La invasión rusa de Ucrania ya está teniendo efectos en la economía europea, sobre todo por el incremento exponencial del precio de la energía. El Gobierno español sostiene que será de los menos afectados por esa crisis gracias a la diversificación de fuentes y se muestra a disposición del resto de países para facilitar las interconexiones que permitan el envío de energía desde España. Ahora bien, lo que defiende Pedro Sánchez es que la infraestructura corra a cargo de los presupuestos europeos. Además, defiende que no solo debe ser para el gas sino incluir energías limpias, como el hidrógeno verde, un vector energético que España aspira a liderar en la próxima década.
“El debate de las interconexiones no es problema para España, es para otros países”, ha dicho el presidente en una conversación informal con periodistas en el avión en el que ha viajado a Letonia para visitar un destacamento de la OTAN. Sánchez llamó al presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, hace unos días y el mandatario norteafricano le aseguró que el suministro de gas desde ese país está garantizado.
Sánchez defiende que la infraestructura que se lleve a cabo sea para “gas e hidrógeno verde y financiada con cargo a presupuestos europeos”. “Los españoles ya pagan las regasificadoras. El precio de regasificación lo pagamos los consumidores. Si queremos poner a disposición de Europa nuestras capacidades de reserva, que están por encima del 60% cuando la UE está en el 30%, tiene que financiarlo no España sino Europa”, ha explicado el presidente, que cree que no habrá problema por parte de Bruselas. Dado que “va a tardar años en materializarse la infraestructura, que sea compatible con el hidrógeno verde”, ha agregado Sánchez.
España tiene la mayor red de regasificadoras de Europa, unas infraestructuras críticas en la actual crisis energética por su capacidad para descargar el gas natural licuado (GNL) que llega por barco, en un momento en el que existe el riesgo de una interrupción del suministro desde Rusia. La Comisión Europea apoya la idea de convertir a España en un gran hub europeo de recepción de gas. Pero el problema es llevar ese gas a Europa. Los reguladores energéticos de España y Francia tumbaron en 2018 el proyecto Midcat para construir un gasoducto a través de los Pirineos. El proyecto ahora parece empezar a cobrar nuevo brío. Aunque buena parte de los trabajos previos ya están hechos, su construcción se demoraría durante años y no resolvería la situación actual. Pero Sánchez ya ha avanzado que quiere que se financie con fondos europeos.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha ahondado en esa idea: ha recordado que España cuenta con un tercio de la capacidad de regasificación con la que cuenta toda Europa y actualmente “los consumidores industriales pagan por esa seguridad de suministro”. Esa infraestructura “debe estar financiada como proyecto de interés europeo”, y “no por los usuarios de gas españoles”. Es “importante que cuente con una conexión adecuada en Francia” para enviar el gas al norte de Europa. Y debe tener “viabilidad comercial a lo largo del tiempo”.
El presidente del Gobierno sostiene que la guerra tiene que servir para refortalecer la UE. Uno de los debates que cree que debe acelerarse es el de las reglas fiscales en el que España lleva tiempo defendiendo que se mantenga la flexibilidad. En la conversación con periodistas, Sánchez ha defendido que sea una propuesta que “que estimule el crecimiento, garantice la sostenibilidad fiscal y aborde la transformación digital y ecológica”. El socialista ve con buenos ojos que la Comisión Europea hable de que “en función de las previsiones económicas se verán las fiscales”.
También considera que ha llegado el momento de abordar el Pacto de Migración y Asilo y que hay una oportunidad ahora que los países que se opusieron, como Polonia o Hungría, son los que se ven más afectados por la situación de Ucrania. “España va a dar ejemplo como siempre hemos dado en este tema”, ha dicho sobre la recepción de refugiados. El ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivá, anunciará a finales de semana la capacidad que prestará España, según ha dicho.
El presidente no se atreve a hacer un pronóstico de cómo transcurrirá la invasión rusa, pero ha repetido que Putin ha cometido “errores” al pensar que Ucrania no se iba a defender, que la UE iba a flaquear y que no habría unidad en la OTAN. En todo caso, considera que “es interesante” el movimiento que han hecho China o Turquía y quiere ver si la “intermediación de países que reconoce Putin” surte efecto.