en el puesto 103 de mayores fortunas españolas, con un patrimonio de 650 millones.
Los Matutes canalizan desde 1998 negocios a través de un holding en Países Bajos, Promintur BV. Desde Luxemburgo controlan por ejemplo hoteles en República Dominicana con otra instrumental, Dominican Entertainment, que en marzo de 2020, en lo peor de la pandemia, pidió al Instituto de Crédito Oficial (ICO) que el Estado les avalase un préstamo de 464 millones de euros, según sus cuentas.
Proyecto Aguaduna
El proyecto más avanzado de Kei Cities es Aguaduna, en el municipio de Entre Ríos, litoral norte del Estado de Bahía. Zona que Palladium, la hotelera de los Matutes, conoce bien, ya que cuenta con dos establecimientos allí.
Los promotores de Kei Cities firmaron un protocolo de intenciones con el gobierno del Estado de Bahía el 10 de diciembre de 2019. En septiembre de 2020, en plena pandemia, la multinacional alemana Siemens anunció una alianza estratégica con los Matutes Mestre y la familia Espallargas, impulsores iniciales del proyecto, “para crear una ciudad inteligente y sostenible” en ese paradisíaco enclave brasileño.
Los promotores defienden que estos proyectos permiten revertir el impacto de las emisiones de carbono en las megalópolis y mejoran la salud y el bienestar de las poblaciones del planeta. Aguaduna promete ser una ciudad “inclusiva, sostenible, inteligente y replicable” de más de 1.000 hectáreas. “El primer proyecto del mundo de una nueva generación de ciudades, cuyo desarrollo está vinculado a la gestión de sus impactos sociales, ambientales y económicos”, según Siemens.
Cuatro años después, el proyecto se presenta en su web como “Aguaduna, una ciudad como ninguna”, con “una privilegiada posición en términos de biodiversidad, entorno natural y accesibilidad”.
Según explicó Siemens en septiembre de 2020, este megaproyecto aglutinará “en un mismo complejo primera residencia, un polo de generación de innovación, espacios de educación y formación profesional e instalaciones turísticas, además de ser un entorno con emisiones restringidas”. “Un destino ecológico, económico y socialmente sostenible”.
El gigante alemán cifró entonces la inversión realizada hasta ese momento en 20 millones de euros. “Se prevé una inversión de 250 millones adicionales en la primera fase, que se prolongará durante los tres próximos años”. La inversión total se estimó en ese comunicado en más de 2 billones de euros, con b, aunque fuentes de Siemens aclaran que se trata de un error de traducción del billón americano, por lo que la inversión ascendería a más de 2.000 millones de euros. El PIB asociado sería de 1.200 millones anuales, con una expectativa de empleo de más de 30.000 personas en 15 años, según explicó entonces Siemens.
“Para mejorar la calidad de vida en las ciudades y preservar el equilibrio con la naturaleza y la cultura local, el proyecto Aguaduna utiliza la innovación, la tecnología y la conectividad en beneficio de la población y sus alrededores. Aproximadamente 380.000 personas, incluyendo los habitantes de Entre Ríos y sus alrededores, se verán beneficiadas”, indicó entonces la multinacional alemana.
“Solo el 14% del terreno estará cubierto por carreteras y edificios, por lo que el restante 86% serán superficies permeables, siendo el 37% áreas protegidas (Mata Atlántica, lagunas naturales y dunas) y el 49% áreas verdes, parques y espacios verdes urbanizados”.
En su web, Kei Cities incluye entre sus socios, además de a Siemens, a gigantes como la italiana Enel, propietaria de Endesa. Apunta que tiene otro proyecto en la localidad murciana de Aledo, aunque no aporta ningún detalle. Allí el alcalde es Javier Andreo. Inicialmente en Ciudadanos, montó una formación independiente, Aledo Avanza, que logró el 47% de los votos en las elecciones de junio de 2023.
Entre las personas que asesoran a Kei Resilient Cities, según su web, está Natalia Olson, hondureño-estadounidense afincada en Barcelona que fue consejera de Innovación y Competitividad de Barack Obama en la Casa Blanca entre 2010 y 2017.
Corrección: En una primera versión de esta noticia se aludía por error a “inversiones billonarias” citando el comunicado que emitió en 2020 Siemens y que ha estado disponible hasta ahora. Según el grupo, se trata de un error en la traducción.