El gran incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) de 2019 hasta los 900 euros mensuales parece que empieza a mostrar sus efectos. El año pasado, los salarios medios que más aumentaron fueron los de los trabajadores que menos ganan, hasta un 11%, frente al aumento del 1,95% del salario medio bruto del conjunto de los asalariados. A falta de datos más precisos para medir estas repercusiones, se observa que hay colectivos numerosos entre los perceptores del SMI –como las mujeres y los jóvenes– que registraron el año pasado importantes subidas salariales medias, según los datos de salarios de la Encuesta de Población Activa (EPA) que publica el INE este viernes.
Las cifras conocidas esta mañana corresponden a los salarios medios brutos de los trabajadores. Hay que recordar que este indicador se ve afectado por dos efectos importantes: la subida o bajada en los salarios, pero también el cambio en la composición del empleo. Por ejemplo, podríamos observar una subida del salario medio del 1% en una situación en la que en realidad los trabajadores no hayan visto incrementar sus nóminas, pero en la que haya más empleados en sectores mejor pagados que en otros con sueldos más bajos. “En las crisis es algo que se puede ver por la salida de trabajadores temporales, que suelen tener salarios más bajos que los indefinidos: el salario medio puede aumentar, pero no por un incremento salarial real”, explica Carlos Martín Urriza, responsable del Gabinete económico de CCOO.
Un indicador más ajustado para comprobar la evolución de los salarios es el Índice de Precios del Trabajo (IPT), pero que aún no está actualizado a 2019. Al igual que el IPC respecto a los precios, el IPT selecciona una especie de “cesta” de puestos de trabajo para medir el salario medio bruto hora por realizar el mismo trabajo a lo largo del tiempo.
Con prudencia y a la espera de más datos, Martín Urriza considera que “parece claro que hay un efecto” de la subida del SMI en las cifras publicadas hoy por la EPA, pero también “del acuerdo de la negociación colectiva del AENC que pactó un salario mínimo de convenio de 1.000 euros” en su periodo de vigencia. “No podemos ver cuánto es el efecto composición, pero hay subidas suficientemente significativas” en grupos con gran incidencia de salarios bajos que “permiten pensar que vemos ya un efecto”, considera el economista.
El salario medio bruto en 2019 alcanzó los 1.982,3 euros mensuales, un 1,9% respecto a 2018. Un dato interesante para observar cómo han aumentado más los salarios más bajos es el que proporcionan los deciles salariales. Es decir: se ordenan todos los asalariados según la cuantía del salario mensual percibido y se dividen después en 10 grupos iguales, es decir, con el 10% de los trabajadores en cada grupo. En el decil 1 están los trabajadores que menos cobran y en el decil 10 los de salarios más altos.
¿Qué nos dicen estos datos? El incremento medio estuvo situado en ese 1,9%, pero sobre todo se alcanza por el gran empuje de los salarios más bajos. El aumento del salario medio del decil 1 (los asalariados que menos ganan) fue del 11% en 2019. El del segundo decil, del 9,91%. El dato del último decil, los trabajadores con mayores salarios, se redujo: cayó un 1,54%.
También es destacable que los salarios medios subieron más en los sectores con remuneraciones más bajas. El mayor incremento se produjo en el salario medio de las empleadas del hogar, que escaló un 16%, hasta los 872,45 euros al mes. Las empleadas domésticas siguen siendo, a mucha distancia, las trabajadoras con sueldos medios más bajos en España. El siguiente aumento más relevante se produjo en el sueldo de las actividades inmobiliarias, de un 17% hasta los 1.833,57 euros al mes. En la “agricultura, ganadería, silvicultura y pesca” el incremento fue del 7%, hasta los 1.336,05 euros al mes de media, y en la hostelería –el segundo sector con menores salarios– la remuneración media escaló un 6% (a los 1.312,14 euros al mes).
Se reduce la diferencia entre hombres y mujeres
En los últimos años, el salario medio se estaba incrementando, pero en los dos pasados ejercicios se observaba que el salto era mayor en el salario medio de los hombres que en el de las mujeres, de manera que se agrandaba la brecha de género en esta variable. Entre los motivos que alega el INE como causa de estas diferencias salariales por sexos figuran que las mujeres trabajan más “a tiempo parcial, con contratos temporales y en ramas de actividad menos remuneradas” que los hombres. Atendiendo a los deciles antes mencionados, las mujeres son mucho más numerosas en los deciles de salarios bajos, mientras que ellos son mayoría en los de salarios altos.
Este 2019, en cambio, la brecha entre el salario medio que ganan los hombres (2.173,62 euros mensuales) y las mujeres (1.773,31 euros al mes) se ha recortado: cae en dos puntos y medio, del 21% al 18,4%. Este porcentaje representa lo que lo que cobran los hombres de media no lo cobran las mujeres.
Al observar los datos por deciles y por sexos se observa que tanto los salarios más bajos de hombres y mujeres obtuvieron una importante subida media el pasado ejercicio, pero el salario medio de los asalariados apenas la refleja (+0,6%) mientras que es más visible en el salario medio de todas las asalariadas (+3,8%). Esto se explica en parte porque las mujeres son mucho más numerosas entre los trabajos de salarios bajos que los hombres, que la mayoría se sitúa en escalones con mejores retribuciones.
El sueldo medio en el empleo a tiempo parcial, mayoritariamente en manos de las mujeres, aumentó el año pasado un 8%, frente al aumento del 1,4% del salario medio de los trabajadores a tiempo completo.
Un mayor aumento para los jóvenes
Otra derivada interesante de los datos es la evolución del salario medio por grupos de edad. El salario medio que más se elevó fue el de los jóvenes: un 8,52% en el caso de los asalariados de 16 y 24 años, hasta los 1.184,65 euros al mes, y un 3,5% entre los trabajadores de 25 a 34 años, hasta los 1.671,54 euros menduales. A mucha distancia queda el aumento del salario medio del resto de grupos: -0,24% para los trabajadores entre 35 y 44 años; del 0,76% entre los 45 y 54 años; y del 4,57% para los asalariados mayores de 55 años.
De nuevo, el salario medio de todos los jóvenes no experimentó la misma subida. Si miramos los deciles, los salarios más bajos de los jóvenes son los que más crecieron: aumentó un 9,58% la remuneración media del decil 1 de los trabajadores hasta 24 años (hasta los 522,05 euros al mes) y un 12% el salario medio de los trabajadores de entre 25 y 35 años con salarios más bajos (hasta la media de 560,48 euros mensuales). En cambio, el salario medio de los jóvenes con los salarios más altos, que se encuetran en el decil 10, se redujo: un -13,5% entre los asalariados de hasta 24 años y un 5% entre los de 25 y 35 años.
Los trabajadores con contratos temporales suelen tener salarios más bajos, como indicaba Martín Urriza. La excesiva temporalidad es un mal del mercado laboral español, pero afecta especialmente a los jóvenes. En 2019, el salario medio de los trabajadores con contrato temporal aumentó mucho más que aquellos indefinidos: un 6% en el primer caso, hasta los 1.479,38 euros al mes, y un 0,9% en el segundo, hasta alcanzar la media de 2.162,53 euros mensuales.