La compañía irlandesa Ryanair prosigue con su batalla contra las huelgas que afronta esta semana en distintos mercados en los que opera, entre ellos España. En la presentación de resultados de su primer trimestre fiscal, el grupo de bajo coste ha amenazado con “revisar” el calendario de invierno, lo que llevará a recortes en la flota y en la plantilla de algunos mercados. Todo ello por lo que tilda de “huelgas innecesarias”.
La mayor aerolínea europea de bajo coste ha remarcado que “no podemos permitir que los vuelos de nuestros consumidores sean interrumpidos por un pequeño número de pilotos”. En la nota de prensa de sus resultados, el grupo acusa a sus competidores de “interferir” en las negociaciones que la compañía mantiene con la plantilla y los sindicatos.
La compañía defiende en dicho comunicado su política laboral, asegurando que ha llegado a acuerdos con los sindicatos como la subida de salarios para los pilotos y la reducción en costes en la formación de sus tripulantes. La empresa señala que, sin embargo, los sindicatos de países como España les “amenazan” con nuevas huelgas. “Hemos minimizado el impacto de estos paros cancelando un pequeño número de vuelos”, asegura. “Se producirán nuevas huelgas este verano puesto que no estamos dispuestos a aceptar peticiones nada razonables que pondrían en riesgo nuestro modelo de tarifas bajas y eficiencia”, ha subrayado.
Precisamente, la empresa ha culpado a estas huelgas y a las de los controladores aéreos en Francia, junto con la subida de precios del petróleo, de la reducción de un 20% en sus beneficios del primer trimestre, que se han situado en los 319 millones de euros. La compañía ha logrado, por contra, incrementar un 9% sus ingresos, hasta 2.079 millones, y elevar un 7% sus pasajeros, hasta los 37,6 millones.
Ryanair también reconoce en su comunicado que se mantiene “preocupado” por la posibilidad de que se produzca finalmente un “brexit duro” y ha abierto la puerta a restringir los derechos de voto de sus accionistas que no pertenezcan a la UE, como serían los británicos, como una forma de mantener la compañía en manos de inversores comunitarios.
La compañía asegura que las huelgas van a tener un impacto en sus estimaciones de resultado para el segundo trimestre y avanzan que las tarifas subirán solo un 1%, frente al 4% que tenían previamente previsto.