Pedro Sánchez mantiene la presión para que los 27 intervengan el mercado energético como fórmula para defender al tejido productivo europeo frente al resto de economías. Apenas doce horas después de que los ministros de Energía volvieran a casa sin haber logrado un acuerdo para fijar un tope común al precio del gas, el presidente del Gobierno español mantiene la presión ante la reunión que los líderes de la UE van a tener este jueves. “El Gobierno mañana va a defender la necesidad de intervenir el mercado energético y la necesidad de un precio máximo a la compra del gas por parte de las economías europeas. Es la disyuntiva que tenemos que trabajar; si queremos o no queremos defender a la industria; si queremos o no queremos defender a la economía europea”, ha expresado a su llegada a Bruselas, donde los líderes europeos mantendrán una cumbre con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
“La mayoría de gobiernos estamos por proteger a la industria y a la UE y por acceder a precios razonables en un contexto de crisis energética”, ha agregado el presidente, que ha dicho que “por desgracia” los ministros de Energía no pudieron llegar al acuerdo este martes. El principal desacuerdo está ahora mismo en el precio a partir del que establecer el tope. La última propuesta que tienen sobre la mesa los países europeos, y que España rechaza, consistía en fijarlo en una horquilla entre 160 –precio mínimo– y 220 –máximo– euros MW/h. Pero Alemania y Holanda, que tienen la preocupación de que la medida perjudique el suministro, han pedido que nunca pudiera ser el tope inferior a los 200 euros.
El nuevo paquete no se centrará en la energía
Sánchez, que no ha aceptado preguntas de los periodistas, no ha entrado en la concreción. “Venimos defendiendo la necesidad de limitar ese precio, de dar una señal de que vamos a defender nuestra industria, al tejido productivo y a las familias”, ha expresado. No obstante, la intención del Consejo de Energía de la UE es que sean los ministros del ramo los que cierren los detalles del acuerdo el próximo lunes y no los líderes en el Consejo Europeo. Fuentes del Ejecutivo sostienen, en cualquier caso, que Sánchez tratará de “convencer” al alemán Olaf Scholz y el holandés Mark Rutte de la necesidad de que el tope al precio sea “dinámico” en función de varias referencias en los mercados y no únicamente del TTF, que es la propuesta que está ahora mismo sobre la mesa.
El presidente ha celebrado, además, la bajada del IPC. “Es un dato que, aun siendo alto, es un dato positivo. Estamos doblegando la curva de la inflación”, ha asegurado. El líder socialista sostiene que, por un lado, esa cifra es posible gracias a las medidas que se han tomado a nivel europeo (en concreto a la excepción ibérica que permite poner un precio máximo al precio del gas con el que se produce la electricidad en España y Portugal) y también las medidas en clave nacional para amortiguar la subida de los precios.
Sánchez ha reiterado que el Gobierno está trabajando en un nuevo paquete de medidas de cara al comienzo del año. Lo que ha asegurado es que, en esta ocasión, no se centrará en la energía precisamente por el éxito de la excepción ibérica. La coalición está pensando en medidas enfocadas en la cesta de la compra. Son precisamente los alimentos los que están disparados. Lo que ya está claro es que se prorrogará durante el próximo año la gratuidad en el transporte y la limitación del incremento de los alquileres en un 2%.